miércoles, 6 de septiembre de 2023

JOSÉ ANTONIO CARAVACA: “La comunidad científica está expectante ante este nuevo cariz que ha tomado el asunto de los UAPS, pero aún son muy pocos los que se atreven a salir a la palestra confirmando que se trata de una materia interesante”.

 

Por Martha Jacqueline Iglesias Herrera

 

JK: José Antonio, ante todo, es un placer volver a entrevistarte en Código Betelgeuse luego de varios años. Quisiera empezar esta entrevista preguntándote: ¿Cuál es tu opinión sobre la repentina aparición de la agenda estadounidense en relación con los Ovnis después de décadas de ostracismo?

Encantado de estar de nuevo en Código Betelgeuse, Jacky. Respecto a tu pregunta, todo está sucediendo de forma muy vertiginosa desde que en 2017 se destapara en una exclusiva del New York Times que el Pentágono estaba destinando, de forma opaca, 22 millones de dólares del presupuesto de defensa a la investigación del tema OVNI dentro del ejército y la comunidad de inteligencia. Y esto cogió por sorpresa a propios y extraños ya que nadie se esperaba que a estas alturas de la película el gobierno estadounidense estuviera interesado en estas cuestiones que siempre ha evadido de forma tajante. Pero tras el terremoto ocasionado por esta asombrosa noticia, que recorrió todo el planeta en pocas horas, y una vez sopesada toda la documentación, los investigadores más críticos advirtieron que se estaba iniciando una campaña para implantar una nueva narrativa sobre los OVNIs que podría esconder otros intereses. Y lo que más desconcertó a los expertos es que el Pentágono consideraba que los OVNIS representaban una seria amenaza para la seguridad nacional. Esta rotunda afirmación, pronunciada en infinidad de ocasiones como un mantra, parecía ir en contra de los archivos de los ufólogos que no entendían muy bien a que venía esta insinuación ¿Realmente podemos considerar que los OVNIS son peligrosos tras más de 70 años de manifestaciones por medio mundo? ¿Por qué ahora se colgaba esa etiqueta sobre el fenómeno? ¿Existía un peligro real para los pilotos de combate de los Estados Unidos? ¿Estaban los OVNIS espiando las instalaciones y áreas más secretas del país? Sin duda todas estas cuestiones nos pueden ofrecer interesantes pistas sobre los verdaderos intereses del Pentágono en esta inquietante e inesperada trama…


JK: ¿Cuáles son las posibles razones detrás del cambio de terminología y la adopción de UAP e INH? A tu entender, ¿se relaciona esta decisión con la necesidad de superar estigmas y abordar los fenómenos ufológicos desde una perspectiva más abierta y sin prejuicios o existe un motivo oculto detrás de todo?

Desde el Departamento de Defensa y otras instituciones gubernamentales se alude constantemente a la desestigmatización social y científica de ciertos aspectos del fenómeno para conseguir una erradicación de los problemas del pasado. Aunque mirado con perspectiva, más bien parece que lo que se pretende es instaurar una nueva narrativa donde no solo se cambian términos, sino que se pretende cambiar nuestra percepción de lo que sabíamos de estas manifestaciones. Por ejemplo, la célebre palabra OVNI ha desaparecido por completo de los documentos y declaraciones oficiales, e incluso se sortea de manera bastante curiosa mencionar a los extraterrestres, y de ahí que haya surgido eso de las “Inteligencias No Humanas”, un eufemismo para decir prácticamente lo mismo que antes, pero sin acudir al estigmatizado vocablo. Del mismo modo, las siglas UAPS han ido evolucionando en poco tiempo, y por primera vez, en un término para definir a los OVNIS no encontramos ni la palabra “aéreo” ni “objeto”, y el invento queda de la siguiente forma: UAPS fenómenos anómalos no identificados. Y este punto creo que también es sintomático de por dónde van los tiros… y a donde nos quieren llevar…

JK: ¿Qué crees que motiva este reinicio en los estudios sobre Ovnis y qué podría haber detrás de los últimos acontecimientos ocurridos en relación con el ex agente de inteligencia David Grusch ante el Congreso de los Estados Unidos?

No lo sé a ciencia exacta, pero al Departamento de Defensa y a la inteligencia norteamericana siempre le ha venido muy bien, en determinados momentos cuando la presión social y mediática aumentaba considerablemente para solicitar transparencia informativa sobre los ovnis, que aparecieran ciertas informaciones extraordinarias y delirantes, que además de desviar la atención, conseguían introducir aspectos confusos a la cuestión. Repito. No es nada nuevo que en medio de grandes esfuerzos para lograr información del gobierno estadounidense en materia ovni, irrumpan extraños denunciantes y mucha desinformación para restar credibilidad al asunto y crear un gran caos mediático. Resulta sospechoso que, en medio de un reseteo de la ufología, donde se pretendía abordarla sin prejuicios y con un alto rigor científico, nos encontremos, una vez más, con las antiguas historias de OVNIS estrellados, ingeniería inversa, cuerpos de extraterrestres y pactos secretos con civilizaciones alienígenas que consiguen apartar a la comunidad científica y a la prensa seria. ¿Podemos enmarcar las declaraciones de Grusch dentro de esta corriente? Sea consciente o no del engaño, no podemos descartar que este exagente de inteligencia este colaborando en la propagación de información falsa en un momento clave donde la clase política exige respuestas claras y contundentes.

 JK: Existe la teoría de que el ejército estadounidense está probando prototipos de aeronaves y drones ultrasecretos con el propósito de difundir la creencia en los Ovnis. ¿Crees que esta hipótesis es posible? ¿Consideras que podrían estar ocultando información, incluso, a su propio ejército?

Desde el minuto cero de esta nueva divulgación el Departamento de Defensa ha considerado que los UAPS son reales y que son una amenaza para seguridad nacional. En ninguno de los numerosos discursos oficiales han descartado que estos eventos puedan ser causados por prototipos de su propio ejército o que se traten de avanzadas aeronaves espías de otros países. El AARO, la oficina que recopila e investiga los avistamientos de extrañas aeronaves protagonizados por pilotos y personal militar de los Estados Unidos, indican claramente que la mayoría de los incidentes se producen en áreas de maniobras o pruebas, por lo que no descartan que detrás de estos sucesos haya una labor de espionaje. Y es que una de las repercusiones del embrollo de los denominados OVNIs del Pentágono, es que de 2019 se implantaron unas nuevas directrices para informar de cualquier tipo de avistamiento anómalos sobre instalaciones, acuartelamientos, bases nucleares, zonas de entrenamientos, portaviones o cualquier otro aérea sensible para la seguridad nacional. Y esto quiere decir que la inteligencia estadounidense detectó con gran alarma que debido al estigma OVNI, léase platillos volantes y hombrecitos verdes, existía mucha información que no se llegaba a sus gabinetes de análisis. Y este hueco de seguridad podría ser utilizado por potenciales enemigos de los Estados Unidos para el espionaje o incluso para perpetrar atentados terroristas. La expansión y desarrollo de los aviones no tripulados y los drones han abierto una nueva brecha en el espionaje internacional que el Departamento de Defensa estaba obviando por culpa de la creencia de su personal de que estos dispositivos, por sus formas nada convencionales, estaban relacionados de alguna manera con el denostado fenómeno OVNI y que informar sobre estas observaciones podría acarrearles problemas en su carrera militar o simplemente quedar señalados en su unidad. Por tanto, desde 2019, y gracias a la campaña iniciada desde 2017, por primera vez las agencias de inteligencia tenían a su disposición una ingente cantidad de informes sobre violaciones del espacio aéreo estadounidense que antes no eran informadas.

JK: ¿Qué implicaciones tienen los UAP para la comunidad científica en términos de desafiar nuestras concepciones de la realidad y nuestra comprensión de las leyes del universo?

La comunidad científica está expectante ante este nuevo cariz que ha tomado el asunto de los UAPS, pero aún son muy pocos los que se atreven a salir a la palestra confirmando que se trata de una materia interesante. Algunos especialistas están sorprendidos de algunas declaraciones oficiales que aseguran que algunos de estos objetos realizan maniobras imposibles para nuestra aeronáutica y que su estudio podría representar un avance para la ciencia. Pero la tremenda repercusión mediática parece que sigue siendo un escollo para que algunos especialistas se involucren en el estudio científico de los UAPS. Por ejemplo, la NASA que en el siglo pasado no quiso entrar en el debate de los platillos volantes, en el año 2022 creó un comité de 16 expertos, dirigidos por el astrofísico David Spergel para evaluar los informes recabados por el AARO. Pese a lo ilusionante de esta colaboración, hasta el momento la agencia espacial apenas ha aportado nada nuevo y su prometida comparecencia para mostrar nuevos resultados lleva retraso.

JK: ¿Cómo crees que se ha abordado la fenomenología paranormal y forteana en los estudios e investigaciones ufológicas?

No hay que olvidar que la nueva narrativa UAP hunde sus raíces en el Rancho Skinwalker, un supuesto lugar donde se dan toda clase de fenómenos paranormales, ufológicos, criptozoológicos y forteanos. Y también es curioso que muchos de los implicados en las investigaciones oficiales, como Lue Elizondo, Leslie Kean o Garry Nolan, han señalado, desde diferentes ángulos, que la observación de estas misteriosas aeronaves conllevan asociados una serie de extraños fenómenos que tienen muy difícil encaje con la hipótesis extraterrestre. Y por esta razón en algunas entrevistas, estos estudiosos sacan a relucir conceptos como seres dimensionales, universos paralelos o Inteligencias No Humanas en un intento de abarcar y darles un posible contexto a todas estas características anómalas más allá de la simpleza de los visitantes alienígenas.

 

JK: Algunos investigadores sugieren que todo este entramado publicitario en torno a los Ovnis del Pentágono podría ser una operación de los servicios de inteligencia con fines diferentes a los esperados. ¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Crees que podría ser una estrategia de las agencias secretas para ocultar experimentaciones y operaciones clandestinas?

No se puede descartar esta opción, ya que, desde un principio la irrupción de ciertos personajes en la trama resulta muy sospechoso si lo analizamos con calma. A estas alturas nadie recuerda que conocimos a Lue Elizondo y a Cristopher Mellon, dos actores claves en la nueva narrativa UAP, a través de la polémica Academia de las Estrellas del cantante Tom DeLonge, que tras un fulgurante arranque se diluyó como un azucarillo dejando muchas preguntas en el aire. Casi todo el mundo ha pasado de puntillas sobre esta cuestión. No sería nada descabellado pensar que la TTSA, fuera un caballo de Troya ideado por las agencias de inteligencia estadounidenses para situar a estos dos exoficiales de inteligencia en el panorama ufológico internacional como abanderados de un movimiento por la transparencia. En este sentido los propios interesados, Elizondo y Mellon, en contra del sentido común, han comentado públicamente y sin miedo a represalias, que estando aun trabajando en el organigrama del Departamento de Defensa y sujetos a estrictas cláusulas de confidencialidad urdieron parte de la exclusiva del New York Times y perfilaron su paso a la vida pública en una cruzada contra sus antiguos jefes e investigando lo mismo que hacían bajo credenciales de seguridad.

JK: Tanto en Luis Elizondo como en David Grusch se observa un cambio radical de actitud, pues pasaron de trabajar en operaciones clandestinas para el gobierno de Estados Unidos a convertirse en defensores de la divulgación y desclasificación sobre Ovnis. A tu entender, ¿los motiva un incentivo personal?, ¿algún cambio en su percepción del fenómeno ufológico los llevó a tomar esta posición? o ¿quizá la realidad sea una cortina de humo de los servicios de inteligencia usando estrategias de desinformación?

Los más optimistas ven a Elizondo y Grusch como una especie de héroes en busca de la verdad en una titánica lucha contra el poder del gobierno norteamericano que quiere continuar con su secretismo. Pero hasta el momento ninguna de sus declaraciones más sensacionales no han ido acompañadas de pruebas de peso. Se hablan de fotografías, filmaciones y documentos que no aparecen por ninguna parte, y esto, obviamente no ayuda a que la gente crea en sus acusaciones. Pese a todos los progresos de los últimos años no se ha conseguido desclasificar ninguna prueba fehaciente de la realidad anómala del fenómeno.  Todo el material que conocemos hasta el momento es objeto de infinidad de interpretaciones, que van desde vehículos no humanos, hasta simples globos o drones espías…

JK: ¿Cómo crees que acabará todo esto de los UAPS del Pentágono?

Actualmente existe una iniciativa en el Congreso, promovida por republicanos y demócratas liderados por Anna Paulina Luna y Tim Burchett, para rastrear cualquier información sobre los UAPs que no haya trascendido de forma pública y que pudiera llevar a una mejor comprensión de este fenómeno. Según los senadores esperan poder llegar al fondo de las acusaciones de David Grusch y comprobar si los Estados Unidos poseen realmente restos de naves espaciales y cuerpos no humanos escondidos en algún recóndito lugar. Pese a estas expectativas, es difícil calcular como acabará esta situación, ya que en los últimos meses se están insertando muchas declaraciones sensacionalistas más relacionadas con el mundo de las conspiraciones que con el ufológico, y que precisamente en décadas pasadas contribuyeron a socavar la credibilidad y respetabilidad del fenómeno OVNI. Sería una oportunidad de oro perdida que los interesantes movimientos sociales, mediáticos, científicos, militares y políticos generados desde 2017 por esclarecer de una vez por todas el enigma de los No identificados mediante una buena praxis y una divulgación seria, concluyera de mala manera por verse envuelta en polémicas, debates estériles e informaciones falsas… Solo el tiempo tiene las respuestas que buscamos… y solo espero no estar en un bucle que tantas veces hemos vivido.

 

Agradezco a José Antonio por dedicarme parte de su tiempo para la realización de esta entrevista.

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