Un Informe Investigativo de:
GUILLERMO
DANIEL GIMÉNEZ (*)
Jane B. Sellers en The Death of Gods in Ancient
Egypt nos decía: “Los cielos han sido el
móvil de la ciencia durante milenios, son para el hombre sus esperanzas y
sueños sobre el mañana. La visión de aquellos primeros hombres que labraron sus
ideas en la piedra, no se refleja en ninguna parte con la plenitud que alcanza
en las tumbas de los antiguos egipcios”.
Sin duda no se equivocó. Quienes hemos visitado,
investigado y explorado Egipto, recorriendo el Nilo, caminado por sus
desiertos, visitando las Pirámides y Templos, ingresando a las mismas, viendo
sus túneles y cámaras, su perfecta arquitectura, sus escrituras jeroglíficas,
sus conocimientos astronómicos y monumentos de milenios, sabemos hoy que todo
fue obra por lo menos para la región de Gizeh de un gran y único plan estelar
estratégicamente planificado, que junto a las Pirámides de Dahshur, Abusir Abu
Roasch y Zauyat Al Aryan, es decir el área de la Necrópolis Menfita, junto a
Heliópolis, Letópolis y el Río Nilo, concuerdan plenamente con la región
estelar de Orión, en la Vía Láctea.
También sabemos de su verdadera antigüedad para
estas obras de la IV Dinastía egipcia, más de 10.000 años de acuerdo a los
estudios científicos llevados a cabo en las Pirámides de Gizeh y en la Esfinge,
a pesar de que la egiptología actual nos diga otra cosa.
La perfecta planificación de las Pirámides de esta
IV Dinastía, nos demuestra -por no mencionar la sorprendente exactitud de los
alineamientos y construcción-, una perfecta organización y ejecución de obras a
una escala monumental que no se repetiría durante las próximas dinastías.
A varios investigadores y egiptólogos les llamó la
atención todo esto, citemos a Jean Philippe Lauer, Zbynek Zaba, Robert Bauval,
Adrian Gilbert, entre muchos otros.
El primer Rey de la IV Dinastía fue Snefru, padre de
Kheops, quien hizo construir dos o tres Pirámides. Hoy no se puede determinar
porqué Snefru y sus arquitectos, como el gran sacerdote-arquitecto Imhotep, abandonaron la construcción de
las Pirámides escalonadas para pasar a construír Pirámides de lados lisos.
Asclepio nos dice: “Imhotep, el arquitecto de Zoser... fue según Manetón el inventor del
arte de construír con piedra tallada... Sus obras se hicieron legendarias para
las generaciones posteriores de egipcios que lo consideraban no sólo un
arquitecto sino un mago, un astrónomo, el padre de la medicina ... y los
griegos lo identificaron con su propio Dios de la medicina”.
La más perfecta y antigua construcción monumental en
piedra en la región de Saqqara (ó Sakkara) es la Pirámide escalonada de Zoser,
donde tuvimos oportunidad de visitar y recorrer en el desierto en medio de un
calor asfixiante.
¿Porqué Snefru construyó dos y hasta tres Pirámides?
¿Porqué él, Kheops, Kefrén y Micerinos no pusieron sus nombres en las Pirámides?
(Se encontraron sólo algunas inscripciones en las cámaras de alivio en la Gran
Pirámide y algunos vieron el nombre Khufu). ¿Porqué no hay jeroglíficos en
ninguna Pirámide de la IV Dinastía? Pero sí hay evidencias de varios textos
jeroglíficos en la vecindad de las Pirámides.
¿Porqué ellos, los Reyes Faraones no colocarían sus
nombres para la posteridad? como lo hicieron todos los Faraones que les
precedieron. O es que: ¿todo forma parte de un gran y único proyecto
estratégico que exigía la construcción de siete Pirámides en lugares
diferentes, que tienen correlaciones estelares que hoy estamos descubriendo y
divulgando?
Ya para la época del Faraón Tutankamón las Pirámides
de Gizeh tenían más de 1.000 años y se habían perdido del porqué las alzaron y
quiénes las construyeron.
Fig 2. Área de la Necrópolis Menfita. (El
Misterio de Orión, R. Bauval y A. Gilbert).
Las Pirámides de la IV Dinastía deben considerarse
como únicas y separarse del resto de la Era de las Pirámides.
Es la Edad de Oro, pero como comenzó, súbitamente
terminó. Los historiadores desconocen qué sucedió realmente, ya que las
Pirámides posteriores no tienen la grandeza, volumen, perfección y trabajos de
ingeniería de aquellos tiempos.
Como bien lo dijo Jaromir Malek, director del Griffith
Institute del Ashemolean Museunm: “Basta
con mirar sus siluetas actuales: las Pirámides escalonadas ... es de la III
Dinastía ... las Pirámides propiamente dichas, que presentan un perfil claro y
definido contra el cielo, datan de la IV Dinastía, los de la V y VI Dinastía
han quedado reducidas a enormes pilas informes de bloques de piedra y escombros
...”
Los egiptólogos siguen discutiendo hoy en día los
hechos que llevaron al colapso, podríamos decir, de la IV Dinastía. ¿Qué
sucedió? Nadie lo sabe. Se especula de problemas religiosos y de guerra civil,
pero no hay evidencias que lo comprueben.
Para el arquitecto norteamericano James A. Kane que
estudió la meseta de Gizeh con sus tres Pirámides principales, concluyó que
habían sido construidas de acuerdo a un proyecto maestro basados en principios
geométricos y ópticos que él creía relacionado con observaciones astronómicas.
Para el Dr. John Wilson que analizó la tesis y los
aspectos geoarquitectónicos del Dr. Kane concluyó: “Me descubrí volviendo todo el tiempo al término coincidencia. La
coincidencia puede ser invocada una vez, o hasta dos, pero cuando varios
elementos divergentes coinciden y vuelven a coincidir, la coincidencia se
vuelve conformidad más que azar”.
Y
se siguen sumando diversos estudiosos y científicos (egiptólogos,
historiadores, arquitectos, ingenieros, físicos, astrónomos, etc.) tales como
Martin Isler, John Legon, Robin Cook, etc. que confirman que todo fue diseñado
de acuerdo a un sistema de ideas geométricas y astronómicas de acuerdo a un
plan estratégico planificado como un todo.
George Goyón, egiptólogo personal del Rey Faruk
consideraba que la ubicación de Gizeh ha sido “rigurosamente elegido por los sacerdotes astrónomos en razón de
determinados factores religiosos y científicos”.
Para el astrónomo Zbynek Zaba, los constructores de
las Pirámides no sólo usaban las estrellas para el alineamiento, sino que
también podían haber tenido conocimiento de la precesión.
Me pregunto: ¿hace miles de años atrás los egipcios
sabían del efecto precesional?
La precesión es cuando el Sol y la Luna ejercen un
empuje gravitacional sobre la protuberancia ecuatorial de la Tierra, haciendo
que el planeta “oscile” en un ciclo
muy lento que se completa en poco menos de 26.000 años.
Es decir, cada medio ciclo ó 13.000 años una
estrella que se encuentra en la posición opuesta del ciclo precesional de modo
que, si es observado en el punto máximo del ciclo precesional, entonces 13.000
años después (ó antes) su posición estará en el punto mínimo del ciclo.
Citemos por ejemplo al Cinturón de Orión. En el año
2.550 estará en su menor declinación (aproximadamente –08 grados) muy cerca del
ecuador celeste, por lo tanto, estuvo en su menor declinación en
aproximadamente 10.450 años A.C.
Otra vez la misma fecha que nos hablan los
científicos de hoy e historiadores antiguos.
El ciclo de precesión comprende entre los 25.800 y
26.000 años, observando en éste otro movimiento llamado nutación que se efectúa en ciclos de 18.6 años.
Cuando más investigamos acerca de la cultura egipcia, más
nos sorprendemos por su sabiduría.
Ya Estrabón (64 A.C.-25 A.C.) nos decía: “Los sacerdotes egipcios son inigualables en
la ciencia del cielo. Misteriosos y reacios a comunicarse, en ocasiones puede
persuadírselos después de mucha solicitud para que impartan algunos de sus
preceptos, aunque pese a ello sigan ocultando la mayor parte. A los griegos les
revelaron los secretos del año, que éstos ignoraban junto con muchas otras
cosas ...”.
Herodoto (aproximadamente 485-425 A.C.) en sus
famosas Historias nos dice: “En Heliópolis se encuentran los egipcios más
sabios ... todos están de acuerdo que los egipcios por su estudio de la
astronomía descubrieron el año solar y fueron los primeros en dividirlos en
doce partes y en mi opinión su método de cálculo es mejor que el de los griegos
... El nombre de casi todos los dioses llegó a Grecia procedente de Egipto ...”.
Los egipcios mantuvieron el secreto del conocimiento
de la precesión de las estrellas y su capacidad de calcular los movimientos de
Orión, las Híades y Sirio.
¿Fue la
Necrópolis de Gizeh –se pregunta Robert Bauval en El Misterio de Orión- y específicamente la Gran Pirámide con sus
conductos, un gran marcador de tiempo, una suerte de reloj estelar para marcar
las épocas de Osiris, y más especialmente su Primera Vez?
Sabemos, por supuesto que 10.450 años A.C. es
demasiado remoto para los arqueólogos y los egiptólogos, pero estos hallazgos
los desafían a explicar ó discutir la creciente evidencia astronómica.
LA EDAD DE LA ERA DE
LAS PIRÁMIDES
Acá nos encontramos con otro (que se suman ya a los
tantos) temas de Egipto que también desconocemos fehacientemente y que ha dado
paso a nuevas controversias entre los egiptólogos.
Me refiero a la datación
de la Era de las Pirámides.
Los historiadores han cambiado las fechas en muchas
oportunidades, y es el día de hoy que las mismas siguen siendo fechas
estimadas.
Para el descifrador de los jeroglíficos, el padre de
la egiptología científica Champollion en 1830 consideraba que la I Dinastía
comenzaba en el aproximadamente 5.867 A.C. Años más tarde el egiptólogo alemán
Karl Lepsius adelantó la fecha para el 3.892 A.C. y para Auguste Mariette
(Director del Servicio de Antigüedades Egipcias, 1821-1881) volvió atrás y
estimó el año 5.004 A.C. para los inicios.
Para su colega Dr. Brugsh consideró el comienzo en
el 4.400 A.C.
Y
es así que durante la década de 1940-1950 la fecha para la I Dinastía se volvió
a ajustar para aproximadamente 3.100 A.C. Pero hoy en día los historiadores la
siguen ajustando constantemente, llevándola del 3.300 al 2.900 A.C., etc.
Para Gastón Maspero, descubridor de los famosos Textos de las Pirámides, consideraba más
de 7.000 años atrás.
Pero la obra de Manetón, que fue un sacerdote
egipcio que vivió en el Bajo Egipto durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo
(347-285 A.C.) nos habla de acuerdo a su cronología rescatada por Sixto
Africano (aproximadamente 221 A.C.) y Eusebio de Cesárea (aproximadamente
264-340 D.C.) de 30 Casas ó Dinastías,
proporcionando además las versiones griegas de los nombres egipcios, así Khufu
fue Kheops, Jafra es Kefrén y Menkaura, es Micerinos.
Manetón nos habla de una época mucho más antigua a
Menes, quien fue el Primer Rey de Egipto. Según Eusebio, la cronología de
Manetón muestra tres épocas distintas antes de Menes, al gobierno de los
semidioses siguió el de los Reyes de Horus y duró 15.510 años, luego vino la
línea predinástica de Reyes que duró otros 13.777 años lo que suma 28.927 años
antes de Menes.
Diodoro de Sicilia dio un total de 33.000 años antes
de Menes, y de acuerdo a un papiro original egipcio que data de la XVII
Dinastía que se encontró en Egipto a comienzos del siglo XIX conocido como Papiro de Turín, vendido al Museo de
Turín, Italia nos muestra dos épocas que se les adjudicó 13.420 y 23.200 años
lo que hace un total de 36.620 años. La tercera época antes de Menes no puede
ser descifrada por el deterioro del documento original.
Pero entonces nos preguntamos: ¿Cuál es la edad exacta de la Era de las Pirámides?
Queda claro en todo esto que la datación egipcia es
imperfecta y se basa sólo en la subjetividad e interpretación de cada
investigador.
Entonces, las fechas que utilizamos hoy, ¿son las
correctas?, según parece que no ...
Para los egipcios la primera Edad de Oro, cuando los
Dioses confraternizaban con los humanos, se llamó Tep Zepi, que puede traducirse como Primera Vez.
Ellos creían que el órden cósmico y transferencia a
Egipto había sido establecido mucho tiempo atrás por los Dioses. Que Egipto
había sido gobernado por milenios por una raza de Dioses antes de que fueran
confiados a los Faraones. Estos eran el nexo sacerdotal con los Dioses y por
extensión con la Primera Vez.
Eran los custodios de su sabiduría y leyes, y todo
lo que hacían estaba conectado con lo que ellos llamaban Tep Zepi ó conocido también como los Tiempos de Osiris.
Hoy
sabemos que quienes construyeron las Pirámides pensaron y lo relacionaron con
la Primera Vez, que sus monumentos
perfectos tenían relación estelar en especial con las estrellas del Cinturón de
Orión y la estrella Sirio, el lugar cósmico de sus almas.
“Grande es la
Verdad, duradera su eficacia, pues no ha sido perturbado desde los tiempos de
Osiris ...” reza las palabras del
sabio visir Ptahotep (V Dinastía durante la Era de las Pirámides).
Continuará…
(*) Guillermo
Daniel Giménez visitó Egipto
recorriendo, investigando y explorando los misterios milenarios de los antiguos
egipcios, comprobando “in situ” las
evidencias tangibles de una relación
estelar existente en una basta región egipcia correlacionado con el Cosmos,
cuyos moradores poseían amplísimos conocimientos científicos (arquitectónicos y
astronómicos, entre muchos otros).
Sus trabajos acerca de Egipto han sido publicados en
numerosos medios gráficos (diarios, revistas, boletines) y en varias páginas
Web de Internet de Argentina, América y también en Europa, donde sus trabajos
de investigación y divulgación han sido muy bien aceptados
por los investigadores europeos.
G.D.G., Necochea, Provincia de Buenos Aires,
República Argentina.
E-Mail: gdgneco@yahoo.com
Me gusto mucho tu investigación, tambien se ha hablado de la posibilidad de que las piramide de giza se un gran transmisor de energia inalambrica... es todo un misterio el que envuelve estas grandes obras, pero si es bastante claro que existuo una civilización mucho más avabzada y con conocimientos a profundidad del cosmos conscientes de su lugar en el universo
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