sábado, 22 de febrero de 2020

DESDE LAS ALTURAS...


Por Orestes Girbau


La antigüedad está llena de misterios. Uno de los que más fascina al hombre porque cambiaría en definitiva el sentido de la historia, es aquel relacionado con el vuelo, desde y hacia nuestro planeta.

HURGANDO EN EL PASADO
Existen leyendas que tratan de explicar el origen del pueblo chino las cuales nos hablan de hombres pequeños, con rostros amarillos y voluminosas cabezas bajados del cielo.
Según una vieja tradición del Celeste Imperio, los primeros pobladores del grandioso país vinieron de la Luna. Otras tradiciones se hacen eco de unos “globos luminosos”, los “sui sing” que fueron vistos descender en distintas ocasiones durante un período de 3000 años, estando, acorde a los informes, ocupados por entidades.
Refieren también fuentes mitológicas chinas, que Hoang-Ti, el “Rey del Cielo”, aterrizó en su carroza por la cuenca del Hoang-Ho (Río Amarillo) 26 siglos antes de la era cristiana. Este río, en su tortuoso camino de 4150 kilómetros, recorre el límite del Tíbet con la provincia china de Kan Suh.
En viejos manuscritos chinos se alega que Hoang Ti venía acompañado de 80 androides, poseedores de cuatro ojos y seis manos. Lo espectacular era que dichos robots ingerían arena.
Del Libro de los Testimonios (Shu–Chian) se describe como, en muchos casos, los Emperadores del Imperio Central no morían, sino que ascendían. Tal fue lo sucedido al Rey Li, gobernante chino entre 852-839 antes de Cristo. Cercano en tiempo tenemos al filósofo Confucio (551–479) antes de la era actual. Era un ser rodeado de virtudes, fiel a las elevadas tradiciones nacionales. En cierto momento él se refirió a Lao–Tse al dejar una constancia escrita que parece algo simbólica: “He visto a Lao–Tse y se parece al dragón, que no puede adivinarse si sube al cielo por el viento o cabalgando en las nubes.”
Lao–Tse, había sido el iniciador del taoísmo, doctrina moralista contemporánea a Confucio.
Ese personaje legendario, llamado igualmente Lao–Tzu, en otras ancestrales historias desaparece arrebatado hacia el cielo. Su verdadera personalidad continúa siendo objeto de polémicas. Una de las comparaciones explica cierto paralelismo entre el maestro del taoísmo y el bíblico Elías, “raptado” hacia arriba.

Extraído de las crónicas chinas de Wang Chia del siglo IV (D d C), seleccionamos una parte en la que se hace alusión al viaje sideral. Se refleja que Hou Yih y su mujer, en época del Emperador Yao, emprendieron un vuelo a la Luna, pilotando un “ave celestial.” Cuando salió de la atmósfera terrestre quedaron atónitos, descubriendo que allí ya no existía el día ni la noche. Y al alunizar verificaron que nuestro satélite es un mundo frio.


  Fig 1 "Leyendas, mitos, y crónicas chinas tienen un común denominador celeste"

sábado, 15 de febrero de 2020

EL PROYECTO ESTELAR EN EL EGIPTO FARAÓNICO (2da Parte)...


Un informe investigativo de Guillermo D. Giménez


 LOS TEXTOS DE LAS PIRÁMIDES


Corría el año 1879 y en El Cairo circulaba un fuerte rumor que podían existir antiguas inscripciones jeroglíficas en unas pequeñas Pirámides en Saqqara pertenecientes a la IV, V y VI Dinastía.
Cuando esta versión llegó a oídos del Profesor Gastón Maspero, famoso arqueólogo que recientemente había llegado a El Cairo para hacerse cargo de la Mission d’Archéologie Francaise, decidió investigar.
Según parece un chacal ó zorro del desierto había sido visto inmóvil cerca de una Pirámide en ruinas en Saqqara (ó Sakkara).
El animal estaba siendo observado por un capataz de obras ó reis y decidió seguirlo. (Hoy en día es muy raro ver a estos animales casi ya extinguidos, les temen a los humanos).
El chacal se dirigió a la cima norte de la Pirámide deteniéndose unos instantes para desaparecer por un agujero. El árabe lo siguió y luego de deslizarse por el estrecho agujero se encontró dentro de la cámara de una Pirámide, al encender su linterna observa con asombro que todas las paredes estaban escritas de arriba a abajo con inscripciones jeroglíficas, pintadas en color turquesa y dorado.
Sin saberlo el reis había encontrado el más grande descubrimiento arqueológico de fines del siglo XIX, había descubierto los textos religiosos más antiguos hasta el momento en el mundo dentro de la pequeña Pirámide de Pepi I.
La historia del chacal se remonta en el Antiguo Egipto donde existían dos dioses chacales, aunque constituían diferentes aspectos de un mismo. El primero y más conocido era Anubis, representado en las pinturas funerarias egipcias supervisando el ritual del “pesaje del corazón”, el examen que rendía el Faraón para poder ingresar a la corte de Osiris y también es conocido como custodio dentro de las tumbas de los faraones, los guardianes que pudimos observar también nosotros en la tumba del famoso Rey Tutankamon. Hoy estos guardianes están en el Museo Central de El Cairo.
El otro chacal es el Upuaut que quiere decir “abridor de caminos”.
Bajo este mismo nombre un pequeño robot de un equipo alemán ingresó por primera vez al canal de la Gran Pirámide el 22 de marzo de 1993, bajo la dirección del Ing. Rudolf Gantenbrink y descubre una “puerta” que sella el camino luego de trepar 65 metros de viaje. Las imágenes grabadas de este descubrimiento son sorprendentes.
Según parece Anubis está relacionado con la estrella Sirio, que es la estrella más brillante de la Constelación del Can Mayor, y Upuaut con la Constelación de la Osa Menor.
 Fig. 1 Fotografía del Museo de El Cairo, ubicado en pleno centro de El Cairo, Egipto. (Fotografía de Guillermo D. Giménez)

domingo, 9 de febrero de 2020

EL PROYECTO ESTELAR EN EL EGIPTO FARAÓNICO (1RA PARTE)


Un Informe Investigativo de:
  GUILLERMO DANIEL GIMÉNEZ (*)

Jane B. Sellers en The Death of Gods in Ancient Egypt nos decía: “Los cielos han sido el móvil de la ciencia durante milenios, son para el hombre sus esperanzas y sueños sobre el mañana. La visión de aquellos primeros hombres que labraron sus ideas en la piedra, no se refleja en ninguna parte con la plenitud que alcanza en las tumbas de los antiguos egipcios”.
Sin duda no se equivocó. Quienes hemos visitado, investigado y explorado Egipto, recorriendo el Nilo, caminado por sus desiertos, visitando las Pirámides y Templos, ingresando a las mismas, viendo sus túneles y cámaras, su perfecta arquitectura, sus escrituras jeroglíficas, sus conocimientos astronómicos y monumentos de milenios, sabemos hoy que todo fue obra por lo menos para la región de Gizeh de un gran y único plan estelar estratégicamente planificado, que junto a las Pirámides de Dahshur, Abusir Abu Roasch y Zauyat Al Aryan, es decir el área de la Necrópolis Menfita, junto a Heliópolis, Letópolis y el Río Nilo, concuerdan plenamente con la región estelar de Orión, en la Vía Láctea.
También sabemos de su verdadera antigüedad para estas obras de la IV Dinastía egipcia, más de 10.000 años de acuerdo a los estudios científicos llevados a cabo en las Pirámides de Gizeh y en la Esfinge, a pesar de que la egiptología actual nos diga otra cosa.
La perfecta planificación de las Pirámides de esta IV Dinastía, nos demuestra -por no mencionar la sorprendente exactitud de los alineamientos y construcción-, una perfecta organización y ejecución de obras a una escala monumental que no se repetiría durante las próximas dinastías.
A varios investigadores y egiptólogos les llamó la atención todo esto, citemos a Jean Philippe Lauer, Zbynek Zaba, Robert Bauval, Adrian Gilbert, entre muchos otros.
El primer Rey de la IV Dinastía fue Snefru, padre de Kheops, quien hizo construir dos o tres Pirámides. Hoy no se puede determinar porqué Snefru y sus arquitectos, como el gran sacerdote-arquitecto Imhotep, abandonaron la construcción de las Pirámides escalonadas para pasar a construír Pirámides de lados lisos.
Asclepio nos dice: “Imhotep, el arquitecto de Zoser... fue según Manetón el inventor del arte de construír con piedra tallada... Sus obras se hicieron legendarias para las generaciones posteriores de egipcios que lo consideraban no sólo un arquitecto sino un mago, un astrónomo, el padre de la medicina ... y los griegos lo identificaron con su propio Dios de la medicina”.
La más perfecta y antigua construcción monumental en piedra en la región de Saqqara (ó Sakkara) es la Pirámide escalonada de Zoser, donde tuvimos oportunidad de visitar y recorrer en el desierto en medio de un calor asfixiante.
  

 Fig 1. Fotografía del autor de esta nota en la región de Saqqara (ó Sakkara) mostrando la Pirámide escalonada de Zoser. (Fotografía de Guillermo D. Giménez)
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