Por Martha Jacqueline Iglesias Herrera
El 24 de junio de 1947 comenzó
la era moderna de los Ovnis con el avistamiento en Estados Unidos de Kenneth
Arnold. El piloto aseguró haber visto nueve objetos inusuales volando en cadena
cerca del Monte Rainier, Washington. Según Arnold tenían forma discoidal y
parecían unidos por un vínculo invisible pues se movían de forma simultánea.
Los discos además volaban a tremenda velocidad y eran sumamente brillantes
debido al reflejo de la luz solar.
Poco tiempo después, el 8 de julio de 1947, la oficina de Relaciones
Públicas de la base de la Fuerza Aérea en Roswell, Nuevo México, informa
públicamente el estrellamiento y recuperación de un disco volante. Sin embargo,
al día siguiente, la prensa informó que el general en jefe de la Octava Fuerza
Aérea en Fort Worth, Texas, notificó que el personal de la base Roswell lo que
había recuperado era un globo meteorológico con un reflector de radar y no un disco
volante. Según el científico Charles B. Moore, creador de estos artefactos
(Proyecto Mogul), estos reflectores ML-307B de aspecto futurista tenían como
principal misión el rastreo de las ondas durante el vuelo, o sea, captar a gran
distancia el Eco (sonido) de las eventuales explosiones nucleares que los
soviéticos realizaban en secreto en algún lugar de Siberia durante la Guerra
Fría.
Como sabemos, este presunto choque de una nave extraterrestre es el famoso
Caso Roswell o Incidente Ovni de Roswell.
Pero lo más novedoso vendría
después, a finales de 1953, y se mantendría en secreto por el gobierno
estadounidense hasta la primera década del siglo XXI. Me refiero al Proyecto
1794, más conocido popularmente como Silver Bug.
Pero, veamos cómo comienza la
historia.
No fue hasta finales de 1953,
cuando un grupo de expertos en defensa de Estados Unidos visitó la constructora
aeronáutica canadiense Avro Canadá para ver el nuevo avión de combate CF-100. Esta
compañía que estuvo activa entre 1945 y 1962 era famosa por sus diseños
innovadores. Pero sucedió que de alguna manera los expertos fueron redirigidos,
por el diseñador Jack Frost, al área de Proyectos Especiales de la empresa y
les fue mostrado maqueta, esbozos y dibujos del Proyecto
Y (algunos diseños nunca antes vistos) entre ellos un avión
completamente circular en forma de disco conocido como Proyecto
Y-2.
La USAF enseguida se interesó
por el mismo y acordó hacerse cargo de los fondos del proyecto. Para marzo de
1957 la Fuerza Aérea agregó fondos adicionales y el avión se convirtió en el
sistema de armas 606A. Entonces se estudió una gran variedad de diseños los
cuales giraron en torno a la forma de disco lo que condujo al Proyecto 1794 a
que construyera un avión de combate de disco grande supersónico.
Hasta aquí una breve
introducción. Retomaré el tema más adelante durante el desarrollo de este
artículo.
Pero la historia de los estos
artefactos voladores, al parecer, no comienza con el Proyecto 1794 o Silver Bug,
sino que según algunas teorías conspirativas se remonta más atrás, a comienzos
del siglo XX. Veamos que plantean las mismas.
LOS DISCOS ALEMANES.
REPASO POR LAS SOCIEDADES THULE Y VRIL
Los programas de disco alemanes
comenzaron con el nacimiento del NSDAP (Partido Nazi) en 1920, trece años antes
que Adolf Hitler llegara al poder como líder del Tercer Reich.
Para comprender la profundidad
de estos programas es necesario destacar que el NSDAP fue fundado desde el
principio por el oculto Thule (1917) y Vril (1919) y otros grupos ocultistas como los DHVSS
(Hombres de la Piedra Negra).
SOCIEDAD DE THULE
La Sociedad de Thule que originalmente era un grupo de estudio de la
Antigüedad Alemana se caracterizó por su proyección ocultista y racista. Fue
fundada por Rudolf
von Sebbonterdorff en 1918 quien fue masón y un facultador de la meditación
sufí, la numerología, astrología y alquimia. El nombre de Thule fue elegido en
recuerdo del legendario reino de Thule, país situado por los geógrafos en el
más lejano Norte. Los thulistas creían en la teoría intraterrestre. Entre sus
metas, la Sociedad Thule incluyó el deseo de demostrar que la raza aria procedía
de un continente perdido, quizás la Atlántida. Su ideal era retornar a los
orígenes y efectuar las oportunas conquistas para hacer resurgir esta civilización.
SOCIEDAD
VRIL
Por su parte, la Sociedad Vril fue fundada en 1919 por Karl Haushofer, y
en sus inicios fue llamada “Los Hermanos de la Luz”. Estaba integrada por
miembros de Los Caballeros del Sol Negro, élite de la Sociedad de Thule y de
SS, así como de iniciados de la orden (DHVSS) “Los Maestros de la Piedra
Negra”. La Sociedad de Vril era de corte seudocientífico y esotérico.
Anexionado a este grupo existía
otro conocido como la sociedad de “Las Hermanas de la Luz” llamada internamente
Vril Chefin, esta sociedad estaba dispuesta por
mujeres sobre la base del pensamiento y la metafísica. Aunque era impensable en
aquella época el acto de juntarse con otros grupos de poder oculto masculinos,
en 1919 se unió con la sociedad Vril y Thule.
Creo necesario hacer un
paréntesis para aclarar que algunos detractores han puesto en duda y
cuestionado la existencia de la Sociedad Vril. El motivo es que Vril es una
sustancia nombrada en la novela de ciencia ficción: “La raza venidera” (en
inglés The Coming Race or Vril: The Power of the Coming Race) que fue
publicada en 1871 por el escritor británico Edward Bulwer Lytton. Sus
defensores, por su parte, alegan que el novelista pertenecía a la Orden
Hermética de la Aurora Dorada, sociedad secreta que se ramificó de la Orden
Rosacruz y que, por ende, poseía gran conocimiento esotérico, de este modo
mediante simbolismo transmitiría a los iniciados de todo el mundo el
conocimiento prohibido que pasaría inadvertido de esta forma para el público
común.
Pues bien, continuemos.
Se cuenta que, a finales de 1919, en una casa en
Ramnsau, fueron realizados por un grupo selecto de las sociedades Thule y Vril
experimentos de mediumnidad y escritura automática.
Estas sesiones fueron
dirigidas por el doctor Winfried Otto Schumann el cual era científico y
profesor en la Universidad Técnica de Munich y quien predijo las resonancias de
Schumann. Una joven vienesa llamada María Orsich hizo de canalizadora junto con
otras dos médiums Sigrun y Traute. Durante el desarrollo de la sesión, ella y
sus acompañantes obtuvieron varios mensajes revelados sobre ciertos planos de
la fabricación de máquinas. Su emisor decía comunicarse desde la estrella
Aldebarán en la constelación de Tauro, situada a 65,1 años luz de distancia de
la Tierra.
Entre los integrantes del equipo del doctor Schuman
estaba el ingeniero de energía gravitacional Víctor Schauberguer quien luego
trabajaría sobre teorías innovadoras. Por lo que en 1922 los miembros de la Sociedad Vril se consagraron a la realización de una
idea no concebida antes: la propulsión aérea por levitación gracias a las
representaciones y los datos obtenidos de aquellos misteriosos mensajes.
A mediados del año 1934 crean su primera nave circular
experimental propulsada por energía anti gravitatoria: RFZ-1.
A finales de ese mismo
año terminaron la construcción de un nuevo ingenio en forma de disco RFZ-2
similar al anterior, pero con tecnología mejorada. Usaron un motor VRIL
(conocido por SSM-L, o sea, Schumann Sm- Levitator). La máquina tenía cinco
metros de diámetro, sistema de impulsión por inducción magnética y generaba un
campo electromagnético que hacía que se moviera con facilidad, desaparición
óptica de su entorno a causa de su aceleración y variación del color según el
nivel de su potencia: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, blanco o violeta.
En 1938 la sociedad Sol
Negro fabrica su nave circular de reducidas proporciones y propulsada por
hélices: RFZ-4. En 1939 nace la RFZ-5: primera gran nave espacial de 26 metros
de diámetro y nueve metros de altura con el nombre de: Haunebu I.
Pero en 1941 ambas
sociedades tanto Thule como Vril quedaron bajo el control de las SS bajo el
nombre de la unidad E-4 (Entwicklungsstelle
4) ya que por orden de Hitler todas las sociedades secretas fueron prohibidas. Esta
unidad era la rama técnica de la SS que se encargó de desarrollar las energías
alternativas, no sólo a través de combustibles sintéticos sino con campos de
generación de energía que podrían ser utilizados durante la guerra. Thule y Vril fueron absorbidos
por la SS con la intención de producir lo que se llamó una Raumschiff (nave
espacial).
En julio de 1942 se
habló de una nave circular de ascensión vertical propulsada a reacción. En el
primer vuelo de prueba alcanzó una altura de 23.800 metros y 24.240 metros en
su segunda elevación. Para el invierno de 1942 una nueva nave circular equipada
con dos cañones CMK 108, calibre 300 y dos ametralladoras MG 17 y un solo
tripulante atravesó el campo de la Sociedad Vril. Fue llamada: VRIL-1.
A finales de 1942 el
departamento de investigación de la SS comenzó a trabajar en una versión más
sofisticada del Haunebu I. Por su parte el Haunebu II tenía 31 metros de
diámetro y 11 de altura. El objetivo era que volara a 6000 kilómetros por hora
dentro de la atmósfera terrestre y que viajara al espacio exterior. Pero las SS
tenían planes muchos más ambiciosos con la Haunebu III la cual contaba con 120
metros de diámetro y diseñaron una estación espacial gigante a la que llamaron
“Máquina Andrómeda” su peso era de 100 toneladas y 139 metros de largo.
Aquellas sesiones de
mediumnidad inicial que dieron como resultado desarrollo técnicos de ingeniería
y la obtención de misteriosos planos, se llevó a cabo con el mayor de los
secretismos y fue conocido como Proyecto de la Máquina de Andrómeda”. Tanto
Thule como Vril mantuvieron en reserva la iniciativa del JFM (Jenseitsflugmaschine) o “La Máquina
de Vuelo del otro mundo”.
(De la JFM, existe la sospecha
que una vez activada la unidad de potencia cilíndrica, que consistía en un
motor eléctrico de arranque y un generador de alta potencia, activaba dos
placas en forma de disco, superior e inferior, equipadas con electroimanes
girando en direcciones opuestas y creando de ese modo fuertes campos
electromagnéticos giratorios, además que por la velocidad se irían
intensificando progresivamente. La intensidad de los campos electromagnéticos
sería manipulada para crear oscilaciones de frecuencia de campo, hasta un punto
en el que una oscilación inter- dimensional lograba un “canal”, y este abría
una “puerta de entrada” o “agujero de gusano” que comunicaba con otro lado.
Algo que los ocultistas llamaron “agujero blanco”).
En
1924, tras dos años de investigación con la JFM, el equipo fue desmantelado y
trasladado a Augsburgo, donde se guardó en la planta Messerschmitt. Se plantea
que con el final de la guerra nunca se encontró rastro alguno de la JFM, pero
sí quedó constancia documental de toda la experimentación.
Hasta
aquí lo relacionado con la Alemania Nazi. Volvamos ahora a retomar el Proyecto
1794 o Silver Bug.
AVROCAR
El
Avrocar fue un avión VTOL (del inglés Vertical Take-Off
and Landing, «despegue y aterrizaje verticales») desarrollado por
Avro Canadá como parte de un proyecto militar secreto de los Estados Unidos,
llevado a cabo durante la Guerra Fría. El Avrocar tenía la intención de
explotar el efecto Coandă para proporcionar elevación y empuje desde un
solo turborotor que expulsaba el borde del avión en forma de disco. En el aire,
sería muy parecido a un platillo volador.
A lo largo de
la historia del programa tuvo varios nombres. Avro se refirió a él como
Proyecto Y. Por su parte el Proyecto Y-2 fue financiado por la Fuerza Aérea de
los Estados Unidos quien se refirió a él como: WS-606A, Proyecto 1794 y
Proyecto Silver Bug. Cuando el Ejército de los Estados Unidos se unió a los
esfuerzos, tomó su nombre final “Avrocar” y la designación VZ-9, parte de los
proyectos VTOL del Ejército en la serie VZ.
CARACTERÍSTICAS
El Avrocar era
un avión en forma de disco cuya parte superior era bastante curva y la parte
inferior mucho menos. Tenía 5.5 metros de diámetro y 1.1 metros de espesor. La
armadura estructural principal era de un gran triángulo equilátero, al que
estaban unidos los diversos componentes. El turborotor de 124 palas se colocó
en el centro del triángulo. La potencia para el rotor fue proporcionada por
tres motores a reacción Continental J69-T-9.
Su velocidad
máxima se estimaba en 300 mph (480 km7h) (estimado) y un techo de servicio de
10.000 pies (3.000 metros) (estimado)
CANCELACIÓN
Luego de las
pruebas iniciales se concluyó que el Avro VZ-9 Avrocar era un callejón sin
salida.
En el primer
Avrocar 58-7055 se descubrió que el gas caliente del escape se mezclaba
nuevamente en las tomas de vuelo estacionario reduciendo el empuje del motor.
Además, el ventilador generó elevación sólo desde una pequeña área de su
superficie, reduciendo el empuje general disponible.
En el segundo
Avrocar 59-4975 después que el vehículo voló en el aire comenzó una oscilación
incontrolable y una oscilación acoplada a la inclinación que obligó a cada una
de las tres ruedas a caer al suelo.
En marzo del 61,
antes de que pudieran realizarse las modificaciones pertinentes, los fondos se
agotaron y el ejército estadounidense canceló oficialmente los programas VTOL
supersónicos WS- 606A y Avrocar.
Sin embargo,
aunque el Proyecto 1794 fue un fracaso sus innovaciones tecnológicas han
intrigado a otros diseñadores, como el uso de ventiladores canalizados que han
conducido a otros proyectos experimentales.
CONCLUSIONES
Particularmente, me llama la
atención que la creación del Proyecto 1794 o Silver Bug ocurriera en pleno
apogeo del establecimiento del Proyecto Libro Azul (1952-1969) el cual estaba
de cara a la opinión pública, y en medio de una constante desacreditación de
los avistamientos Ovnis por parte de los altos mandos de poder. Considero algo
irónico que estos negaran la realidad del fenómeno atribuyéndolo
equivocadamente, en muchas ocasiones, a fenómenos atmosféricos, planetas o
globos cuando ellos mismos estaban construyendo en secreto nada más y nada
menos ¡que un disco volante! ¿Quién niega que otra potencia no lo hubiera
logrado antes?
Si en el período de 1953-1961
se lograron tales avances, (sin contar que las teorías conspirativas que
apuntan a la fabricación de discos volantes por la Alemania Nazi sean
definitivamente ciertas) esto me abre una brecha a suponer que las
investigaciones en esta dirección de continuar desarrollándose hayan tenido
éxito.
Es probable que muchos de los
avistamientos OVNIS que avivan la imaginación, tanto de ufólogos como del
hombre común, hacia una procedencia extraterrestre no sean más que ingenios
terrestres resultado de un cuidado y bien elaborado plan de ocultamiento.
O quizá, sea un modo bien
ingenioso de desviar la atención de naves realmente interplanetarias.
Bibliografía consultada:
Roswell, secreto de Estado- Javier Sierra
Bogus, la cara oculta del caso Roswell- Norbert Ibañez
Proyecto Andrómeda- Juankar Moreno
El retorno de los brujos- Pauwels- Bergier
Proyecto Ovnis- Pablo Santa Cruz de la Vega
Wikipedia
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