Por Orestes Girbau
En la Ciencia de la meteorológica se define a la
nube como un conjunto visible de partículas minúsculas de agua o hielo, así
también formadas por corpúsculos sólidos -humo industrial– gases, polvo, etc. que están suspendidos en
el aire libre.
Según su estructura, las nubes se clasifican en
Cirrus, de aspecto plumoso (nubes al tas), estratos o nubes en capas medias y
los cúmulos, en que se encuentran aquellas que presentan desarrollo vertical
(bajas). Cada clasificación tiene
distintos géneros.
Ejemplos:
Nube baja (Cúmulo húmilis), media (lenticular),
alta (Cirrus fibratus).
Existen formaciones de Cumulonimbos o Yunques,
que se tornan a la vez en nubes bajas, medias e incluso altas. Por otra parte,
se registran las nubes Nacaradas, espectáculo bello por su brillantez y
colorido, formadas en altas latitudes. Las nubes Plateadas resultan igual de
atrayentes, siendo vistas a 80 kilómetros de altitud.
NUBES RARAS
En determinas ocasiones se han observado nubes
que, por sus formas atípicas, dimensiones, determinadas particularidades
meteorológicas y/o medio ambientales, orígenes, altitud, coloraciones,
luminosidad, características ópticas y peculiaridades físico químicas, escapan
a toda clasificación establecida en los Catálogos Mundiales.
Estas raras nubes han sido avistadas en cielos de
diferentes regiones del planeta, y durante las distintas épocas.
NUBES Y OVNIS EN LA PREHISTORIA
Por mucho tiempo hemos leído u oído hablar del
Marciano de Ferganá, (Uzbekistán) que para selectos especialistas y estudiosos
ha sido el máximo exponente de la Paleocosmonáutica. De un tiempo a la fecha
hemos podido “verificar”, que esta emblemática pintura neolítica y
representativa escena extraterrestre, ha pasado al más desfavorable plano
informativo, ya que según afirman ahora ciertos investigadores, el pretendido
dibujo es fraudulento. Todo parte de una
firma en miniatura esbozada por el autor del controvertido dibujo, (*1) de un
artículo aparecido en la revista soviética Sputnik (enero 1967) cuyo fin era
apoyar el trabajo de un conocido investigador ruso.
Pero hablamos sobre pruebas. Si decimos que la pintura original fue
retocada en dicha revista, todo parecería menos incongruente en cuanto a la
versión final y fecha se refiere.
Pasemos al dibujo en cuestión: Delimitamos el
espacio que corresponde al cielo y notamos la diferencia entre cuerpo celeste,
OVNI y nubes, observamos demasiada originalidad. Suponemos que el disco oscuro no es una
nube lenticular, cuando los demás elementos dibujados aparecen diáfanos y
sugerentes.
Si la caprichosa obra artística realizada hace
6000 – 7000 años atrás pertenece a un hombre neolítico, éste humano antiguo
supo diferenciar a las nubes del cuerpo volador o flotante, apreciando hábil y
definidamente sus contornos. ¿Por qué
considero que tal vez no es un fraude del todo?
La primera noticia del hallazgo no surge en la citada
revista ni tiene la fecha aludida. Veamos:
Durante el verano del año 1965 el prestigioso
periodista e investigador cubano Oscar Hurtado, anunciaba el descubrimiento de
Ferganá. El preciso informe lo hizo a través de un Prólogo realizado por él en
uno de los populares libros que, como parte de la Serie Editorial Dragón salía
al mercado por aquella época. Al año siguiente (1966) en la revista cubana
Bohemia, aparecía el mismo trabajo – ampliado -. Ya Hurtado había visitado Moscú y
establecido relación amistosa con el célebre escritor Alejandro Kazántsev. Tengamos en cuenta la existencia de una
primera historia, y que la prensa mundial de 1965 – y no en 1967–
divulgaba. Esta primicia comenzó
al conocerse durante un viaje efectuado a Ferganá por un colaborador científico
del Instituto para la Cría de Ovejas de Caracul, (Samarcanda) nombrado G.
Shatski. En las cercanías del pueblo de Ojná, tuvo la oportunidad de descubrir
unas curiosas pinturas ancestrales, encontrando una particularmente enigmática.
En efecto, el cuadro artístico representa a un humanoide tocado con una especie
de yelmo (y otro ser con antenas) que lleva a sus espaldas una “mochila” con
balones. Los pliegues del
traje parecen inconfundibles.
Debemos señalar dos aspectos: primero, que ese informe noticioso fue
conocido el 24 de enero del año 1965; Segundo, que la muestra rupestre tiene
analogía con otra descubierta en los Alpes italianos por el renombrado
arqueólogo francés E. Anati anteriormente, (1956). Y algo más: La zona es en la
actualidad intransitable para los investigadores.
LAS NUBES NO COMUNES SE INSERTAN EN LA HISTORIA
Los estudiosos pueden constatar que nuestros
cielos hoy están más contaminados, y sobrevolados; en los mismos se realizaron
experimentos nocivos, independientemente de lo que pudiera significar la
presencia foránea, los cuales – y el autor así lo considera– posiblemente no sean elementos de
contaminación, si son movidos por motores antigravitacionales.
Una de estas extrañas agrupaciones nubosas fue
fotografiada en Marsella, Francia, el 3 de julio del año 1955. Las nubes se
asemejaban a grandes trompos ensanchados o embudos. No hubo explicación
convincente sobre las causas que motivaron tan sorprendente aparición aérea de
tipo nubosa, o por lo menos en aquellas fechas no la tenían.
La mayoría de las nubes poco comunes son
naturales y de tipo lenticular. Esas
espléndidas y vistosas formaciones nubosas, guardan similitud con los discos voladores,
y no tienen que ser o parecerse necesariamente a los OVNIs, porque los objetos
sin identificar poseen y registran diversas formas, características y
composiciones físicas (teórica y estadísticamente hablando). En el caso de las
formaciones lenticulares, pueden formarse a partir de vientos elevados batiendo
encima de terrenos escarpados. A un
nivel reducido, corrientes calientes de aire pueden propiciar la silueta nubosa
con forma discoidal.
Desde tiempos remotos las antiguas culturas
reseñaron nubes sui-géneris, estableciendo precedentes dentro del folklore, las
crónicas, y tradiciones de los pueblos, influyendo en su mentalidad. En el
Libro 1 de Los Reyes, en el Antiguo Testamento (8 10-11) se menciona: “La nube
apareció majestuosa sobre el Templo de Salomón, en Jerusalén”.
En la Edad Media numerosos grabados resaltan
sorprendentes siluetas o imágenes ce lestes que no concuerdan, a pesar de que
la imaginería entonces tenía una influencia considerable.
Hoy, al igual que ayer, el mayor problema que
resalta es que tales manifestaciones fenomenológicas tienen una manera insólita
e inesperada de producirse. Hay indicios que las vinculan con conocidos
fenómenos magnéticos, producto de las explosiones solares, la física del Plasma
u otros eventos atmosféricos de tipo químico-luminiscentes, la ionización y
hasta electromagnéticos.
Es lógico entender que, en el pasado, los
reportes de casos inusitados acaecidos en el océano aéreo terrestre no fueran
comprensibles por:
- No ser investigables, debido a la incapacidad
científica–tecnológica que prevalecía entonces. Los fenómenos inusuales eran
prácticamente imposibles de desentrañar, mistificándose en no pocas ocasiones.
- La comunidad científica de otras épocas no
podía evaluar las anomalías, y por consiguiente no podían solventar respuestas
razonables, teorizando solamente; careciendo de suficientes datos estadísticos
para investigar adecuadamente.
- No podían por tanto hacer mediciones de rigor, con la objetividad
necesaria.
Acorde con criterios científicos especializados
actuales las referidas nubes pueden deber su origen a:
Fenómenos producidos por la actividad humana, ya
sea industrial, militar, el desbalance ecológico y la contaminación ambiental, amén
de ciertos y verificados fenómenos naturales poco comprendidos.
Procesos de naturaleza incognoscible para la
Ciencia contemporánea que nada o poco tienen que ver con el anterior aspecto
mencionado. Esta posibilidad –y a pesar de nuestro adelanto- continúa siendo
considerada por tratarse de manifestaciones impredecibles, en contra de leyes,
parámetros y conceptos sostenidos como válidos; principios claramente
establecidos hasta hoy, representando un reto más que debe nuestra Ciencia
encarar.
Pero también se suman otros puntos de vista;
acorde con ellos se deben a:
Presencia foránea relativa al fenómeno OVNI,
suponiendo que algunos casos aquí señalados impliquen la sugerida intervención
directa o indirecta por parte de EBEs. *2
La probabilidad de la tercera consideración
producto del resultado directo de la realidad incuestionable, producto de las
otras dos últimas anteriores, pudiera ser factible.
En el presente se conoce:
La existencia de nubes con iluminación propia,
movimiento autónomo, cambios constantes de formas, y abundante irradiación.
Experimentos aeroespaciales cuyo ejemplo podemos
encontrarlo en la formación fusiforme, que surgió sobre Moscú en el mes de mayo
del año 1981, debiéndose al desvío de un satélite soviético según fue informado
posteriormente*3. Y antes, el 2 de enero, pero del año 1959, el Lunik I, al que
pudo fotografiarse sobre Edimburgo la nube amarillenta de Sodio, que el cohete
había lanzado al espacio cuando cubría la cuarta parte de la distancia a la
Luna.
Experiencias científicas (meteorológicas,
geofísicas y físico-químicas) en la atmósfera que provocan diferentes formas
nubosas luminosas. Ejemplo: las nubes de Bario.
Indicios basados en pruebas fotográficas,
películas y otras evaluaciones más hechas en computadoras o por medio de
instrumentos y equipos de alta tecnología, que parecen atribuir la autoría de
unos cuantos hechos relacionados con nubes inclasificables, a la presencia de
inteligencia, quizás extraterrestre.
Respecto a esas pruebas indirectas hay unas entre
centenares de evidencias, que dan testimonio lo antes mencionado. Veamos
algunos hechos a manera de ejemplo:
Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. 8 de octubre /
1947.
Un ex piloto de aviación y otros testigos,
afirmaron haber observado a poca distancia una enorme estela que apareció a
gran altura en el cielo. Su velocidad
fue estimada entre 600 y 1000 km/h. El objeto que producía la Cotra (estela) no
era visible. Y tenía la misma blancura
de una nube en disipación un cuarto de hora después. El cuerpo prosiguió su
trayectoria en la misma línea recta para efectuar después un giro de 180 grados
dentro de un radio de entre 7 a 20 kilómetros, y alejándose definitivamente en
un cielo con 0/8, -de cielo cubierto– es decir, completamente despejado.
El astrónomo y ufólogo estadounidense A. Hynek
contratado posteriormente por la Fuerza Aérea norteamericana y asesor del denominado
Proyecto Signo, creado ese mismo año el 30 de diciembre, afirmaba entonces: “En
todo, menos en la trayectoria seguida, la descripción podía ser la de un
meteoro, pero el viraje resulta fatal para esta hipótesis simplista, ya que
jamás ningún meteoro viró sobre sí mismo. En este caso el informe debía
inclinarse ante la hipótesis de un fenómeno desconocido”.
¿Acaso se trató del avión experimental X-1?
Pudiera en cuanto a su velocidad, pero, ¿podía llevar a efecto semejante maniobra?
Su invisibilidad pudiera estar justificada, pues la altura o la pintura
especial (o el material de que estaba revestido) si resultan explicaciones
plausibles. El giro es el que continúa siendo sorprendente en pleno siglo XXI.
Comparando la fecha del calificado avistamiento con episodios que marcaron
hitos en el desarrollo aeronáutico, observaremos falta de coincidencia. Fue el
14 de octubre del 1947 cuando Charles Yeager, piloto de un X-1 se convertiría
en el primer terrestre en romper la barrera del sonido volando horizontalmente
sobre Edwards, California. Alcanzó 1078 km por hora volando a casi 13
kilómetros de altura. Tampoco el caza
bimotor de ala circular XF5U-1 debió haber sido la causa del Encuentro Cercano
Tipo 1, si bien es conocido que en 1947 ese prototipo experimental se hallaba
en Edwards, también se sabe que no voló por aquellos tiempos. Recordemos que la
experiencia ocurrió antes y en el estado de Nevada.
Olorón, Francia, (1952). Una nube cilíndrica desprendió un enigmático
rocío. Eran parecidos a hilos delgados. Además, (y he aquí un aspecto que se
debe apreciar) un número de objetos de menor tamaño y color rojo seguían a la
formación mayor, desprendiendo cierta sustancia que cubrió durante su
recorrido, incluso, a los testigos.
La tarde del 14 de diciembre de 1954, los
habitantes de la ciudad de Campiñas, Brasil, vivieron una extraordinaria
pesadilla aérea. Tres de los conocidos discos volantes volaron sobre la
populosa urbe. Y uno de los discos inició una oscilante caída. Los dos objetos
restantes volaron lento en derredor del platillo afectado. Cuando el cuerpo que
se caía estaba a unos 300 pies de altura emitió unas detonaciones sordas, lanzando
varios chorros de un líquido color plateado. Dando tirones, el OVNI remontó el
vuelo, perdiéndose junto a sus dos acompañantes rumbo a las alturas. Acorde con los testimonios todo el fenómeno
transcurrió en pocos segundos. Se dijo
que el área tuvo que ser acordonada por las autoridades, las cuales se llevaron
restos de la desconocida sustancia.
Las calles, aceras y techos se hallaban bañadas por aquella materia, y una
necesaria conferencia de prensa que no se hizo esperar llegó después.
Autoridades de la Fuerza Aérea brasileña, afirmaron que el líquido se trataba de
estaño*4. Esta historia hubiera quedado así de no haber entrado a jugar otro
factor: Resultó que un ciudadano, el doctor
Rivaldo Maffei, quien era químico, pudo recoger y realizar análisis de tan
sospechoso material, declarando sin ambages a la prensa que el contenido era
estaño, conteniendo un 10 % de impurezas que no logró determinar. El metal
impuro dijo, no eran antimonio ni hierro. Tampoco contenía otras impurezas del
estaño. A diferencia del caso francés, los objetos avistados no tenían aspecto
nuboso.
En diciembre del año 1955, la tripulación de un
avión militar estadounidense logra filmar con una cámara Argus c 3 de 35 mm,
una sospechosa nube blanca que solitaria y lentamente se movía a unos 500
metros de altura. Lugar: área Hofnn, sudeste de Islandia.
Base Holloman, Nuevo México (EE. UU) 16 de octubre
/ 1957.
Es visto y fotografiado cerca de la base militar
una formación de enorme dimensión y color blanco que parecía sobrevolar,
alternado con instantes en que parecía solamente flotar. Cuando se movía dejaba
una estela atrás. La foto resistió el
análisis y las pruebas en computadoras especiales. Se supo que el objeto o
“extraña nube” produjo más luz que las otras nubes presentes en la toma
fotográfica, algo importante para valorar.
Un fotógrafo nombrado Gunther Wildimann, tuvo la
oportunidad de tomar una instantánea de una nube discoidal. El avistamiento y
foto ocurrieron un 22 de noviembre en el año 1966, alrededor de las 5 ½ p.m.,
en Benidorm, España.
Aconteció en 1966. Un inexplicable rayo oscuro
pudo ser visto y fotografiado por científicos británicos en el territorio
antártico. El misterioso haz de energía provino de un singular conjunto nuboso,
provocando efectos físicos notables verificados en el área.
Las manifestaciones aéreas anómalas referidas a
manera de ejemplo, pueden ilustrar al amigo lector y servir como elemento de
base para fundamentar estudios multidisciplinarios, en un terreno natural no
ampliamente conocido.
Debemos estar preparados para investigar la ocurrencia
de nubes anómalas. Por ocurrir en la atmósfera terrestre, la meteorología y
física atmosférica juegan un rol primordial.
En Cuba han sido observados fenómenos poco
comunes, para estas latitudes geográficas. Tal es el asombroso avistamiento de
Luces del Norte (Auroras Boreales) desde el archipiélago cubano, o la presencia
de rayos esféricos. ¿Se han podido ver nubes enigmáticas en nuestros cielos?
Podemos afirmar categóricamente que sí. La inesperada experiencia surgió sobre
la zona industrial de Matanzas, la noche del 7 de noviembre de 1984 alrededor
de las 9.34 pm. Era una nube de forma
romboidal, que proyectaba luz propia en derredor. Hubo numerosos testigos que de manera
consecuente hicieron declaración por escrito. El color predomínate en la extraña
nube era el rojo.
También añadiremos que formas nubosas luminosas,
se relacionan a menudo con caí das súbitas de voltaje en plantas generadoras
eléctricas, y líneas de alta tensión.
Del Rayo en Bola diremos que su presencia en el
archipiélago cubano es escasa, y algunos hechos han sido reportados por la
prensa. El fenómeno producido por esta gran concentración de energía se ha
reportado a través de los siglos. En Rusia, por citar solamente un país, estos
casos se producen por centenares, y hombres de Ciencia en todo el mundo los
estudian con particular interés.
Hace siglos, un relevante físico miembro de la
Academia imperial rusa en San Petersburgo apellidado Richmann, elevó sobre el
techo de su habitación una larga varilla aislada, comunicándola con el
exterior, con el fin de medir la intensidad del fluido eléctrico no
captado. Cuando el 6 de agosto
del año 1753 se produjo una tormenta, Richmann hubo de acercarse demasiado al
conductor sin imaginar que la muerte le asechaba. De pronto un relámpago
globular azulado salió de la varilla, cayendo en la frente del científico
muriendo al instante.
FENÓMENOS ÓPTICOS EN Y ENTRE LAS NUBES
Se estudian en relación con las nubes algunas
prodigios celestes.
Tales son los casos de espejismos vistos en
espacios aéreos de varias partes del planeta, en diferentes momentos
históricos. El nombrado espejismo aéreo se produce cuando el observador ve lo
que está oculto tras el horizonte. Suelen aparecer casi siempre por la mañana,
cuando las capas inferiores de aire siguen aún muy frías por el contacto con la
tierra, mientras que las capas altas, ya han entrado en calor y se han hecho me
nos densas. Un hecho que quedó en la
memoria reflejado, ha sido el famoso escenario celeste que se produjo en el
poblado de Vervier, Bélgica, a 105 kilómetros de Waterloo. Porque el 18 de junio
de 1815, se visualizó la trascendental batalla nada menos que en las nubes.
Tenemos en nuestros archivos experiencias que
tuvieron otras connotaciones, no pudiendo ser explicadas de manera clara. Y con el paso de los años, siguen siendo
misteriosas. Recordemos el acontecimiento de Forest Hill, también en el siglo
XIX.
En 1847, una tarde del 8 de diciembre, la
claridad era opacada por numerosas nubes grises que, raramente, fueron
aglutinándose, oscureciendo el entorno celeste en Forest Hill, Arkansas, EE.UU.
Aquellos nubarrones dieron motivo a comentarios cuando, inesperadamente, los
testigos contemplaron resplandores rojos que emanaban desde el interior de esta
sorprendente anomalía parecida a antorchas celestes*5. Lo que posteriormente pasó causó gran
estupor. Una explosión de enorme potencia
estremeció la localidad. Entonces el fenómeno tomó otro inesperado giro: Un
veloz cuerpo con forma de tonel, dejando llamas atrás, surgía del cielo,
estrellándose cerca del lugar antes referido. Cuando los lugareños acudieron a verificar
de que se trataba, pudieron constatar una oquedad con un diámetro de 60 cm y
2.5 m de profundidad, en cuyo fondo aparecía una enorme y caliente roca
desprendiendo un humo que viciaba el aire a su alrededor, debido al intenso y
desagradable olor vinculado con el azufre.
Ese registrado caso no ha sido ignorado,
venciendo los escrutinios rigurosos de algunos investigadores, que creyeron
pudo deberse a una conjunción de hechos coincidentes:
Fenómeno astronómico más fenómeno de naturaleza
meteorológica inusual. Para otros especialistas menos exigentes, está la
sugerencia de que –el caso- no parece tener credenciales muy naturales que
digamos; meteoro precedido por conjunto nuboso luminoso; piedra fundida debido
al aparente rayo. Y el cuerpo tridimensional avistado apunta hacia otra
dirección: la tecnológica. ¿O se trató de una mala apreciación visual?
Ha pasado el tiempo. Luces no identificadas y
formaciones nubosas volantes siguen observándose, detectándose, fotografiándose
y filmándose en el Valle Hessdalen, Noruega, desde 1982. Autoridades científicas y militares a partir de entonces, convirtieron parte del
territorio en un verdadero laboratorio al aire libre, ubicando equipos modernos
de detección y registro, así
como cámaras especiales, en distintos
puntos de ese territorio,
logrando establecer el seguimiento prácticamente sistemático de diferentes anomalías aéreas o
atmosféricas, que en variadas formas, y
con distintos colores y movimientos, motivan el entusiasmo entre los expertos,
que coinciden en aquel pedazo del mundo, situado dentro de los límites del
círculo ártico.
Recordemos que se trata de hechos, y que algunos
de ellos continúan identificándose como NO IDENTIFICADOS.
Hay informes adjudicando a estas eventualidades
ocurridas en nuestra atmósfera peligrosas derivaciones. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial,
la alarma aérea ha abarcado al viejo continente, suscitando a su vez el interés
militar aparte del científico - ufológico.
Ejemplo de ello fue la “aparente” tensión debido a reportes de que algo estaba sucediendo en el cielo europeo, finalizando la década
de los años
50 del siglo pasado, cuando
el Jefe Supremo de la NATO, General Norstad,
ordenó a las unidades de la Fuerza Aérea, junto
con los comandos
de bombarderos estratégicos, que
llevaran a cabo vuelos regulares de “ejercicio y de control” en el espacio aéreo del
continente europeo, en especial a
alturas superiores a los 12,000 metros, para
observar la presencia de cuerpos voladores desconocidos, tomar fotos y
comprobar señales del radar. En aquellos días (verano de 1959) se conoció que fueron avistados y captados
OVNIs en la parte septentrional del
mar Báltico, los cuales motivaron que dicha orden se llevara a efecto.
Las alarmas siguieron extendiéndose
por todo el mundo.
ANÁLISIS
Debemos reflejar que, entre los casos destacados,
algunos carecen de clasificación, (independientemente de estar evidenciadas sus
presencias). No poseen tampoco u na codificación genérica señalada en los
catálogos, tanto de nubes como de fenómenos conocidos relacionados con nubes o
conformándolas. Le cabe a la Meteorología, fundamentalmente, su estudio y divulgación
(igual que a la Física).
La aparición de diferentes fenomenologías en
todas las latitudes del planeta, debe considerarse también cuando valoramos
seriamente los casos comprobados. Estamos en presencia de anomalías que nos son
desconocidas, y deben ser motivo de estudio constante por parte de la comunidad
científica.
Eventos producidos en nuestra atmósfera como las
Cotras, polvo del desierto, cenizas volcánicas, humo, y fenómenos químico -
luminiscentes, etc., son y pueden registrarse, ampliando el marco de lo
cognoscible, y prestando invaluables servicios científicos y económicos. La más objetiva investigación de no pocos
sucesos cuyas causas no han podido ser descubiertas, pueden ofrecernos
respuestas consecuentes con el nivel tecnológico alcanzado y llevarnos a
conocer mesuradamente, si en ciertas circunstancias resultan nocivos sus
efectos en el entorno natural y, obvia
mente, al propio ser humano. *6
Las nubes con apariencias atípicas y orígenes no
fundamentados por la Ciencia, pudieran responder a otros fenómenos de mayor
amplitud, que deben calificar dentro del término reconocido como F.A.A.
(Fenómenos Anómalos Aéreos). Ellas están
avaladas y corroboradas, aunque del conjunto total una parte está insuficiente
o inadecuadamente investigada.
Es recomendable evaluar futuros trabajos
investigativos junto a los efectuados hasta el presente, y tener una apreciación
realista a la hora de comprender tales eventos, su posible relación y
perspectiva dentro del contexto general, con la casuística OVNI.
*1 El ilustrador del dibujo nombrado B.
Brousnlov, realzaba un artículo de divulgación e hipótesis elaborado por el
lingüista ruso V. Zaitsev. En enero de 1967 se fundó la revista Sputnik.
*2 Entidades Biológicas Extraterrestres.
*3 La inesperada formación observada en Moscú el
15 de mayo del año 1981, y que se
dijo era el resultado de la presencia OVNI; ocho años más tarde, según
aclararon científicos de la ex URSS, fue sencillamente técnica espacial,
consecuencia del satélite nombrado Meteor 2 al dejar en la atmósfera residuos.
*4 En su obra titulada "La Historia empieza
en Sumer", S.N. Kramer nos dice que los sumerios llamaban al estaño “metal
del cielo”.
*5 Con ese término era denunciado el fenómeno
aéreo por uno de los testigos.
*6 Varios autores sostienen que el Dr. Wilhelm
Reich investigó a los OVNIs. El en tendía que el supuesto combustible de esos
ingenios, era transformado en nubes, y que denominó “nubes DOR”, o sea, serían
formadas al paso de las naves cósmicas y son estas nubes, las que producen
efectos contaminantes sobre las áreas visita das y la vida misma en nuestro planeta,
de acuerdo al Dr. Reich, según alegan esos mismos autores basados en documentos
del desaparecido psicoanalista, quién fuera discípulo de Freud.
Autor: Orestes Girbau Collado.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
ARCHIVO DEL AUTOR.
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Existió" Autor: Felipe Botaya. Ediciones Nowtilus S.L.
Madrid España. Noviembre 2006.
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(Cuba)
- "Cuando llueve Cabello de Ángel".
Autores: Marisol Roldán y José A. Roldán, Revista Año Cero. XIII, No. 03-140
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- Diario Pravda Vostok enero 24 de 1965 (Ex
URSS).
-" El Rayo, las Tormentas, el Granizo".
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Madrid. España, pp 25-27.
- "Fenómenos Anómalos Imaginados y
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La Ciencia en la URSS. (Revista de la Academia de Ciencias). Sep-Oct
1989. (Ex URSS).
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- "La Parapsicología y sus problemas. De
Nuevo Cuerpos Volantes Desconocidos”, (Psicología de Los Fenómenos OVNI) (13).
Autor: Hans Bender, pp.222 Editorial Herder, 2da Edición. Barcelona
España, 1981.
- Las Nubes Bíblicas. Autor Alberto
Landa. Tribuna de la Habana. 1986, Cuba.
-" OVNIs Vuelos Secretos y
Misteriosos". Autor: Daniel Solano Bacallao. Editorial
Científico – Técnica. (Pinos Nuevos) Instituto Cubano del Libro, Año 2000, Cuba.
- Periódico Juventud Rebelde, 13 de enero 1989
(Cuba).
- Periódico New York Times (Julio de 1955) EE.UU.
- Prólogo para Edición del Libro “Crónicas Marcianas
“del autor Ray Bradbury, Serie del Dragón. Agosto 1965. Autor del Prólogo: Oscar Hurtado. Ediciones
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- Revista DUDA. Contactos Extraterrestres. 13 de abril,
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- Revista Sábado Grafico. (España), Artículo:
“Ovnis en la URSS”, Autor: Henry Gris.
- Revista Sputnik. Noviembre 1988 Ex URSS,
"Objetos No Identificados". Autor: Vsevolod Troitski.
- Revista Juventud Técnica Mayo-junio 1986.
"¿Fenómenos E.T.?" Autor Desconocido. Cuba.
- Revista Weather, marzo 1999 Vol.54, No. 3
Inglaterra.
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