Por Martha Jacqueline
Iglesias Herrera
Le damos la bienvenida y espero que esta entrevista sea de interés para
nuestros lectores.
JK: Para empezar esta entrevista quisiera preguntarte:
¿cuándo comienza tu inquietud por el fenómeno OVNI y en qué medida tu interés
por el mismo ha cambiado tu percepción de la realidad?
Mi temprana inquietud sobre el fenómeno OVNI se remonta a mi infancia,
influenciado por el conocimiento de las noticias provenientes de la carrera
espacial entre los EEUU y la ex URSS, que permitían inferir una factible
expansión de las fronteras espaciales; la observación de series de TV y
películas de ciencia ficción, algunas de ellas ligadas a la temática OVNI-ET,
que invitaban a especular sobre otras civilizaciones tecnológicamente
avanzadas; y la concreción en mi provincia (Mendoza, al oeste de la Argentina)
de un Congreso nacional e internacional (el astrónomo y ex asesor de Project
Blue Book J. Allen Hynek estuvo entre sus asistentes) que fomentaba la
divulgación del tópico, apalancado por diversos programas radiales que
escuchaba con mi familia, fueron el combustible inicial para alimentar mi
interés en los OVNIs y sus presuntos tripulantes. Quizás mi percepción de la
realidad sobre este problema me llevó a plantearme sobre la existencia de
“otras realidades” desconocidas, o tal vez poco conocidas y a la necesidad de
cuestionar lo establecido, y con el tiempo descubrir las persistentes
estrategias de manipulación, negación, confusión e intoxicación dentro del
debate e investigación del fenómeno OVNI por parte de individuos y grupos con
diversos intereses, mayormente contrarios a la resolución de este prolongado
misterio.
JK: A tu entender, ¿cuál ha sido el impacto de cambiar la
nomenclatura de OVNI a UAP en el estudio de los fenómenos ufológicos? ¿A qué
intereses militares, geopolíticos y de inteligencia crees que respondería esto?
El cambio histórico de términos y nomenclaturas (“platillos voladores”,
OVNIs, FANIs/UAPs) ha tenido el pretendido propósito de intentar
desestigmatizar el fenómeno para que no sea asociado automáticamente con la
idea de “lo extraterrestre”. Mientras que en los ámbitos de la ciencia y del
llamado complejo militar-industrial-de inteligencia su finalidad es el de
lograr una suerte de neutralidad en su tratamiento y abordaje, sin prejuzgar su
potencial origen o naturaleza; en los medios de comunicación y parte también de
la comunidad de inteligencia el manejo de expresiones suele ser indistinto o
descuidado, ya que raramente se busca informar o formar al público sobre el
asunto, sino más bien entretener, distraer y, a veces y de manera más sutil y
encubierta, poner trabas a su esclarecimiento. El dominio y control de
tecnologías exóticas más avanzadas a las terrestres contemporáneas por parte de
alguna superpotencia, es cuando menos una excusa más que valedera para que
sostengan esas cuestionables prácticas.
JK: Se está promoviendo una nueva narrativa UAP (que
incluye globos espías, aviones no tripulados o drones) basada en la seguridad
nacional y en presuntos incidentes de difícil explicación. ¿Cómo opinas que ha
influido este cambio de estrategia en la forma en que los pilotos y soldados
informan sobre avistamientos de aeronaves no identificadas?
El personal militar está obligado a comportarse conforme a las normativas
vigentes en sus respectivos países, es decir, son pasibles de sanciones si
reportan sobre “algo” indebidamente. Al mismo tiempo siempre ha coexistido una
narrativa oficial que busca confundir a los OVNIs con otras formas de
tecnologías avanzadas de origen terrestre comprobable, de modo tal de estar en
situación de controlar el discurso porque en cualquier caso habrá elementos que
serán de interés para la seguridad nacional. Pero muchos de estos testigos
están asumiendo que hay algo de carácter superior, quizás esencial a nuestra
naturaleza que estaría siendo vulnerado por estas medidas y por ello se sienten
motivados a relatarlos, difundirlos, para que sea discutido más abiertamente.
¿Cuál crees que es el objetivo de esta nueva narrativa
UAP en términos de atención mediática?
Esta nueva narrativa puede buscar en algunos casos confundir o desestimar
las denuncias de los testigos para mantener el control de la información que se
difunde; otros medios, por el contrario, pretenden que la conversación sea más
amplia y que preferentemente salga del manejo “oficial” con el fin último de
lograr que la búsqueda genuina de los hechos no esté condicionada. No debemos olvidar que los medios de comunicación, sean
públicos o privados responden a determinadas agendas y sus propósitos no siempre
son discernibles.
JK: El ex funcionario de inteligencia, David Grusch,
alegó «que el gobierno de Estados Unidos tiene un programa encubierto centrado
en la recuperación de restos de naves espaciales estrelladas de origen no
humano y que está tratando de aplicar ingeniería inversa a esta tecnología». En
términos de la divulgación de información clasificada y la posible existencia
de programas secretos relacionados con los OVNIs, ¿cómo podría afectar esta
controversia la confianza pública en las instituciones y en la transparencia
del gobierno?
El testimonio de David Grusch cuenta con valiosos respaldos militares,
políticos y de inteligencia. Y resistencias y rechazos desde esos mismos
ámbitos. Si lo relatado finalmente se confirma, una crisis de alcance inconmensurable
puede desatarse y socavar las bases políticas, sociales y culturales sobre las
que se asienta la democracia estadounidense. Pero también puede implicar un
cambio de era cuyas ondas expansivas pudieran trascender las fronteras de ese
país y repercutir en otras naciones. Los intereses corporativos en juego no lo
harán nada fácil al proceso.
JK: La tecnología antigravedad siempre ha sido un tema
fascinante y controvertido. Durante décadas, ha habido informes y teorías sobre
la existencia de aviones que utilizan esta revolucionaria tecnología para
superar las limitaciones impuestas por la gravedad terrestre. Richard Boylan ha
sido uno de sus máximos exponentes al plantear que desde hace más de 60 años
existen aviones construidos con tecnología antigravedad. ¿Qué opinas al
respecto?
La tecnología antigravedad esta íntimamente ligada a la narrativa OVNI, ya
que no es raro encontrar testimonios relatando ver a estos aparatos flotando
irrestrictamente en los más diversos escenarios. El anhelo de dominar tal
capacidad es universal y se extiende al desarrollo de aeronaves tales como
globos y dirigibles, helicópteros, aviones de despegue vertical y drones. Pero
sus capacidades operacionales demuestran ser limitadas en comparación con los
OVNIs. Las afirmaciones de Boylan son controversiales y podrían confirmarse
solo si se levanta el velo que cubre a los desarrollos clandestinos ejecutados por
las principales corporaciones aeroespaciales.
JK: La comunidad científica tiende a ser escéptica hacia
el fenómeno OVNI y encuentra explicaciones convencionales para muchos
avistamientos. A tu entender, ¿cómo podría fomentarse un diálogo más
constructivo entre la ufología y la ciencia establecida para comprender mejor
estas experiencias?
El diálogo constructivo se lleva a cabo de una manera paulatina y asertiva
por parte de científicos que integran la llamada “ufología”, tales como Jacques
Vallee, Garry Nolan y Avi Loeb, por citar algunos casos. Sus conocimientos,
artículos científicos, experiencias y capacidades permitirán atraer a otros
colegas a la arena ufológica, a lograr visibilizar al “Colegio Invisible”, algo
que se potenciará si el tabú sobre la temática de desvanece. No será algo que
se logre fácil ni rápidamente, solo con persistencia y rigurosidad la verdad
será alcanzada.
JK: ¿Cuál es tu opinión sobre el trabajo de Avi Loeb en
relación a la hipótesis de la tecnología extraterrestre en el objeto
interestelar conocido como «Oumuamua»?
La hipótesis de Loeb acerca del origen extraterrestre de Oumuamua se
extiende a sus intervenciones en el proyecto Breakthrough Starshot, que
involucra el desarrollo de velas de luz para viajar a Alpha Centauri, y a sus
recientes exploraciones en las profundidades marinas inmediatas a Papua Nueva
Guinea de IM1, otro objeto de naturaleza interestelar; es decir, se trata de un
académico que a sus teorías busca respaldarlas con la evidencia en el terreno y
el desarrollo tecnológico que pudiera replicar con vehículos conceptuales
equivalentes a lo que considera que sería Oumuamua, una forma de vela de luz o
solar. Espero que el tiempo y su sapiencia le permita arribar a buen puerto...
JK: ¿Cómo crees que deberíamos abordar el contacto con
una civilización extraterrestre avanzada? Según tu opinión, ¿cuáles serían las
implicaciones para nuestra sociedad y nuestro mundo?
El contacto confirmado con civilizaciones extraterrestres sería un evento
de connotaciones revolucionarias que impactaría en todas las creencias y
saberes de nuestro planeta. Para algunos puede ser algo beneficioso,
productivo, evolutivo; para otros una amenaza, un riesgo, algo para evitar. Por
ello su abordaje necesariamente debería ser multidisciplinario, multicultural,
multiconfesional, ya que no habrá área alguna del ser humano que no se pudiera
verse afectada por esta existencia. Sera un problema mundial que requerirá una
respuesta colectiva y concertada.
JK: Ya para concluir, ¿qué consejos podrías darles a
aquellos que se acercan por primera vez al fenómeno OVNI?
Mi sugerencia para aquellos que buscan acercarse al conocimiento del tema
OVNI es inicialmente manejarse de manera intuitiva para luego darle lugar a una
ponderación más razonada, en donde se encuentre información que sea
comprobable, seria y racional, que se aleje del sensacionalismo y la
banalización. La duda y el error pueden ser inevitables, pero si le siguen la
corrección y rectificación la vía será la adecuada. No hay seguramente una
fórmula única y certera, por eso es conveniente seguir a investigadores,
científicos y divulgadores respetables y respetados.
Agradezco a Luis Emilio por dedicar parte de su tiempo a
la realización de esta entrevista.
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