jueves, 23 de febrero de 2023

Ruinas de Track Rock: ¿Evidencia de una conexión maya entre el estado de Georgia en Estados Unidos y Chichén Itzá en México?


Por Martha Jacqueline Iglesias Herrera
 


Hoy quiero hablarles de una interesantísima teoría propuesta por Scott Wolter, un geólogo forense norteamericano que afirma que la historia que nos han enseñado no es correcta. Según Scott puede existir una conexión maya entre el estado de Georgia en Estados Unidos y Chichén Itzá en México. 
 

Podríamos preguntarnos acerca de esto: ¿Verdad, humo de colores o espejismos intelectuales?

Pero, antes de llegar a una apresurada conclusión, pasemos a examinar las posibles evidencias que apuntan a una conexión entre estos dos sitios colmados de una fascinante historia.


Ruinas de Track Rock

No es hasta febrero del 2000 cuando los arqueólogos examinan un yacimiento no identificado en el Bosque Nacional de Chattahoochee, en Georgia. Allí se encuentra un gran conjunto de 300 montículos de piedra a los que dan el nombre de Ruinas de Track Rock. 

Pero, en el 2012, las autoridades gubernamentales prohíben el acceso al yacimiento debido a controvertidas pruebas que lo relacionan con la profecía maya. 

En su laboratorio de Minneapolis, Scott Wolter analiza una filmación del sitio facilitada por un fotógrafo que tuvo acceso al yacimiento un año antes y descubre que el mismo presenta agricultura de bancal (una técnica utilizada por los mayas para el cultivo), estructuras ceremoniales prehistóricas, hitos de piedra y cimientos de rocas. También se observa alineación de la estructura con los cuerpos celestes. 

Una prueba de carbono 14 arrojó que las Ruinas de Track Rock datan del 1000 a.c.

Nativos Creek

Alentado por este descubrimiento Scott Wolter contacta con Richard Thornton, un experto en nativos Creek de Georgia que está convencido de esta conexión maya. Hay que tener en cuenta que los Creek son una nación amerindia ubicada en el sureste de los Estados Unidos. Su lengua, llamada maskoki pertenece al grupo lingüístico de las lenguas muskogui. En los siglos XVII Y XVIII formaron con otras tribus la llamada Unión de los Creek. Los miembros de esta vivieron en la mayor parte de los estados de Georgia y Alabama. 

Richard Thornton plantea que los mayas son uno de los grupos étnicos de mexicanos nativos de América que originaron la tribu de los indios Creek. Para este planteamiento se basa en diversas pruebas de cohesión entre Georgia y México tales como arquitectura, tradiciones culturales y arte muy parecido.



Petroglifo de Forsyth



Analizando el Petroglifo de Forsyth se llega a la conclusión que las dos culturas: los mayas y los indios Creek utilizaban los mismos símbolos para dejar constancia del mismo acontecimiento.
La misma pudiera ser un mapa celeste que refleja acontecimientos astronómicos que sucedieron en el 536 d.c cuando se produjo el impacto de un cometa y eso explicaría el esfuerzo en tallar la roca, faena que no era nada fácil.

Lidar: Ojos sobre el terreno. 


Dada la imposibilidad de Scott Wolter de personarse en las Ruinas de Track Rock por el obstáculo de las autoridades gubernamentales, acude a su plan B: la utilización del lidar sobrevolando, en un avión, el yacimiento.

Hay que señalar, que el lidar es un sistema que permite obtener una nube de puntos del terreno tomándolos mediante un escáner láser aerotransportado (ALS). Para realizar este escaneado se combinan dos movimientos. Uno longitudinal dado por la trayectoria del avión y otro transversal mediante un espejo móvil que desvía el haz de luz láser emitido por el escáner.

Para conocer las coordenadas de la nube de puntos se necesita la posición del sensor y el ángulo del espejo en cada momento. Para ello el sistema se apoya en un sistema GPS diferencial y un sensor inercial de navegación (INS). Conocidos estos datos y la distancia sensor-terreno obtenida con el distanciómetro obtenemos las coordenadas buscadas. El resultado es de decenas de miles de puntos por segundo.

El lidar tiene un margen de error de centímetros.

Las conclusiones de la investigación con el lidar arrojan datos sorprendentes: que los mismos montículos en espirales construidos por los mayas en México también fueron construidos en Georgia. Se observan, además, terrazas superiores e inferiores, además de la Acrópolis.

Azul Maya



El azul maya es un pigmento histórico, confeccionado y utilizado fundamentalmente por culturas mesoamericanas desde el siglo VIII hasta el 1860 de nuestra era. Se encuentra en pinturas murales de edificios arqueológicos, códices, esculturas, piezas de cerámica, etc.

Destaca entre los pigmentos históricos conocidos debido a sus magníficas propiedades: no sólo posee color intenso, sino que es resistente a la biocorrosión, a la luz y al calor moderado. Tampoco se decolora ante el ácido nítrico concentrado, los solventes orgánicos ni los álcalis. Los murales ejecutados con el azul maya han tolerado muy bien la humedad durante cientos de años.

Fue en 1931 cuando resurgió el interés por el mismo cuando el Instituto Carnegie inició unas exploraciones en el Templo de los Guerreros de Chichén Itzá. La muestra tomada de aquella sustancia azulada fue analizada por H. E Merwin. Pero no sería hasta 1942 cuando R.J Gettens bautizaría provisionalmente a este pigmento con el nombre de azul maya, debido a que hasta ese momento sólo se había hallado en templos concernientes a esta cultura. 

El descubrimiento años más tarde de las pinturas Murales de Bonampak (las obras pictóricas más significativas y mejor conservadas pertenecientes a la cultura maya) donde también se encontró azul maya hizo posible a los investigadores disponer de más muestras del mismo. Entonces, su composición química, hasta el momento desconocida, fue esclarecida progresivamente. Al estudiar las muestras de Bonampak mediante el método de difracción de rayos X se identificó uno de sus componentes: la palygorskita, una arcilla que se caracteriza por poseer una estructura fibrosa en vez de lamelar, como la mayoría de las arcillas.

Sin embargo, el investigador Scott Wolter plantea que la palygorskita es abundante en Georgia, no así en México donde existen muchos yacimientos donde no se han encontrado la fuente del azul maya, por lo que plantea la hipótesis que el azul maya de México puede haberse realizado con la palygorskita de Georgia. 

Placa del halcón danzador




Otra conexión entre ambos lugares es una placa de cobre que se encontró al norte de Georgia y lo interesante es que es casi idéntica a otra que se encontró en Chichén Itzá, en el Yucatán. Elementos similares son: la cabeza decapitada en la mano derecha (el lado de los espíritus), el arma y las plumas que sostiene el guerrero en la mano, etc. 

Ocmulgee Mounds


En Ocmulgee Mounds se encontró un panteón donde se hallaron cadáveres con deformación craneal, conocida técnica maya ya que ellos también la utilizaban con sus élites. 

Túmulo en espiral



En Xochitecatl en México es el único lugar en Norteamérica o Centroamérica que tiene un túmulo en espiral como el encontrado en Georgia y está diseñado exactamente igual al otro yacimiento con un montículo en espiral a un lado y el montículo cuadrado al otro. 

Conexión lingüística


Los españoles encontraron alrededor del lago Okeechobee, en Estados Unidos, tres pueblos que vivían alrededor de él: los MAYAIMI, los MAYAYUACA y los MAYACA.

Conclusiones

Los investigadores han escrito sobre esta conexión por más de 150 años, pero la misma se ha convertido en un tema tabú entre los académicos. 

Templos, iconografía, conexiones lingüísticas, relieves idénticos, arqueoastronomía, estructuras de piedra, deformación craneal y la comprobación en un laboratorio de que los resultados de los rayos X de la palygorskita de Georgia coincide con el del azul maya de México… son algunos de los puntos comunes que indican una conexión maya entre el estado de Georgia y México, los cuales reflejan por su contextualidad una cantidad enorme de informaciones subjetivas y objetivas.
Hay que señalar el intento de estas culturas ancestrales por emitir mensajes gráficos similares en diferentes latitudes del orbe. En el caso de la arqueoastronomía, por ejemplo, la misma llena huecos complementarios en la arqueología del paisaje y la arqueología cognitiva. La propia evidencia material y sus conexiones con el cielo revelan cómo un paisaje vasto puede ser integrado en creencias acerca de los ciclos de la naturaleza, como en la astronomía maya y su relación con la agricultura. Otro ejemplo que ha permitido el nexo de ideas cognitivas y el paisaje incluye el estudio del orden del cosmos incrustado en el camino de las poblaciones. 

Y, aunque sólo podemos especular acerca de las intenciones de estas culturas ancestrales, pues las finalidades de sus manifestaciones nos siguen siendo, en cierto modo, desconocidas, no podemos menos que encontrar una especie de patrón común en sus expresiones “artísticas” y de "vida" que nos ayudan, de cierta forma, a intentar resolver este gigantesco puzzle.

Sólo me resta decir que, de ser aceptada dicha teoría, tendría que reescribirse la historia tal y como la conocemos hasta ahora.


Fuentes: 


1)      Blowing up History (serie documental)
2)      Arte rupestre de México Oriental y América Central
3)      Aveni. A.F. (2003). «Archaeoastronomy in the Ancient Americas». Journal of Archaeological Research
4)      Chiari, Giacomo; Giustetto R.; Carson, D. (enero–abril de 2008). ‹Azul maya: una maravillosa nanotecnología precolombina›. Boletín de monumentos históricos (México, D.F.: Coordinación Nacional de Monumentos Históricos)
5)      Wikipedia

3 comentarios:

Blanca Miosi dijo...

Interesantes descubrimientos, Jackeline, parece que existió alguna conexión, raro sería que no la hubiese ya que América tuvo que ser habitada por gente que vino desde el norte.

Martha Jacqueline Iglesias Herrera dijo...

Es un tema que me fascina amiga Blanquita, y sí, las evidencias apuntan a esa conexión. Coincido contigo totalmente.

Abrazo

Milton dijo...

Buen trabajo de traducción y colección de información valiosa. Felicitaciones.

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