Por
Orestes Girbau Collado
Todos los que asumimos
responsablemente la investigación ufológica, no debemos olvidar lo que
significó 1968 dentro del contexto fenomenológico mundial. Agosto se enmarcó de
manera especial dentro del proceso divulgativo del fenómeno en Cuba.
En esa temporada tuvo
lugar otro avistamiento, que iba a sumarse a los efectuados en el área caribeña
por aquellos días.
16 AGOSTO 1968 - Con el
sugestivo título “Extraño Objeto al Sur de la Provincia de La Habana", el
diario cubano "El Mundo", reportaba lo siguiente:
“Numerosas llamadas se
han recibido a nuestra redacción interesándose por el vuelo de un extraño
objeto sobre la parte sur de la provincia de La Habana. Muchas de las personas
que han llamado coinciden en señalar que este fenómeno fue observado sobre las
seis y media de la mañana de hoy viernes.
A esa misma hora fue
lanzado desde Cabo Kennedy el primer cohete estadounidense a ojivas múltiples,
denominado por los expertos “Poseidón” con un radio de acción de 4 mil 800
kilómetros. El cohete es mucho más pesado que los actuales Polaris.
Esta redacción se
comunicó telefónicamente con el Departamento de Astronomía de la Academia de
Ciencias de Cuba, que informó que el objeto visto no guarda relación con un
fenómeno atmosférico, pero que sin embargo no se había podido precisar la
procedencia del mismo."
Solamente agrego dos
cosas; número uno: el objeto coincidió en tiempo, pero no en espacio con el
lanzamiento ocurrido desde la Florida (E.U.). Basta con ver un mapa del Caribe,
para darse cuenta de lo difícil que resultaba observar al cohete
estadounidense, debido a su trayectoria de vuelo. Por otra parte, ¿por qué el
OVNI no se observó en la capital cubana?
¿Es que acaso volaba demasiado bajo para ser visto en Ciudad Habana? ¿Fue
a su vez detectado por los radares?
Este autor está
convencido de que se trataba de un aparato sólido y no de una anomalía,
presenciado en una zona determinada del occidente sur cubano, cuando podía
demostrarse que era precisamente hacia el
norte donde debía haberse percibido, en caso de que se tratase -como quedó
corroborado- de un cohete lanzado al mismo tiempo de avistado el OVNI, ya que
la latitud geográfica lo exige. Era la región norte la más indicada. No se
trataba de un fenómeno en la alta atmósfera. Ni había sido una nube de bario o
de sodio (artificial), o alguna Aurora Boreal de esas que se ven – a veces – desde nuestro
archipiélago.
Nada más se dijo. Y hasta el sol de hoy sigue siendo un
misterio.
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