El 19 de septiembre de 1976, el director general de la Fuerza Aérea Iraní, el General Parviz Jafari, recibió informes de que se había visto un objeto volador no identificado cerca de la base aérea de Mehrabad, en Teherán. Los controladores de tráfico aéreo informaron que habían detectado un objeto desconocido en sus radares y que parecía estar siguiendo a dos aviones militares iraníes en patrulla.
El General Jafari ordenó que dos aviones de combate F-4 Phantom despegaran para investigar. En el aire, los pilotos notaron que un objeto brillante, de forma ovalada, se encontraba a unos 70 millas náuticas en su puntero, por lo que procedieron a interceptarlo.
Cuando los aviones militares se acercaron al objeto, este comenzó a emitir rayos de luz que parecían desactivar los sistemas de armamento y de comunicación de los aviones. Los pilotos intentaron lanzar misiles hacia el objeto, pero sin éxito. Después de unos momentos, el objeto desapareció repentinamente.
La Fuerza Aérea Iraní inició una investigación sobre el incidente, y varios oficiales de inteligencia de la CIA fueron enviados a Teherán para entrevistar a los pilotos. Algunos sugieren que la CIA tenía interés en el incidente debido a la proximidad de Irán a la entonces Unión Soviética y la posibilidad de que se tratara de un vehículo experimental soviético.
Este avistamiento OVNI también fue investigado por el periodista británico Timothy Good, autor de varios libros sobre ovnis. Good entrevistó a los pilotos implicados y sugiere que el incidente fue uno de los casos más convincentes de encuentros ovni con militares.
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