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sábado, 17 de julio de 2021

INFORMES SOBRE OVNIS: HISTORIAS INCREÍBLES CONTADAS POR PERSONAS CREÍBLES.




El OVNI, o mejor los informes sobre OVNIs, son historias increíbles contadas por personas creíbles, como dice Hynek, y la naturaleza increíble de estos informes está en las características que resultan propias de estas manifestaciones. ¿Cómo explicar las aceleraciones bruscas, las detenciones por prolongados espacios de tiempo, los cambios de dirección en ángulo recto y hasta en 180 grados?
Nuestra física actual no encuentra explicación a estas características a menos que se pise el terreno de la especulación, lo que nos lleva a querer explicar un fenómeno extraño por algo que tampoco nos es conocido. Recordemos, por ejemplo, el principio de la conservación de la cantidad de movimiento, en el que se postula que, cuando a un cuerpo se aplica una fuerza, el impulso mecánico que le comunica se invierte en modificar la cantidad de movimiento del cuerpo. Esto es algo que se aplica para los motores de reacción y para balística, método usado para la puesta en órbita de nuestros ingenios espaciales. Pero, para ello, es importante contar con el principio de acción y reacción, lo que nos llevaría a considerar las frenadas o cambios bruscos de dirección observados en los OVNIs. Este hecho supondría someter a la supuesta estructura a unas fuerzas de choque, que harían saltar en mil pedazos al cuerpo más duro. No olvidemos que un cambio de 180 grados en la dirección supondría someter al cuerpo a un choque frontal con otro que se desplazara en sentido contrario a igual velocidad.
De otro lado tenemos las altas velocidades desarrolladas por estos objetos. Recuérdense las asignadas en 1952 tras largos cálculos: 11.520 km/hora. Quince años más tarde el avión más rápido del mundo –el X-15 americano- alcanza, a gran altura y propulsado por octorreactores, 7.250 km/hora. Y no digamos si hablamos de las llamadas naves nodriza, a las que se observa desde casi ras del suelo –caso de Adrián Sánchez entre Aznalcóllar y Castillo de las Guardas- hasta alturas superiores a los 80.000 metros; cuando los aviones de combate no superan los 18.000 metros de altura.

Podríamos aportar varias razones por las que estos fenómenos no son explicables por nuestra ciencia, tales como:
a)      La luminosidad es uniforme, y parece encerrada, de contornos perfectamente definidos, que no dejan que la luz se disperse.
b)      La diversidad de efectos producidos por los mismos.
Llegados a este punto, también tendríamos que preguntarnos: ¿cómo explicaría nuestra ciencia la presencia de objetos de formas circulares? Ningún país ha prodigado esta forma en sus aparatos convencionales de transporte aéreo. Si estas formas fueran racionalmente útiles, ¿no habría el hombre hecho uso de ellas?
La imposibilidad de un hecho como el que plantea el OVNI es evidente a la luz de nuestra ciencia. Principios básicos son violados por los “no identificados”, por los informes que sobre ellos se prodigan a diario desde hace más de cincuenta años.
La imposibilidad astronómica en nuestro espacio más inmediato, la dificultad física de los viajes espaciales, la contraposición a fundamentos básicos de nuestra física y la incapacidad biológica, hacen de los OVNIS un hecho imposible.
Sin embargo, como tal “no identificado” hemos visto que tiene carta de naturaleza y por tanto debemos admitir un hecho que miles de personas, de toda clase y condición, aseguran haber visto. Ante ese hecho, y hasta que no obtengamos una respuesta definitiva - ¿la obtendremos algún día? -, seguiremos interrogando a las estrellas.