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domingo, 4 de octubre de 2020

INTRIGA EN LA ANTÁRTIDA 2

 

Por Orestes Girbau

 

"Después de todo, cuando estás enamorado, quieres contarlo a todo el mundo. Por eso, la idea de que los científicos no hablen al público de la Ciencia me parece aberrante."

Carl Sagan (1934 - 1996)

 

 En anterior colaboración menciono la posibilidad de presencias desconocidas en el continente antártico, y las sospechas existentes sobre sus posibles actividades dentro del vasto y frío territorio desde hace ya mucho tiempo.

La investigación que propongo continuar exponiendo, proviene de fuentes interesantes, serias y bien acreditadas. A ella he llegado sumando puntos de vista y una visión abarcadora.

Conozco que hay demasiada tela por donde cortar, -incontables precursores teóricos o conceptuales- ideas, descubrimientos etc., que rozan determinados límites entre el realismo fantástico y otras inspiraciones, cuyos derroteros alcanzan el ámbito esotérico.

Sin determinar exclusión temática alguna, la incuestionable intriga que rodea la soledad del sur polar, no elude argumento alguno, por el contrario, se nutre de todos; unos por su historicidad, otros, debido a ese inseparable velo oculto, enmascarando realidades inquietantes. Por lo tanto, buscamos orientarnos dentro de un abismo caótico e insondable.

 

TRAS LAS HUELLAS DE PODERES OCULTOS

 Primero, hagamos analogías entre las profundidades abisales (oceánicas) y el helado desierto antártico, pues en ambos casos pueden albergar refugio a criaturas foráneas. La documentación ufológica disponible, nos lleva hacia los años 50 en el siglo pasado, pero vale recordar que, desde antes, han sido reportados por esas latitudes, eventos cuyos orígenes permanecen ocultos.

Durante 1958 fue emitida una desconcertante afirmación vinculando las regiones polares con los alienígenas, y a estos últimos tratando de impedir sistemáticamente, aquel efecto nocivo producido por las pruebas nucleares en el entorno atmosférico terrestre. Naturalmente, enseguida penetra en nuestra memoria la figura de George Adamski, más no se trataba de él. Es un comunicado preciso, sin otra clara intención que no fuese advertir. Y ello, 13 años después de Álamogordo.  

El conferencista holandés J. Van Rijckenborgh *1 comunicó, como parte de sus conferencias “científico-esotéricas”, que las antes mencionadas explosiones atómicas afectaban también las líneas magnéticas terrestres.

Reflexionaba el especialista, compartiendo otra audaz y novedosa propuesta ante su receptivo auditórium, que ya había cautivado antes con sumo éxito, porque en conjunto, los temas exteriorizados eran muestras tangibles de una renovada conciencia planetaria, visión y lucidez espiritual.

Dijo entonces: “Todo vandalismo en el campo de los átomos –y cada experimento con la ciencia atómica es vandalismo– se transmite instantáneamente a las corrientes magnéticas terrestres y se manifiesta en ellas, perturbando de esta forma la colaboración existente en el Sistema Solar.

Hemos visto que el Sistema Solar es magnético. Si la humanidad terrestre movida por instintos ciegos, atacase las bases del sistema intercósmico, por el empleo de bombas atómicas o por experimentos con energía inimaginablemente elevadas, la desorganización así provocada afectaría a todos los planetas. Innumerables reacciones en cadena tendrían como consecuencia, en un momento dado, el suicidio y muerte de todos los habitan tes del Sistema Solar”.

 Y en otro momento prosigue diciendo: “Pero cuando la técnica y la aplicación desenfrenada de la Ciencia sirven a la impiedad, los peligros crecen hasta lo inconmensurable”. 

 Admitía el ilustre expositor que la constante presencia de OVNIs en nuestra atmósfera, tiene una explicación muy poderosa: los pilotos de esos aparatos se preocupan y ocupan por y en reconstruir el campo magnético terrestre. Y aseguraba a su vez que, desde los polos magnéticos del planeta, – donde aterrizar o despegar es tarea constante –hay alienígenas laborando a tiempo completo con el fin de restablecer, ordenar, limpiar y regular la vibración de lo que él denominaba "corriente atrayente”. *2 y “la corriente repelente” *3; rectificando y alimentando continuamente los campos magnéticos afectados, manteniendo el equilibrio intercósmico.

 

Los laboratorios polares extraterrestres, de acuerdo a lo anteriormente afirmado, tienen una función primordial de "autoprotección” -asegura el conferencista-. Recuerda, además, que toda esta impiedad generada resulta imposible de suprimir definitivamente, quizás apelando con la mejor lógica, lo que representa para todos y cada uno el libre albedrío o las diferencias de elevación espiritual existente entre los humanos. 

 

Cuando hacía alusión a la limpieza del océano atmosférico mundial, enfatizó que en realidad se trata de toda “una concentración” denominada por él como impía, y que tiene lugar “allí donde las líneas de fuerza horizontal se vuelven verticales”; sentenciando posteriormente: “esa concentración ha alcanzado actualmente proporciones que es casi visible y, sin cesar crece en tamaño y densidad”. 

 

Parece ser, -prestando atención al orden con que encaminó la lectura dictada– que el remedio puede haber sido más grave que la enfermedad, porque observó intuitivamente: “es comprensible que debido a ello surja un nuevo peligro a saber: una concentración de extrema malignidad, lo que la convierte en doblemente fuerte y peligrosa”.*4

 


 Fig 1. J.V.Rijckenborgh

Hasta aquí debemos suponer cuan deteriorado se hallaba entonces el entorno ambiental, haciéndose necesario los llamados por medio de carismáticos voceros, cuyos principios morales están fuera de toda duda. Por eso, si asumimos lo comprendido por el maestro rosacruz debemos entender que:

 

Las regiones polares representan un seguro hábitat para nuestros visitantes y protectores espaciales en todas las épocas.

La presencia de bases provisorias no humanas está contemplada desde una perspectiva nada halagüeña en cuanto al futuro humano puede referirse.

Una enorme abertura en la capa de ozono se formó con posterioridad sobre la Antártida. No pocas explicaciones científicas resultaron convincentes a no pocos científicos.

En las cercanías de la región antártica, han ocurrido hechos inexplicables, vinculados a posibles pruebas nucleares. Igual mente, la presencia de Ovnis y otros eventos anómalos aéreos producidos en ambos polos, pero con mayor frecuencia sobre el sur, motiva a entendidos y especialistas proyectarse con inquietud hacia dichas latitudes.

 

Pasemos a otro nivel: el científico. Revisemos cuidadosamente las palabras del desaparecido Dr. W. Von Braun, otrora famoso especialista alemán en materia de cohetería.

 

Respondía el destacado hombre de ciencia al periodista que en enero de 1959 lo entrevistó: “Nos encontramos frente a poderes mucho más fuertes de lo que hasta ahora habíamos supuesto,  y cuya base nos es por el momento desconocida. Actualmente no puedo decir más. Nos hallamos empeñados en la tarea de entrar en contacto más íntimo con dichos poderes, y dentro de seis u ocho meses tal vez sea posible hablar con mayor precisión sobre el asunto”. *5

 

Interpretémoslo entre líneas: Nos hallamos todo un equipo, Comisión o grupo de expertos, con la mayor discreción tratando de investigar o dilucidar el origen o asentamiento de ciertos poderes –fíjense que habla en plural– los cuales derivan manifestaciones inteligentes, inaccesibles al conocimiento humano. Von Braun reconoce que algo ya se conoce sobre el fenómeno que les  embarga, los  cuales no son producto de la madre Naturaleza, ya que se manifiestan inteligentes, coherentes y selectivos.

 

La otra lectura que se traduce a mi juicio de la declaración, es que el científico germano carece, no de informes preliminares, sino de autoridad para añadir algo más, en el sentido de una posible amenaza proveniente nada menos que de aquí mismo, del planeta Tierra.

 

El entrevistado utilizando un lenguaje moderado no logra disipar dudas, no obstante, el dios Cronos resulta implacable cuando finalmente creemos hallar sentido exacto a sus palabras.

Tenemos presente que, con pocos meses de diferencia, dos personalidades emiten pronunciamientos que en poco parecen diferenciarse. Debemos presumir que los alegados poderes tienen cuando menos una base (¿polar?). Otra cuestión a deducir es que pueden tratarse de múltiples poderes concentrados en una raza espacial, dedicada conscientemente al control y ayuda más efectivo, del cual se deriva un bien mayor hacia el género humano. Increíble, pero…  ¿cierto?

 

Sin desconectarnos del ambiente noticioso, resultan sintomáticas igualmente otras informaciones, que prevalecen como muestra de la expectativa creada en torno e independientemente a lo planteado por el desaparecido Dr. Von Braum.

 

Al mes exacto de la impresionante declaración, se protagonizó el incidente del Paso Diátlov, en los Urales, donde "una fuerza mayor irresistible" incidió sobre un grupo de nueve excursionistas soviéticos. A pesar del tiempo y de las explicaciones coherentes dadas a conocer, algunos elementos continúan poco clarificados; como por ejemplo cito la radiación detectada en la ropa de algunos jóvenes exploradores. Las teorías sobre el macabro acontecimiento son numerosas, van desde el enfrentamiento con un yeti ruso, pasando por la más sutilizada maniobra conspiranoica, hasta la explicación que pregona otro encuentro fatal con ovninaútas.

 

1958 fue sin dudas otro año tenso. Las grandes potencias enfrentaban una situación difícil, creándose nuevas expectativas de paz y nuevos focos de conflictos. La desconfianza eclipsaba al sentido común y varias propuestas o iniciativas de paz tenían valor limitado. Paralelamente, ciertos informes salían a la palestra pública, conformando un oscuro andamiaje que mantenía el nivel de incertidumbre entre los crecientes investigadores precursores, dedicados al estudio del amplio expediente relacionado con los proyectos oscuros, y su vinculación con nuevas formas de energía, así también, los espacios donde se desarrollan y guardan estas tecnologías prodigiosas, uno de cuyos centros naturales clásicos podía ser -y ello cabe en la presunción de algunos- precisamente, el continente antártico. 

 

Un despacho procedente de Kabul, Afganistán, señalaba que numerosas personas fueron testigos, de un espectacular hecho, en un sector fronterizo entre ese país y el entonces estado soviético. Se comunicó que había sido avistado un extraño objeto en forma de botella sin gollete, y desprovisto de alas, el cual despegó verticalmente, manteniéndose inmóvil en el aire, y volando después a velocidades increíbles. Desde la sección inferior del No Identificado brotaron llamas, pudiéndose constatar una banda color azul por la mitad del fuselaje, apreciándose ventanillas semejantes a ojos de buey. ¿Nave nodriza extraterrena o aparato secreto terrícola? Cualquier explicación convincente nunca fue escuchada, surgiendo lamentables conjeturas que sólo podían aumentar las tensiones. Entre las elucubraciones estaba la de que los rusos experimentaban –en la misma frontera y a la vista de todos– el primer prototipo de nave con motor antigravitacional, en pleno 1958.

 

Michael Gluhareff, especialista aeronáutico norteamericano, declaró que era posible crear una máquina liberada de la gravitación terrestre. Los elementos explicativos son sencillos de comprender. Tengamos presente que los cuerpos se atraen proporcionalmente a su masa y en razón inversa de su distancia. El peso, según los físicos, es un aspecto del electromagnetismo cuyas ondas pueden ser capturadas y controladas por el hombre. En derredor al núcleo del átomo giran, velozmente, los electrones. Cuando aceleramos la rotación de estos corpúsculos, en el hierro, por ejemplo, le da una nueva propiedad al imán. Un ingenio volante puede liberarse de la gravedad, -teóricamente-, porque la rotación de los electrones sobre su circunferencia formaría un campo magnético, anulando la atracción terrestre, y produciendo SU propio campo gravitacional, pudiendo realizar giros, inmovilizaciones, aceleramientos etc., sin considerar fuerza de inercia alguna. 

 

Debemos comprender al menos, que las fuerzas mayores (para nombrarlas de alguna manera) son capaces de utilizar líneas magnéticas, mejorar las dañadas, dominar la antigravedad, y,  en comunión con poderes no todavía definidos, estar resguardados en puntos desconocidos del planeta azul y/o dentro de determinados límites estables en el interior de nuestro Sistema Solar. Recordemos que en el año 1958 acorde a lo expuesto en algunas publicaciones, se había realizado el Proyecto Argus, nada distante de la Antártica, aunque el mismo aparentemente, no tenía relación ni mucho menos con la temática UFO. Este Proyecto, entendido como secreto, se desarrolló en agosto de 1958 –según diversas informaciones– cuando una numerosa agrupación de la marina estadounidense, llevando consigo misiles X-17 capaces de cargar material letal, se dirigió hacia las aguas atlánticas no muy lejanas del continente antártico, y cuya misión “experimental”, dicen algunos, fue detonar tres explosiones nucleares en la atmósfera.

 

La explicación militar era que había sido estimado hacer ciertas comprobaciones, para verificar si los pulsos electromagnéticos de dichas explosiones podían interferir con el control electrónico de los misiles, entre otros aspectos. Aunque no separado de imaginables contradicciones, en esto último si nos atenemos a los hechos descritos, las fuerzas desconocidas bien pudieran tener conocimiento de aquel nada manso experimento, que se mantenía discretamente fuera del alcance público. A decir verdad, al autor no le cabe en la mente esta vorágine noticiosa desprendida al púbico con posterioridad.    

 

Como quiera que se presenten los episodios OVNI, estos apuntan hacia facetas de cronogramas más amplios, que el mero esfuerzo de salvaguardar la integridad interplanetaria. Hay denuncias insistentes sobre casos frecuentes en latitudes distantes del planeta, que son las denominadas zonas calientes. Fotos, videos, detecciones y huellas materiales, corresponden consecuentemente con el marcado interés hacia dichos lugares mostrados por esos objetos desconocidos. Y añadimos, que quizás los ET una vez alcanzado su objetivo de llegar hasta nosotros, activen sus prioridades más perentorias, entre ellas, cargar sus “baterías” usando energías especiales supuestamente abundantes en determinados territorios. Un ejemplo parece ser la región que rodea a Zaravzhán, ciudad uzbeka en la que el número de avistamientos resultó considerable a finales de los 80 del siglo XX.

 

Serguei Azadov, director entonces del Centro para Estudios de los OVNIS, divulgó a la agencia noticiosa Nóvosti, que la información procedía de un abducido que había sido sometido a pruebas de todo tipo por expertos, excluyéndose toda mixtificación. Según lo transferido, los navíos cósmicos son cargados mediante una energía desconocida proveniente de profundidades de una fractura en la corteza terrestre existente por aquella zona.

 

Tomando en cuenta lo anterior, el investigador afirmó que poseía muestras del terreno donde un vehículo foráneo “sufrió una avería”, precisando que tenía pruebas de arena calcinada hallada en un área de 6.5 por 4 metros. Todas aquellas novedades junto a la filmación de un OVNI en vuelo sobre Zaravzhán, presentaron un serio dossier para la ciencia cuando el señor Azadov estuvo dispuesto a suministrar todas las evidencias a cualquier organización científica interesada.

 

Lo curioso de todo resulta, que el área escogida gracias a sus atributos naturales, no está lejos del territorio afgano. Y si se pudiera ganar más en claridad en cuanto a la pintura rupestre -semejante a un cosmonauta- de Ferganá, pudiéramos considerar que los extraterrestres cargan sus baterías allí hace miles de años.

 

En 1950 las autoridades canadienses encomendaron al señor Wilbert B. Smith, - erudito en todo lo relacionado con la electrónica de su época -que estuviera a cargo de un proyecto relacionado con el magnetismo y la gravedad. El especialista fue meticuloso al declarar sobre ciertas “áreas” geográficas no identificadas y de alcance reducido, donde podían existir posibles fenomenologías magnético- gravitacionales. Como fuerzas desconocidas Smith reconocía su desconocimiento por el destino final de las mismas.

Si observamos que en las antes mencionadas áreas han tenido lugar asombrosos acontecimientos de desapariciones humanas, aviones, barcos y submarinos, entre otros medios para el transporte, no existen mejores razones que nos indiquen, que los visitantes desconocidos sólo consideran una misión cuando visitan este mundo. Es ahí que pensamos algo más diverso de las misiones asignadas, y en sus agendas históricas. En particular, unos vienen a “salvarnos” y salvarse. Otros se nos acercan con fines exploratorios o incluso, como simples coleccionistas de algún souvenir terrícola. Pero..., pueden venir por algo más.

 

Aquellas razas que han logrado trasladarse en el espacio y el tiempo, estarían mejor preparadas tecnológica y espiritualmente. El mundo de tres dimensiones que nos ha tocado vivir quizás proporcionen problemas a los seres interdimensionales o les faciliten, en demasía, sus constantes y/o necesarias incursiones.

 

Tengamos en cuenta que:

 

- Unos viajeros espaciales pueden estar en capacidad de utilizar ríos de energía para efectuar sus traslados, inmediatamente que la sonda precursora les advirtiera del potencial atómico desarrollado y utilizado en el siglo XX.

Los intereses interdimensionales pudieran utilizar ventanas favorecidas por corrientes gravitacionales electromagnéticas para entrar y salir sorteando todos los obstáculos.

Aparte de las dos posibles procedencias, pueden ellos tener iguales formas de producir expectativas, rumores e incuestionables incertidumbres entre los terrestres. La diferencia estriba en las formas utilizadas para llegar hacia nosotros.

 

- Cuando buscamos interpretar la oscura fuerza que teje los hilos del recurrente fenómeno OVNI, valoramos con nitidez las declaraciones de científicos renombrados, cuya seriedad no los dejan expuestos a la constante duda, tan característica entre los seres humanos. Astrofísico, como el británico Fred Hoyle, admitió públicamente durante una conferencia de prensa efectuada en Londres (1971), que nuestro mundo estaba controlado por una fuerza que tenía el poder de manifestarse en múltiples formas a través de la mente. Sin querer exagerar, probablemente el experto hombre de ciencia inglés haya puesto el dedo sobre la llaga, porque años antes (y en años siguientes) parecería como que sólo algo así podía detener al genio escapado de la lámpara.

 

Fue en 1958 –“casualmente”- que el asignado o alegado asesor jefe sobre modificación meteorológica de EE.UU., Capitán Howard T. Orville, anunció (y cito) que estudiaba “maneras de manipular las cargas -electromagnéticas- de la Tierra y el cielo, influyendo en el tiempo atmosférico para ionizar o desionizar la atmósfera sobre determinada región". Un tiempo atrás, (1957) el investigador norteamericano Frank Edwars, comunicaba la ocurrencia de eventos “meteorológicos” sospechosos, a los cuales la oficina meteorológica estadounidense parecía restarles importancia.

 

Verdad o ficción lo que si parece claro es que ellos, los advenedizos del exterior, se las pasan monitoreándonos todo el tiempo.

 

Y en cuanto al funcionario arriba nombrado con tan flamante cargo, no debía constar, en esa temprana época, tamaña responsabilidad.

 

Debemos mencionar que, por una parte, los aliens se muestran como protectores del planeta y, a su vez, otras fuentes indican que ellos son los causantes del malsano ambiente que el entorno terrestre no supera, siendo, indiscutiblemente cierto que, W. Reich –uno de tantos profetas científicos que por épocas aparecen en  el escenario humano– el cual dejó de existir en 1957, parece  haber “incomodado” temporalmente a intereses poderosos, o algún  programa “original” de  inventiva    en cuanto al cambio climático se refiere. Su historia es un rosario de eventos, que hicieron de él una figura, vigente hoy, en un número estimable de holísticos, ambientalistas, psicoanalistas y ufólogos.

 

Se comenta insistentemente que el desarrollo de frecuentes anomalías está vinculado a la presencia oculta de poderes extraterrenos. Desapariciones, mutilaciones de animales, impresionantes círculos en las cosechas, o raras fenomenologías geológicas, electromagnéticas y hasta meteorológicas, son relacionadas con esas evasivas, pero poderosas fuentes. Y, como observaremos en otro momento, raros eventos en la Antártica motivan todo tipo de interrogantes.

 

MAGIA SORPRENDENTE

 

Hurguemos la historia y comprobemos por nosotros mismos, hasta que punto las fuerzas mágicas dirigidas desde quién sabe desde y donde, influyen en la percepción que tenemos de tales poderes, llamémosle alienígenas.

 

En 1850 desaparece como por encanto toda la tripulación del velero Sea Bird, que navegaba muy cercano a Newport, Rhode Island, (USA), quedando firmemente varado poco después en una playa, y desapareciendo posteriormente al oscurecer, inexplicablemente, tras una tormenta. Todo acaeció fugazmente, sin rastro reconocido de intervención humana.

 

Las fuentes originales de tan precisa información no deben estar equivocadas. Digamos que, antes del súbito viaje del barco hacia lo insólito, pudo verificarse que el libro de bitácora estaba actualizado; y lo que resultó ser más sobrecogedor: la mesa estaba servida para una tripulación fantasma.

 

Debemos recordar la existencia de otros sucesos inexplorados, que acusan un elevado grado de sincronismo y selectividad.

 

Durante la primera semana de abril del año 1990 *6 un escandaloso acontecimiento tuvo lugar en el céntrico pueblo argentino nombrado Río Segundo. La anomalía mantuvo absortos a los ciudadanos del lugar, entre los que se podían contar policías, periodistas y sacerdotes. El fenómeno consistía en la caída -desde el cielo - de elementos sólidos contundentes (piedras, ladrillos etc.) sobre paredes y techos, dejando múltiples huellas fácilmente visibles. Dobles preocupaciones provocaron las estrambóticas “lluvias” cuando se realizaron denuncias señalando que, algunos de los objetos caídos se levantaban desde el suelo, para ir a parar a los techos de las casas, posándose suavemente, pero sin causar víctimas. Autoridades policiales incautaron varios de los desperdigados objetos, pero sin aportar nada como resultado de posteriores pesquisas.

No pocas explicaciones que iban desde la científica, pasando por la esotérica - religiosa fueron ofrecidas en el transcurso de las semanas que duraron las levitaciones pétreas. No obstante, al final, nada se pudo resolver en concreto. Solamente el rumor y las conjeturas banales, y ciertas consideraciones e hipótesis peregrinas que a la luz de la ciencia pudieran ser validadas o no dentro de prismas reservados, muy poco conservadores.

 

¿Y ante la mente humana?

 

Una experiencia que goza de mucho crédito fue protagonizada por la señora Miller, amante del piano, cuya amistad con el asesinado presidente de los Estados Unidos, Abrahán Lincoln, sus hechizos musicales y de mediumnidad, dieron motivos a sinnúmeros de comentarios que hicieron de su domicilio, un sitio atractivo en cuanto a eventualidades parapsicológicas puede referirse. Se ha sostenido que la dama tocaba el instrumento musical y, delante de todos, a pesar del peso, el mismo levitaba, aunque para tratar de evitarlo, varias personas se subieron en él infructuosamente.

Se sabe que a Lincoln le atraía el espiritismo, muy en boga entonces*.7 

 

¿Y si del fenómeno OVNI se trata?

 

Miles de testimonios acreditan la realidad OVNI, los que no parecen estar separados de muchos relatos que atraen nuestra imaginación, y del que sólo una fugaz muestra hemos dejado como constancia en párrafos anteriores.

 

En septiembre de 1979, (¿recordamos mes y año, verdad? Ver anterior colaboración) cerca de las 8 pm un suboficial policíaco soviético transitaba en su patrullera dentro de la ciudad, que diez años después se convertiría inesperadamente, en una zona caliente del acontecer ufológico ruso: Vorónezh.

 

Al detenerse cercano a un paso de nivel, el policía nombrado Viacheslav Plótnikov, dejó encendidos los faros auxiliares del auto. Instantes más tarde, se percata de que los faros se habían apagado, oyendo al unísono una detonación seca *8. Cuando volvió la mirada, Plótnikov observó una fuerte iluminación que provenía de un cuerpo sólido que se hallaba a medio kilómetro de altura. El efecto óptico lo resume el agente del orden: “una luz muy fuerte y parecida al brillo de una pantalla de T.V”. El OVNI tenía forma discoidal, era oscuro y poseía unos 120 metros de largo por 5 de alto, estando inmóvil por espacio de unos segundos hasta que comenzó rápidamente a descender verticalmente, aterrizando sobre una colina, apoyándose en unos soportes a 200 metros aproximadamente del punto en que se hallaba el testigo.

 

Un hecho posterior denunciado también por el policía, resulta sintomático a los ojos de cualquier investigador especializado:  Asustado, Viacheslav corre hacia el auto, intentando arrancarlo inútilmente junto al panel de instrumento que, caprichosamente,  no estaba iluminado. Repentinamente, una de diez luces se encendieron alrededor del objeto, iluminando la sección superior del UFO y apagándose la inferior. Con posterioridad, dos potentes reflectores que salieron proyectados desde la nave, exploraron el entorno aéreo circundante para después hacer lo mismo con el terreno a su alrededor e incluso, uno de ellos iluminó el auto, apagándose más tarde.

 

Sin producir sonido, salvo la detonación antes mencionada, el cuerpo volador posado, al cabo de media hora, despegó brusca mente, deteniéndose a la misma altura que tenía antes del aterrizaje, e iluminando su panza. Finalmente, el ingenio produce otra detonación similar a la primera, elevándose disparado en una trayectoria de 70 grados de inclinación sobre la superficie, convirtiéndose en una simple estrella al instante, desapareciendo. Todo en el auto retornó enseguida a la normalidad. La conmoción producida por aquella experiencia, mantuvo más de una semana perturbado al agente. Hasta aquí un relato no fuera de lo común en el tema ovnistico, salvo para los desinformados. Y en cuanto a las detonaciones se refiere, nos hace recordar al famoso aterrizaje observado por Adolfo Zárate en territorio cubano un 15 de octubre del año 1995.  

 

Y en el mundo actual en que vivimos, muy frecuentemente hasta los propios conocedores del caso OVNI califican, que la probabilidad de ser visitados, controlados o manipulados por poderes externos, se va tornando incuestionable. Como escribiera el Dr. Jorge R. Bermúdez en su ilustrativa obra titulada "Ovnilogía cubana": “El fenómeno Ovni no solo es ya un fenómeno a escala de toda la humanidad, sino también a escala de cada una de las culturas que conforman esta gran humanidad. Al margen de toda interpretación científica o no, él existe como hecho cultural. Y es que el cosmos ha conformado tanto la evolución de la criatura humana como su cultura”.

 

¿IMFORMES SENSACIONALISTAS?

 

Cuando de hablar sobre misteriosas fuerzas ocultas se trata, la superficie antártica nos aproxima a un estudio en ocasiones comprensible. Conocer sus intrínsecas peculiaridades fueron, desde hace tiempo, propósito de historiadores, intelectuales, científicos, osados aventureros, exploradores y mili tares, algunos enraizados esotéricamente. Debemos hacer resaltar hechos en que la casuística OVNI se entremezcla con otros eventos aparentemente diferentes; y que pudieran tener relación o afinidad dentro del conjunto fenomenológico producido en la región austral, cuyo epicentro geográfico puede ser el Polo Sur y sus inmediaciones.

  

      Fig 2 "OVNI fotografiado cerca de la Antártida"

Una teoría que ha querido imponerse y que comentaré más adelante, es aquella preconizadora de la existencia del mundo interior o intraterreno, que enuncia una tierra desconocida, cuyas entradas estarían situadas en ambos polos terrestres.

Se pueden y deben resumir tres ideas que no deben ser, añado, totalmente inclusivas, siguiendo patrones que no están reñidos con la ciencia actual:

Primero: no necesita la Tierra ser hueca para albergar en su interior a foráneos.

Segundo: se tienen referencias sobre objetos desconocidos, saliendo de volcanes o entrando en ellos. También se ha divulgado la salida estrepitosa de OVNIs desde el interior de la helada capa que cubre el desolado continente antártico. Del interior de grandes oquedades, y diferentes lagos, ríos, bahías, estrechos, golfos, mares y océanos en todo el orbe.

 

Tercero: son varias las culturas antiguas, tradiciones, libros sagrados y leyendas, que nos explican cómo los humanos conocían entonces la existencia de una mítica apertura hacia un exótico entorno subterráneo, es decir, intraterreno.

  

Fig 3 "Una de las tantas representaciones de la Tierra Hueca"

Sin hacer gala de sensacionalismo, observamos como determinados investigadores, con prudencial objetivismo, de vez en vez asumen posiciones que poco se diferencian a las asumidas por sectores esotéricos, no atendiendo a priori razonamientos comúnmente admitidos, al mezclar cultura, ciencia y paraciencia. Aquí hacemos un paréntesis para recordar un fragmento de diálogo en la profunda obra titulada “Crónicas Marcianas”, escrita por el genial maestro norteamericano de la Ciencia Ficción Ray Bradbury, y tomado de uno de sus fértiles capítulos titulado “Mientras siga brillando la Luna”: Los marcianos, -escribía el autor-, "combinaron religión, arte y ciencia, pues la ciencia no es más que la investigación de un milagro inexplicable, y el arte, la interpretación de ese milagro. La ciencia entre ellos no se opuso a la belleza. Se trata sencillamente de una cuestión de grados. Un hombre de la Tierra piensa: En ese cuadro no existe real mente color. Un físico puede probar que el color es sólo una forma de la materia, un reflejo de la luz, no la realidad misma. Un marciano, mucho más inteligente, diría; este cuadro es hermoso. Nació de la mano y la mente de un hombre inspirado. Su tema y sus colores expresan la vida. Me gusta ese cuadro.”

 

Nuestro Interior

El interior terrestre ha sido por siempre motivo de investigación, aún hoy, en el mundo académico. La relación de estos estudios ha dado lugar a discusiones, en niveles filosóficos, geo gráficos, geológicos, geofísicos, meteorológicos y biológicos.    Pero, en el mundo astrofísico resaltan peculiaridades super a sombrosas, porque existen métodos que nos enseñan importantes aspectos a considerar con mejor entendimiento. Un ejemplo es aquel que trata sobre la fuerza de gravedad y su magnitud experimental, sugiriendo que, de la Teoría General de la Relatividad del genial Albert Einstein, dimanan las ondas gravitacionales.*9

 

El científico ruso Cherkáshin emitió en el siglo pasado una interesante hipótesis: el núcleo de la Tierra gira con más rapidez que su envoltura externa (en el manto) con una velocidad  17 ve ces mayor, exponiendo su criterio relativo a la naturaleza física de la aceleración que, según sostenía, un cuerpo en caída libre paradójicamente y acorde a sus cálculos, y girando nuestro planeta a tal velocidad, su superficie alcanza 0,465 kms/seg, mientras en la superficie de su núcleo *10 esta velocidad logra ría 4.3 kms /seg, velocidad angular utilizada por los satélites artificiales en baja altura que orbitan el espacio circunterrestre. Y es basado en esta hipótesis que se ofreció una eventual interpretación relacionada con la naturaleza de los campos electromagnéticos terrestres. *11  

 

IMPRESIONANTE GENERADOR DE ELECTRICIDAD

 

Curiosamente, apelando a la hipótesis mencionada anteriormente, es posible comprender mejor la naturaleza de los campos electro magnéticos terrestres, puesto que el corte de algún modelo semejante de ella, hace recordar a un generador eléctrico. *12. 

A partir de esa idea nuestro mundo es un gigantesco e inagotable generador eléctrico. El mismo fantástico razonamiento del señor Cherkashin, permite también explicar por qué existen cuerpos siderales desprovistos de campos magnéticos *13

 

Partiendo de esta base teórica se pudieran determinar:

 

 

El radio del núcleo.

Su masa.

Densidad.

Otros parámetros para la Tierra y planetas del Sistema Solar, incluyendo a mundos desconocidos en otros ámbitos galácticos.

 

Una investigación que es noticia actual -mayo del 2020- realizada en la Universidad de Illinois (Urbana) Champaingn, constató que el núcleo terrestre es giratorio. Durante 2013 científicos australianos establecieron que el núcleo de la Tierra rotaba a mayor velocidad que el manto. En el núcleo exterior se generan corrientes eléctricas y estas producen el campo magnético en nuestro mundo azul. La comprobación parte de estudios hechos por los años 90 del siglo XX, sobre los cambios de intensidad del campo magnético y determinados datos sísmicos anómalos. Esta rotación ejerce su influencia en los movimientos del polo magnético del planeta.  

 

En su tiempo, el investigador Cherkáshin permitía acercarnos a la naturaleza de la aceleración de la caída libre, explicando mejor la cuestión planteada por la Constante Gravitacional.

 

Estas magnitudes, junto con la velocidad de la luz, la unidad de carga eléctrica etc, figuran entre las constantes funda mentales física, asumiendo que la constante gravitacional por su naturaleza, está relacionada con el núcleo que gira.

 

Hay otra cuestión que alimenta esta novedad:

 

El momento cinético *14 de nuestro Astro Rey, constituye el 2 por ciento de la cantidad total de movimiento de los planetas, resultando obvio lo incongruente con el principio de conservación del momento de la cantidad de movimiento.

 

La Ciencia demuestra que el tercer planeta del Sistema Solar, produce un flujo de calor; no obstante, no hay una respuesta definitiva en relación a su origen. Existe una hipótesis que le adjudica una fuente radiactiva: neutrinos producidos por fuentes naturales subterráneas que provienen del manto terrestre, según evaluaciones realizadas.

 

En meses recientes fue detectada una misteriosa señal de radio proveniente de lo profundo de la Tierra. Un grupo de físicos dedicados al estudio de los rayos cósmicos en la Antártida, fueron partícipes de este raro descubrimiento: una señal de radio cuyo origen les pareció misterioso, ya que la misma se origina en el interior de nuestro mundo. Pero una nota periodística emitida por Physics Word explica que, probablemente, se traten de neutrinos colisionando con núcleos atómicos en lo profundo, que pueden producir explosiones de partículas cargadas, emisoras de ondas radiales y que posteriormente rebotan desde el interior hasta ser detectados. Y, más nada se dijo. la sugerencia de una posible civilización intraterrena quedó opacada nuevamente por otra (oportuna) consideración científica. *15

 

Otro sobresaliente descubrimiento del área antártica hace referencia a una rica biosfera subterránea con un tamaño que duplica al de los océanos terrestres. Especialistas del Diep Carbon Observa tory (D C O) identificaron un descomunal sistema subterráneo de vida profunda, el cual abarca también casi dos veces la totalidad de nuestros océanos, con una masa de vida - microorganismos - cuyo peso puede rebasar los 23 mil millones de toneladas.

 

Entre los descubrimientos, el más significativo resultó ser que algunos de esos microorganismos pueden mantenerse miles de años metabólicamente activos, y, de acuerdo con lo investigado, los tiempos subterráneos no son iguales a los nuestros.*16

 

Como requiere señalar, repito, no necesita existir una Tierra Hueca para demostrar habitabilidad interior, procesos irreversibles del desarrollo actual en distintos parámetros científicos (algunos son una verdadera incógnita), u otros descubrimientos geológicos y bioquímicos etc., y, resalto, el mantenerse aún "intocables" aquellas versiones que buscan dar crédito al creativo sendero esotérico - ocultista.  

 

Estimo que sólo hemos tocado unos pocos aspectos de los tantos que complementan la variedad de interrogantes que presenta el intrigante y gélido espacio continental antártico. Por el momento es suficiente. En próximos trabajos trataremos de demostrar otros particulares hechos, en el que convergen la realidad histórica y la problemática OVNI, entre otras curiosidades y complejas coincidencias misteriosas. Todos los contenidos deben compenetrarnos, en definitiva, con la comprensión de un cuadro más consecuente sobre este apasionante tema, que cada día parece sugestionar y superar más por sus encantos y fascinantes secretos.  

 

Continuará

 

             

1-     Jan Van Rijckenborgh, (1877 - 1962) místico gnóstico holandés, fue fundador de la escuela hermética rosacruciana.

2-     Accionando talento e imaginación, Rijckenborh explicaba como entendía lo relativo a las dos corrientes magnéticas (primarias) terrestres. Según el concepto expresado por él, estas se mueven en forma espiralada, logrando alcanzar alturas enormes, y adquiriendo una verticalidad mejor acentuada con relación al planeta Las grandes distancias entre sistemas solares son superadas si, según el expositor, comprendemos teóricamente esa sugerencia desarrolla por él. Los tripulantes de Ovnis provenientes de sistemas lejanos ubicados en nuestra Vía Láctea, descubren, estudian y trabajan con la corriente magnética atrayente de la tierra. El ingenio se aproximaría a nuestro mundo, inicialmente de forma vertical, para, posteriormente, comenzar otro moviendo en espiral, - girando – en torno al tercer planeta y cumpliendo definitiva o parcialmente su misión.

3-     El retorno lo haría inversamente, pues el aparato alienígena entraría en el campo de la corriente magnética repelente terrestre.

4-     ¿La futura formación del agujero en la capa de Ozono? No consta en los datos reales publicados.

5-     EUROPA NEUESS 1 de enero / 1959.

6-     En los años 60 del siglo XIX, época de auge espiritista, la sesión protagonizada por la señora Millar en su propio hogar fue más que memorable. Mientras ella tocaba el piano, las patas –delanteras– se alzaban unos 10 centímetros del suelo. Y todo ello en presencia del propio Lincoln y otras personalidades. Debemos resaltar que la médium realizaba la experiencia en estado de trance.

7-     Nadie, tres semanas después, había podido dar explicación satisfactoria al enigmático suceso.

8-     Detonación seca como la que sintió el campesino cubano Adolfo Zárate durante su Encuentro Cercano del 15 de octubre /1995, cerca del poblado nombrado Torriente en la provincia de Matanzas, Cuba.

9-     En teoría, desde la segunda mitad del siglo XX, las ondas gravitacionales surgen debido al cambio de la masa, de igual manera que el cambio de la carga eléctrica conduce a la formación del campo electromagnético.

10- Si se tiene en cuenta el radio de dicho núcleo conocido geológicamente.

11-  En este caso, el estator es el manto y el rotor el núcleo que gira más rápidamente.

12- Sencillamente, porque la velocidad con que gira el núcleo es insuficiente para la formación del campo magnético, o porque es tos cuerpos celestes carecen generalmente de núcleo.

13- Hace más de 300 años, el reconocido astrónomo Edmund Halley -al que recordamos por ser el descubridor del cometa que lleva su nombre- sugirió, en 1692, que las capas internas de la Tierra rotaban a diferente velocidad que la externa.

14-  Momento del impulso.

- Este núcleo gira aproximadamente 219 veces más rápido que la envoltura externa -.

15- Científicos que forman parte del programa Antartic Impulsive Transient  Antenna (ANITA), proyecto que se sirve de globos para  localizar e identificar señales  producidas por partículas raras provenientes del espacio profundo.

16-  Se ha encontrado evidencia de selvas tropicales cercanas al Polo Sur hace 90 millones de años, durante el período cretáceo, y que las temperaturas eran tan cálidas que el continente antártico estaba cubierto de vegetación.

 

 

REFERENCIAS:

 Archivo del autor

 - Azhazha Vladimir, ¿Ciencia o Ciencia Ficción? (Un intento de ensayo sobre los platillos voladores)

Revista URSS, enero de 1989, Págs. 69-72 (Ex URSS).

 - Berlitz Charles, El Triángulo de las Bermudas, Plaza & Janés Editores, S.A. 1974 Barcelona, España.

 - Bermúdez Jorge R., Ovnilogía cubana, Editorial Capiro, 2008 Santa Clara, Cuba.

 - Extraterrestres cargan baterías en Uzbequistán, Periódico Girón, 3 de julio 1989, Matanzas, Cuba.

 -  Misteriosa lluvia de ladrillos. Periódico Juventud Rebelde, 26 / 4/ 90 , Cuba

 - Van Rijckenborgh Jan, No hay espacio vacío, Editores Madrid:

Ediciones del Lectorium Rosicrucianum, 1986, España.

 

 

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