Por Esteban D. Fernández
En los Tantras y varios libros de textos sobre yoga, pueden estudiarse varios métodos mágicos y místicos para despertar el Poder de la Serpiente o Kundalini Shakti. Vamos a aclarar, para los que se acercan por primera vez a este tema que la Kundalini es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente (o a veces por un dragón), que duerme enroscada en el muladhara (el primero de los chakras —los siete círculos energéticos—, que está ubicado en la zona del perineo). Se dice que, al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte. Varias doctrinas utilizan este concepto de la Kundalini: el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo y el gnosticismo.
En este
artículo repasaremos varias técnicas, desde la visión de Crowley, que comprende
a la Voluntad y a la Imaginación dinamizadas por la energía psicosexual.
Crowley
planteaba que el proceso es más factible de cumplirse en la mujer pues la
Serpiente de Fuego puede ser más fácilmente imaginada en forma fálica. Tendríamos
entonces el caso en que la sacerdotisa visualiza la imagen en la zona sexual y
se inflama ella misma hasta el punto del orgasmo por el poder de la imaginación
controlada. Antes de que el orgasmo se consuma, ella, mediante el poder de su
mente, debe mover la imagen y transferirla al centro de la voluntad, el Ajna
Chakra, representado por el tercer ojo en la región cerebral.
Con el
practicante masculino el proceso es más complicado. En este caso se identifica
a Kundalini con Hadit y el cerebro o centro cerebral con Nuit. Una vez que
Hadit es despertado su fuerza asciende por la espina dorsal y su progreso es
marcado por visiones y por la adquisición de los poderes que han estado hasta
el momento en estado de latencia, entendiéndose que los chacras que han
intervenido han sido apropiadamente sellados.
Hay que
destacar algo muy importante: si el
despertar de la Serpiente de Fuego es prematuro, es decir, si el poder primario
asciende antes de que todo esté equilibrado, ocurre una descarga en algún estadio
inapropiadamente sellado del ascenso, el poder es desviado o toma una dirección
equivocada y se produce entonces una obsesión.
Crowley
plateaba que dos de las dieciséis vibraciones vaginales emitidas por la
encarnación terrestre de la mujer (diosa/sacerdotisa) son, hasta ahora,
desconocidas por la ciencia profana. Los Iniciados Orientales las han usado
desde tiempos inmemoriales. Ellas no pueden ser localizadas y analizadas por
los métodos objetivos científicos tanto como la mente tampoco puede ser
descubierta por la cirugía cerebral.
Cabe
destacar que dentro de la tradición mágica Occidental Crowley incorporó
aspectos vitales del Vama Marg (‘doctrina de la mano izquierda’, o sea, la
adoración de la energía femenina, personificada como Sakti, la esposa del dios
varón Shiva); se dice que esta fue una de sus mayores contribuciones a la
ciencia oculta.
Un punto
que necesita enfatizarse es que la sacerdotisa o reina bruja era “siempre
virgen a Pan”. El término “virgen” como se usa por los Iniciados señala a la
mujer sin hijos de quien emanará la Kala Suprema. (Sin hijos, que tiene un sentido físico, en la virgen mágica es cualquier
cosa menos sin hijos en los planos sutiles).
Kenneth
Grant en su estudio crítico del sistema de magia sexual de Crowley plantea:
Retomando
el tema de La Mujer Escarlata hay que señalar que ella es la representación de
Nuit, el portal hacia el Vacío. Es la encarnación mágica de aquella diosa
estelar cuyo símbolo metafísico es el Espacio Infinito representado como el
cielo nocturno entretejido con estrellas. Ella es el “yoni regado con flores”
imaginado en el Himno a Kali, las estrellas de Nuit y las flores de la
atractiva diosa virgen son cosas idénticas. Babalon -literalmente la Entrada
del Sol o de la energía fálico-solar- es por tanto la formula terrenal de Nuit,
y su vulva es el pilón a través del cual las fuerzas cósmicas empujan hacia la
manifestación cuando los sellos mágicos (mudras) han sido abiertos.
La
semilla secreta de las estrellas es absorbida oralmente por el mago después de
haber sido evocado dentro del Chakra. En los ritos Kaulas esto es obtenido sin
la penetración física o contacto por parte del sacerdote y las fragancias son recogidas
sobre una hoja de bhurja especialmente preparada para recibirlas.
Esto es
debido a que la sacerdotisa adopta la postura (mudra) de Nuit arqueada
sobre el celebrante jefe. En el culto de Crowley -como se enseña sobre La
Estela de la Revelación- este papel es asumido por Ank-af-na-Khonsu, “el
príncipe-sacerdote, la Bestia”.
Opuestamente
a la práctica Kaula, Crowley penetraba sexualmente a la Mujer Escarlata y
evocaba la manifestación física de las kalas. Los Tántricos, generalmente,
no empleaban este método, algunas sectas lo consideraban detestable. El
contacto físico de cualquier tipo entre el sacerdote y la sacerdotisa estaba
prohibido.
Crowley,
con todas sus violaciones del código Tántrico, obtuvo tal comunicación, como
muestran sus Anotaciones Mágicas.
No solo
hizo efectiva la penetración y que el orgasmo ocurriese, sino que también
practicó el cunnilingus con el propósito de absorber el elixir. Y lo más importante
de todo, él consideró la sustancia física, el menstruo del elixir, estando
compuesto por la combinación de los fluidos sexuales del hombre y de la mujer.
Él se refirió a ellos en términos Alquímicos como la “sangre del león” y el
“gluten del águila”. Sin embargo, como él también reconoció, la eficacia de aquello
que él denominó como el Sendero Secreto -que exime completamente del uso físico
e incluso de la presencia física de una asistente- hace evidente que el
menstrum era de una importancia secundaria, siendo lo principal la cualidad y
poder de la Voluntad que informaba a la corriente de energía en el momento de
su transformación.
De
acuerdo al Vama Marg los Adeptos Tántricos consideran como capital las secreciones
femeninas emitidas en un estado de trance mágicamente inducido; estas, según
reclaman, constituyen la base real del Elixir de la Vida. Para estos Adeptos,
por lo tanto, la proeza sexual del falo no tendría ningún significado en
un
contexto místico, ya que es solamente considerado como una estimulación para la
mujer en los procesos ordinarios de inseminación y reproducción.
Los
Tantras mismos tienen sus similitudes con los antiquísimos ritos africanos, descritos
por Gerald Massey, en los que la serpiente era usada para inducir al trance:
África es el hogar primordial de la
sabiduría de la serpiente, y la serpiente allí era usada para producir una
condición anormal en los sensitivos. Los africanos hablan de mujeres siendo
poseídas y enloquecidas debido al contacto con la serpiente. El reptil que, con
su mirada fascinante, el temor de su toque, y el uso de su lengua, arroja a las
médiums en un estado de trance llamado el Estupor de la Serpiente, en el cual
ellas veían clarividentemente, adivinaban y profetizaban, y así llegaban a
estar divinamente inspiradas, así es como el fenómeno era interpretado. De esta
forma las sensitivas eran probadas y enfurecidas, así la serpiente escogía su
propio oráculo y portavoz y llegaba a ser el revelador del Conocimiento
preternatural. El estupor causado por el hechizo de la serpiente creó un tipo
de temor reverencial religioso, y los extraordinarios efectos producidos en las
médiums fueron atribuidos al poder sobrenatural de la serpiente. Aquellas a las
que se encontró muy influenciables fueron escogidas para llegar a ser las
mujeres Fetiche, sacerdotisas y pitonisas. Este culto Obeah todavía sobrevive
dondequiera que la raza negra haya emigrado y la raíz del asunto, la que los
viajeros han encontrado tan difícil de descubrir, es desenterrada al final,
como una primitivísima clase de Espiritualismo, en la que la serpiente
funcionaba como el mesmerista o magnetizador de los sonámbulos naturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario