Por Orestes Girbau
El testimonio proviene de fuentes científicas llenas de crédito y objetividad desde la ex Unión Soviética.
Desmentidos posteriormente por la flor y nata de la física rusa en aquellos tiempos, resulta ser actualmente un caso excepcional, no existiendo espacio para la equivocación o el engaño. Se trata de toda una experiencia ufológica dentro del ámbito científico.
Tres testimoniantes:
Robert Vitolniek, investigador del Laboratorio Astrofísico en la Academia de Ciencia ( antigua URSS ).
Ian Meldiris y Esmeralda Vitolniek, miembros de la Sección Latvia, en la Sociedad Nacional Astronómica y Geodésica.
La declaración conjunta de aquellos respetables científicos, representan con toda justicia un escalón más, en el largo camino del entonces naciente proceso ufológico ruso.
Declararon lo siguiente:
" Cuando estábamos observando la ionosfera, y las nubes luminosas en la estación de observación de Ogre, Latvia, el 26 de Julio del año 1965, notamos, a las 9.35 pm, una estrella en extremo brillante que parecía moverse lentamente hacia el Oeste. A través de unos binoculares de ocho potencias pudimos discernir un pequeño punto chato. El aumento verificó, que era un disco semejante a un lente de unos 300 pies de diámetro, con una pequeña comba claramente visible en su centro.
Alrededor del disco, a una distancia de dos diámetros suyos, tres bolas describían lentamente una circunferencia. Los cuatro cuerpos eran de color verde perlino mate. El sistema completo menguaba como si se estuviera alejando de la Tierra. Quince o veinte minutos más tarde, las bolas comenzaron a separarse del disco, cada una en su propia dirección. La bola central también dejó su lugar y voló hacia un lado. A las 10 pm todos desaparecieron de la vista volando.
El fenómeno fue distinguido al noroeste de la estación como a 60 grados sobre el horizonte, al parecer a una altura de unas 65 millas. A juzgar por la velocidad de su movimiento en el campo de visión, el sistema permaneció inmóvil en el espacio, y su aparente movimiento no era sino la rotación de la Tierra. Un cohete espacial se habría movido con mucha mayor celeridad. Además un cohete o un satélite de la Tierra es un objeto y no un grupo de objetos."
El anterior representa otro contundente hecho para los que no conciben todavía ciertas imágenes satelitales. Resultaba "natural" que tan desconcertante observación tuviera sus detractores. Y es que la información había sido publicada nada menos que por el New York Times, y semejante osadía no podía quedar impune. Por "amor" a la verdad los tres audaces científicos -que se hallaban en el cumplimiento de su deber- fueron descalificados publicamente por autoridades científicas de mayor nivel, y el interesante evento olvidado mucho tiempo.
Sin lugar para la duda, el singular suceso no iba a ser único en la antigua URSS. Acorde a otras fuentes responsables, hombres de Ciencia rusos avistaron una media luna delante de la cual y hacia los lados de ella, y a una distancia rigurosamente determinada, volaban tres globos luminosos. La media luna avanzaba con la parte convexa hacia delante. Posteriormente, el conjunto hubo de detenerse, y poco después iniciaba el vuelo en el mismo orden pero en dirección opuesta. Poco tiempo antes de desaparecer, los testigos notaron que los globos se habían acercado a la media luna fundiéndose con ella.
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