Científicos de las más diversas ramas y organismos gubernamentales de diferentes países han elaborado muchas teorías acerca de la causa de fenómenos extraños que se observan en el cielo. Algunos aseguran que estos acontecimientos podrían ser causados por:
Fenómenos atmosféricos: peculiares formaciones nubosas, perturbaciones eólicas, reflexión lumínica de la luz solar, refracción atmosférica, espejismos ópticos.
Distorsión óptica al haber capas calientes de aire por encima de las frías. También estas anomalías, según los meteorólogos, pueden dar lugar a una distorsión de las ondas de radar provocando ecos fantasmas en las pantallas.
Fuegos fatuos: en los charcos y marismas, la descomposición orgánica libera metano. Cuando este gas entra en ignición por combustión espontánea o caída de rayos, por ejemplo, se producen globos luminosos que flotan sobre el agua estancada. El mismo efecto se produce con el vapor de amoníaco.
Los terremotos podrían también ser los causantes de efectos luminosos extraños: en numerosas ocasiones se han observado fosforescencias o masas incandescentes ante el desencadenamiento de un terremoto; esto indica que los temblores de tierra disparan ciertas reacciones electromagnéticas con un componente luminoso en la atmósfera.
El rayo redondo presenta una apariencia similar al fenómeno ovni. Estas bolas de fuego son masas esféricas de aire ionizado que se originan en las tormentas y después de desplazan, aparentemente al azar. Avanzan, se detienen un momento y zigzaguean para desaparecer finalmente con un estampido o silenciosamente. Su constitución es mal conocida y exhiben tonalidades rojas, azules y violáceas. Phillip Klass los asimila a una forma específica de plasma natural. Al parecer están dotados de electricidad estática y su duración es transitoria. Suelen observarse casi siempre a baja altura y adoptar formas elipsoidales y cilíndricas de fuerte luminosidad.
Fenómeno electromagnético llamado «corona, que en ocasiones se advierte desplazándose a lo largo de cables de alta tensión en forma de fuerte luminosidad semejante a una esfera, disco o anillo. A baja altura adoptaría a veces la forma de un rayo globular y esto explicaría por qué aparecen OVNIS tan frecuentemente en proximidad con los tendidos eléctricos de alto voltaje.
Michael A. Persinger y Gyslasine F. Lafreniere han encontrado una correlación positiva entre fenómenos anómalos, fallas geológicas y llamaradas solares, tras el estudio de 1.242 casos ufológicos y 4.818 sucesos insólitos de todo tipo. Estos investigadores de la Universidad Laurentian de Sudbury (Ontario) sostienen que tanto la eyección explosiva de material ardiente en la superficie del sol, como los movimientos sísmicos, pueden generar campos energéticos localizados, que en ciertas circunstancias crean plasmoides luminosos e incluso interfieren en el funcionamiento normal del cerebro humano, provocando alucinaciones «ufológicas». Algunos de tales plasmas solares, son detectables por el radar.
Fuente: Ovnis, todas las respuestas- Ignacio Darnaude Rojas- Marcos.
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