viernes, 18 de marzo de 2022

EL PRÍNCIPE NEGRO (PARTE II)

Por Orestes Girbau

 

CAZANDO PUNTOS DE OBJETIVIDAD

 

Cuando buscamos evidencias de sondas foráneas en nuestro entorno circunterrestre o sus cercanías, no podemos menos que sorprendernos ante los hechos irrefutables avalados por nuestra tecnología actual. Uno de esos casos le correspondió al 1991 VG.
Con fecha 13 de noviembre/1991 era reportado un objeto asteroidal y movimiento rápido, (cuyos elementos orbitales eran muy similares a los de la Tierra). La información fue brindada por J. V. Scout, científico del Lunar and Planetary Laboratory (E.U.), apoyado con un telescopio Spacewatch de 91 cm. Después, otro especialista nombrado R.M. West, precisó que la curva luminosa del peculiar objeto destellaba, haciendo pensar que se trataba de un cuerpo artificial con rotación rápida y paredes laterales altamente reflectantes. Otros hombres de ciencia, en condiciones menos favorables reportaban un comportamiento luminoso asteroidal. Se analizó en este caso posibles residuos de pretéritos lanzamientos espaciales o misiones lunares.
Pero, en circulares del Buró de Telegramas fechados hasta el 13 de Dic/91, se indicaba que la situación aún estaba MUY LEJOS DE SER RESUELTA.


Cabe señalar que el catalogado cuerpo 1991 VG cruzó el 5 de diciembre a 464,000 kilómetros de nuestro planeta.


Al año siguiente – el 17 de Julio/1992, un satélite geostacionario, situado a 36,000 kilómetros de altura, captó, mediante un sistema de fotografía infrarroja, una nave discoidal (cuyo diámetro aproximado apuntaba a los 400 kilómetros) situada frente a las costas chilenas. Y aunque varios especialistas en astronomía han sostenido que se trataba de la Luna, a decir verdad, la controversia se suscita actualmente, porque un grupo de ufólogos están decididos en demostrar que lo captado por la GOES es un enorme OVNI. Y, aunque el ejemplo es insatisfactorio, no es el único. En abril del 1996, otro satélite de la serie GOES – que significan “satélites medioambientales de órbita geoestacionaria”- (de la NOAA) logró una foto de un enorme OVNI situado a cientos de kilómetros sobre la costa oriental de Estados Unidos.

 

Fig. 8 "Inquietante imagen enviada por el satélite GOES 12". (Cortesía de CIFAE, Chile).

 

La hipótesis de que se trataba de la Luna, era descartada por el científico Nuck Balaskas, al confirmar que esta se encontraba en cuarto creciente. Otra comprobación resultaba significativa: las secuencias fotográficas de la GOES 8 tiene un intervalo de 15 minutos. Si se tratara de la Luna, ésta tenía necesariamente que haber aparecido en la foto anterior (o posterior), y tal hecho no se materializó. Todo por una simple razón: el OVNI o sonda volaba a mayor velocidad. Como si fuera poco, se argumenta entonces que todo fue un “error informático”. Demasiado raro ese “error”, porque en la imagen obtenida con filtro infrarrojo, se observa que el cuerpo desprende calor. Balaskas e investigadores de CIFAE, en Chile, siguieron investigando.
Los tres ejemplos anteriores no son excepciones. Abundan los casos de informes, fotos, detecciones y videos desde el espacio, confirmándonos que la historia del Príncipe Negro puede que apenas haya comenzado. (12)

 

Fig. 9 "Stealfh F-117, es uno de los sofisticados aviones modernos, que han sido confundidos con OVNIs. La invisibilidad y/o no detección, en algunos casos, no tienen por qué ser necesariamente atributos de tecnologías foráneas; el bombardero B-2 es un ejemplo en cuanto a esa tecnología de punta se refiere".

 

Reconocer que por las inmediaciones de la Tierra están produciéndose avistamientos, fotografiándose y detectándose cuerpos difíciles de desmentir, en cuanto a sus naturalezas artificiales, se ha hecho algo común. Cuando hacemos un análisis apropiado del asunto, inferimos que los astrónomos de 1953-55, suponían una(s) presencia(s) satelital natural alrededor nuestro, no vinculada exactamente con el fenómeno UFO, aunque, en honor a la verdad, las trayectorias de hombres como Tombaugh o el señor la Paz, merecen una mayor atención: ambos habían observado Ovnis, y estuvieron vinculados al programa científico-defensivo de E.U. Por lo anterior se deduce, que las observaciones comenzadas en el observatorio Lowell – familiar para el descubridor del planeta Plutón – sólo retomaban una iniciativa casi olvidada, pero virtualmente novedosa.


Un año después, publicaciones respetables transmitían los frutos de tan desusada búsqueda. Sin embargo, la intriga, - que subsiste actualmente –en cuanto al origen de esos “extraños” informes, lo único que parece haber producido, es otro buen argumento sólido a los ufólogos serios, para hacer enfoques sobre una materia investigable, incluso para la ciencia de los años cincuenta, y ofrecer, en alguna medida, datos comprobables (científicos e históricos) respecto a otro caso de prueba indirecta en cuanto al tema relacionado con las sondas alienígenas se refiere. Sin embargo, otros reportes conocidos recientemente, daban cuenta de otras observaciones y estudios: un astrónomo en USA apellidado Slayton, había reportado en 1958 desde Arizona, la presencia de cierto objeto que se movía muy veloz y en forma recta, perdiéndose tras alcanzar la orilla de nuestra Luna natural. Las autoridades le solicitaron posteriormente la trayectoria de vuelo del peculiar “fenómeno astronómico”.

En decenios posteriores, el Príncipe parece haber sido detectado, gracias al empleo de aparatos muy sensibles. Nuevas explicaciones suscitaron el interés: qué si la sonda poseía una elevada temperatura o que la misma era indetectable por los radares convencionales, debido al perfecto recubrimiento.

 

EXISTEN OTRAS LUNAS NATURALES.

Si de satélites naturales y transitorios se trata, son verificables desde diversos ángulos, ya sean geométricos, astronómicos u ópticos. Refiriéndonos a la posibilidad real de que existieran otras lunas terrestres o en órbita lunar, trasladándose a una distancia prudencial de esta última, no resultaría nada anómalo. 

 

Fig. 10 "En 1957, un humilde ciudadano cubano nombrado Manuel Méndez, fotografió un objeto volante no identificado, sobre la vertical del Cacahual, Habana. Podemos   decir, que no se trató - lógicamente - de un meteoroide, o uno de los globos lanzados durante el Año Geofísico Internacional, ni que pertenecía al Proyecto Mogul, ni tampoco un FUGOS japonés. Sencillamente, la imagen habla por sí sola".   Gentileza de Ovnis Cuba.


Algunos selenógrafos y estudiosos sostienen que pueden existir razones históricas en ese punto, las cuales confirmarían sus criterios.
Aunque difíciles de detectar debido al pequeño tamaño de tales lunas, se dio a conocer durante 1990 por el astrónomo polaco Winearski, unas fotos donde aparecían dichos satélites, detallando específicamente en su descubrimiento, los aspectos que a continuación se anotaron:

- Qué los cuerpos poseían algunos grados de diámetro.
- Qué tenían una órbita errática a diez grados del punto de 60 grados - delante o detrás – de la Luna.
- Qué la presencia del color rojo en ellos resultaba mayor que la luz zodiacal.

Los hombres de ciencia, parecen tener puntos de vistas diferentes a medida que el tiempo avanza inexorablemente, porque existen sobradas razones científicas en sus valoraciones. Básicamente hay tres aspectos que se deben tener presentes:

Primero: Esos otros cuerpos vistos y detectados en decenios recientes, pueden deberse simplemente a la chatarra espacial.


Segundo: Alguno que otro asteroide captado (o transitorio) puede desempeñar el papel de una segunda luna.


Tercero: La probabilidad de una desconocida sonda extraterrestre, “casi” imperceptible e indetectable, tiene validez dentro del ambiente académico.


Cuarto: Todavía está en una nebulosa el denominado Príncipe Negro. Su naturaleza – incluso la influencia que puede ejercer – no debe prevalecer como un mito esotérico dentro de las páginas amarillas.


Dando claridad a las informaciones que nos proporcionan los hechos, debo precisar antes que todo, que el primer punto es aceptable, si corresponde al tiempo posterior a octubre del año 1957. Y, con todo, existe otro período establecido - entre 1957 y 1961 – que resulta a los ufólogos y a unos cuantos astrónomos, muy desconcertante, precisamente, por no haber entonces ese explosivo cúmulo de basura espacial necesaria – como en la actualidad - que justifique determinados encuentros espaciales fortuitos (ECO 1), desviaciones del rumbo llevadas a cabo por alguna técnica coheteril, hasta el inicio gradual y temporal de nuevas facetas dentro del historial OVNI, y el recrudecimiento de la secrecía en esa espinosa materia a nivel planetario.


Pues bien, sin querer cuestionar la realidad, debemos tener en cuenta – repito - a la chatarra espacial. Por otra parte, la ciencia está convencida de que podemos tener perfectamente una segunda – y hasta una tercera – luna. Citaré que, recientemente, científicos de NASA analizaron ampliamente la presencia de un objeto en órbita, concluyendo que se trataba del Saturno V, lanzado el 14/Noviembre/1969. (*)


Defendiendo la otra probabilidad, digamos que resulta igualmente lógica. Todo indica que sí, nuestro bello planeta azul tiene otra luna, – al menos - y bastante singular.
Según el reporte ofrecido, un asteroide nombrado 2003 YN107, gira, una vez por año, alrededor de la Tierra.
La diferencia significativa estriba, en que se cree que el llamativo asteroide “gira en forma de tirabuzón” durante años, para posteriormente continuar su viaje. Mientras tanto, el cuerpo co-orbitante comparte la misma órbita.
Como suele decirse, otro aspecto resuelto (¿definitivamente?).


Antes de continuar debo aclarar que el actual trabajo, no está destinado a demostrar lo indemostrable, ni a verificar aquello que obviamente no ha resultado verificable. Existen acontecimientos, noticias, y argumentos racionales y, a este autor con eso le es suficiente, para iniciar cualquier debate relacionado al tema en cuestión. Que el enigma OVNI tenga o no relación con la presencia inevitable del Príncipe Negro, está determinado por factores que pueden estar al alcance de nuestros conocimientos.

Nos abrimos mentalmente sin caer en lo subjetivo. La madurez intelectual humana debe tener espacio suficiente, para concebir la otra cosmonáutica, (inversa) producto – y ha sido objeto de ensayos - de la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, concibiendo la casuística, como otra consecuencia dramática de nuestra reciente historia; mayormente elevada debido a la peligrosa arma nuclear.


Continuamos analizando que debemos ser capaces de inferir la presencia de sondas invisibles e indetectables. ¿Acaso no existe actualmente en la Tierra la tecnología capaz de lograr la invisibilidad en aviación, y de ser indetectables en pleno movimiento? ¿Qué no pensar de criaturas que nos superen tecnológicamente cinco mil años?
Cuando el matemático alemán del siglo XIX, A. Wilhelm Zachariae, experimentó con modelos de alas circulares, lejos estaban los tiempos actuales, en la que una moderna aviación asombra por su parecido con los discos volantes, observados a partir del caso Arnold.

 

SE DESCUBRE R.E.R.

Transcurriendo 1972, Duncan Lunan, astrónomo escocés, planteó que un radio artefacto de tipo cibernético, había llegado al Sistema Solar hacía milenios. Dicho ingenio – sugería Lunan – giraba desde entonces alrededor de la Tierra. Hasta que el Homo Sapiens inventó la radio; devolviendo las señales en distintas pausas, que originaban puntos (determinados) del sistema de coordenadas, y formando contornos parecidos a una constelación denominada Boyero. Precisaba el destacado especialista, que la sonda provenía de una estrella nombrada Epsilon, situada bastante cerca del Sistema Solar, a 104 años luz.
Había surgido la “Teoría del Desciframiento”.


Fue en 1928, que una emisora en Europa (de onda corta) empezó a difundir su programación por la banda de 31 metros. Perplejidad causó, cuando el texto transmitido por sistema Morse, se recibía conjuntamente con otro casi idéntico, diferenciándose del original sólo debido a los intervalos entre las señales. Nacía así un nombre acuñado científicamente: Radio eco o retardo de radio señales (RER). Digamos que, el RER fue descubierto por un noruego, llamado Karla Stórmer, matemático de profesión, Geoge Hals, radio aficionado, y V. Vander Pol, ingeniero holandés. Nadie pudo a partir de entonces ni siquiera intentar explicar el fenómeno por causas naturales. Durante cierto tiempo, personal especializado conformado a través del programa internacional SETI, intentó rastrear la hipotética sonda por el espacio circunlunar, emprendiendo inmediatamente otras búsquedas con el objetivo de decodificar RER, entendiéndose que se tratase de determinados puntos marcando una zona celeste específica.


Ilia Ilíev, astrónomo bulgaro, consideró que el RER señala a la estrella Beta (constelación del León). Los soviéticos, con el ingeniero Pavel Guíler al frente, sostienen que el radio eco proviene de la estrella Theta, también del León.
Pero, lo más impresionante de todo, es que muchos hombres de ciencia han podido corroborar que el RER es observado en todas las frecuencias, al margen de toda condición ionosférica, y semejante eco se observa cuando se comienza a transmitir en nuevas bandas, disminuyendo paulatinamente su intensidad y frecuencia hasta desaparecer. Lo anterior ha producido manifestaciones como esta: “Parece como si alguien manipulara un canal de comunicaciones y abandonara el intento al convencerse de que no recibe respuesta a su llamado”. ¿Será verdad? Stórmer escribiría: “Me ocurrió la idea de que las ondas de telégrafo inalámbrico podrían ser reflejadas por corrientes y superficies de electrones que habían ocupado mi mente de 1904 al año 1907, durante las investigaciones de las auroras boreales”.


BUSCANDO RESPUESTAS

Lo hasta hoy considerado, puede permitirnos hacer un cuestionario en cuanto al historial acumulado. Es evidente, que el cuarto poder tuvo un acceso limitado para conocer de cerca algunos elementos disponibles. Los cabos atados fueron diluyéndose, pasando con el tiempo desapercibido al gran público. Se trataba de un evento noticioso crucial, si tenemos presente su significado, ya que, a partir de entonces, las potencias nucleares pudieron haberse dado cuenta y comprender esto:

Qué no somos únicos en el Sistema Solar.

Estamos siendo visitados, vigilados y estudiados por criaturas mejor preparadas tecnológicamente que nosotros los terrestres.

Pueden tratarse de varias civilizaciones foráneas las que pretenden controlarnos a distancia.

El día 25 de abril del año 1955, en sendas sesiones del Consejo de Seguridad Nacional ordenadas por el propio presidente estadounidense, pudo haberse definido – por lo menos teóricamente – lo antes dicho

Qué a partir de ahí (y hasta ahora) la secrecía del caso OVNI debía imponerse.

Y como consecuencia, unos pocos científicos, militares, políticos, diplomáticos y oficiales de inteligencia, conocerían la evidencia de ese misterio exasperante, y buscarían la forma de explicarlo y utilizarlo.
La desconfianza provocada debía ceder al entendimiento mutuo, y al reforzamiento defensivo paralelo, el mismo que continúa todavía desarrollándose.

El sentido de supervivencia trajo aparejado un aceleramiento de la carrera espacial, llegando la guerra fría a su clímax.

Resultaba lógico: Si en verdad fueron satélites alienígenas, su vínculo con la fenomenología OVNI parecía inobjetable.

La carta, de que el ser humano es desconfiado por naturaleza y tiene libre albedrío, fue el mensaje subliminar enviado a los visitantes desconocidos; por tanto, ambos consensuados, en manos de unos pocos, se impuso sobre el conjunto total humano.

Para entonces, el Príncipe Negro – tal vez – había ya cumplido sus misiones fundamentales, entre las que debe haber estado una muy especial: Que ciertas personalidades con poder científico e intelectual, lo conociesen, y dieran a entender sabiamente, que sabían de su existencia, no así de su intrigante labor. Esta es o parece insondable.

El estimado parcial del caso presentado, me hace sugerir que en el entramado del Príncipe no hubo un guion prefabricado, producto de la guerra fría, a pesar de ser muy publicitado. Este satélite apareció incógnito, y de la misma manera desaparece.

¿Por qué figuras científicas relevantes y prestigiosas estuvieron en función de investigar un hecho, con una connotación particular sin mayor importancia, como lo era la presencia de dos “pequeñas” piedras en órbita circunterrestre? Oficialmente, jamás se ha aclarado de donde partieron los primeros rumores, en referencia a los objetos enigmáticos. La comodidad de dejarle esta espina a la prensa – creo – ayudó a forjar tales presunciones nada descabelladas. Contamos con datos, mencionando que, en Julio del año 1951, astrónomos del observatorio Monte Palomar descubrían dos objetos que volaban a 1000 km de alto, en órbita circular alrededor nuestro. En ese mismo año, W. Marcowitz, especialista del observatorio naval norteamericano, observó a un objeto que describía una órbita terrestre, pero, en sentido inverso a la rotación terrestre.

A partir de 1955 pudo saberse que, tanto la URSS y E.U., habían acordado con la mayor premura, lanzar cohetes provistos de cámaras especiales. ¿Qué pretendían fotografiar allá arriba? (13)

El siguiente anuncio proveniente nada menos que de White Sands, y hecho en 1955, tiene validez histórica. Si es cierta esta publicidad, para que cuestionar nada. Más o menos dice: Existen acelerados preparativos para el lanzamiento del Mouse. Su lanzamiento al espacio en 1956, puede facilitar informes sobre el cuerpo que orbita la Tierra.
Repito, si el comunicado anterior es cierto, tiene sentido la situación de emergencia antes señalada. Recordemos que la Fuerza Aérea de E.U. en Julio del 1947, después de anunciar en primera plana el famoso incidente Roswell, desmintió posteriormente la noticia. No ha ocurrido lo mismo desde White Sands.


¿Fue cierto y causal, que en la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional llevada a efecto el 25 de abril / 55, estuvieran además del alto mando militar, el director de Monte Palomar, el profesor Tombaugh y su colega La Paz, los conocidos eruditos en materia de astronáutica, Wernher von Braun y Walter Doernberer? Quién sabe si aquella no memorada fecha, significó el día más largo de la historia desconocida.

 

CIENCIA SIN FICCION.

Finalizaba la Segunda Guerra Mundial y el ingeniero Eugen Sanger, jefe del Instituto Stuttgart de investigaciones científicas alemanas, laboraba para el proyecto secreto del súper-cohete. La construcción de un satélite que orbitara la Tierra, estuvo dentro de sus más ambiciosos planes futuristas. Y en tal sentido, Sanger incorporó prácticamente a casi la totalidad del centro investigativo. Uno de ellos, el conocido profesor Paul Goerke, especializado en electrónica y sistemas teledirigidos.
El final de la contienda, dejó muchos proyectos y planes sin llevarse a cabo. Los aliados recogieron todo un botín de guerra, sorprendidos ante la magnitud de aquella inventiva alemana, diseños, patentes e innovaciones tecnológicas, logrados por los sabios y expertos al servicio del Tercer Reich.


Antes de morir, el Secretario de Defensa James Forestal propuso, en 1948, la construcción y lanzamiento del primer satélite artificial norteamericano. En mayo de 1955, la revista Popular Science, describía un programa relacionado con el envío al espacio, de una luna artificial que orbitase la Tierra a 16,000 millas/hora y 800 millas de altura. Tales manifestaciones se basaban en insistentes informes, y “pruebas” independientes realizadas en la Florida (E.U.). Cabo Cañaveral no existía todavía. El satélite, según la versión, debía dar 13 vueltas al día, y a razón de una vuelta cada hora con 51 minutos. Comenzaba la euforia producto del satélite artificial humano que tendría múltiples usos, acorde con sus diseñadores. Incluyendo el militar. (13)
Por tanto, no sorprendió tanto la noticia proveniente de la Casa Blanca, afirmando que en los venideros años (1956-57) se lanzaría al espacio circunterrestre el primer satélite artificial.


Otro fenómeno no vinculado, pero que ocupó demasiado al señor La Paz, fue el de las luces (o bolas) verdes, vistas en los estados del medio oeste estadounidense. Digo no relacionado, ya que querer vincular directamente esos conocidos eventos celestes, con presencia extraterrestre, pudiera parecer abrumadora e incoherente. Lo sintomático es que de nuevo el famoso investigador era llamado a filas, para analizar aquel sorprendente historial. Después de todo, surgieron teorías explicando la casuística. Veamos: (14)

- Eran meteoros de cobre. Demasiado raro.

- Fenómenos anómalos atmosféricos nuevos.

- Pruebas nocturnas de misiles, divulgado por Jacques Bergier.

- Señales luminosas foráneas u Ovnis.

 

LA MISION DEL VISITANTE ESPACIAL

Debemos presuponer toda una variedad de posibilidades. La cultura foránea que debió enviar al “hipotético” visitante, supo descubrir la existencia del planeta azul, y el desarrollo alcanzado por sus primitivos habitantes durante los cien últimos años, examen realizado anticipadamente – quizá – entre ellos. El cuerpo artificial, pudiera funcionar en calidad de sonda, capaz de monitorear nuestras señales y, además transmitir, a los que la construyeron, datos necesitados para futuros proyectos alternativos.
Pienso, que los intelectos visitadores, escuchan, observan, influyen, ejercitando su tecnología inaccesible, y estudiando futuras maneras de contactar. Es sensato deducir que si la sonda E.T. tuvo tendencia a la autodestrucción, o hubo de dirigirse hacia otros ámbitos estelares, es porque su misión estaría cumplimentada. Pero consideremos otro punto. El objeto u objetos pudiera(n) llevar a cabo la orden de teleportar proyecciones, transmitiéndonos toda una variante informática, apareciendo en nuestros receptores biológicos, sensoriales, técnicos y naturales, preciosas comunicaciones en tiempo y espacio, y una vez recepcionadas al cerebro, radar, cámara, video… nos hacen suponer Ovnis, Encuentros Cercanos, etc., conformando una preparación psico-social. Añadimos lo afirmado por los observadores: Si el Príncipe Negro mide kilómetros de diámetro la función de este es doble, o sea, también tendría función como portador de Ovnis más pequeños.


Cabe la presunción lógica, de que nuestra sonda acompañante nos trasladara diversos escenarios en tres dimensiones, o, recordando a Duncan Lunan, pudiera – entre otros factores – ser la avanzada de un planeta moribundo, haciéndonos recordar ciertas “extravagantes” sagas en la ufología moderna. Ello debe suponer un escalofriante derroche energético y tecnológico, que los terrícolas estamos lejos de intentar siquiera. (15)


Ubicar la sonda del pre contacto, no puede ser tarea fácil. Tampoco es imposible. Si ella está cerca, inferimos que pueda detectarse. (16)


Otro asunto será dilucidar, a cuantas civilizaciones o razas extraplanetarias pertenece el tan traído y llevado satélite.
La información OVNI recibida, ese 1 % a decir de los conservadores y reduccionistas, tan representativo, puede ser la poderosa clave de ese mensaje esperado. Saber descifrarlo es otra cosa. (17)


En fecha reciente, medios noticiosos se hicieron eco de que durante el vuelo del Apolo XI, los astronautas afirmaron observar raros eventos luminosos. Recordemos los comentarios que al respecto se han estado difundiendo por espacio de decenios.
Numerosos son los cosmonautas rusos y americanos, que consideran haber avistado, fotografiado, filmado o detectado fenómenos y objetos brillantes, cuerpos que fugazmente rozan sus naves y/o estaciones orbitales. (18)


Por eso, durante el Primer Foro Internacional Ufológico, celebrado en Brasil, el cosmonauta ruso, Alexandr Bladin, comunicó que habían sido observados UFOs desde la Estación MIR, y narró, que durante la segunda misión efectuada por el astronauta Musa Manarov, mientras efectuaba el acoplamiento de su nave con MIR, vio un objeto brillante girando cercano a él, motivando incluso una grabación en video. Por tanto: ¿Quién puede asegurar que nuestros mejores y experimentados viajeros espaciales, no hayan coincidido en un momento determinado con nuestro Príncipe oculto? (19)

 

CONCLUSIONES SENCILLAS:

Podemos explicar teóricamente la presencia alrededor del planeta Tierra, de una sonda interplanetaria ajena a nosotros. Los terrícolas constantemente envían hacia los confines del Sistema Solar, el arsenal tecnológico de que dispone, uno de ellos con una placa muy representativa, difícil de no ser interpretada por los extraterrestres, superiores en todo sentido.

Resulta casi imposible creer que los distintos representantes de las poderosas naciones, desconozcan los acontecimientos, si realmente acaecieron. Los diferentes sectores tuvieron sobradas razones para tomar los hechos con atención, dándole el debido seguimiento.

Las personalidades científicas implicadas no refutaban directamente las numerosas noticias divulgadas.

En los años 50 existía la tecnología necesaria, capaz de confirmar y diferenciar un pequeño bloque de piedra de una nave portadora.

Afirmar que el fenómeno tecnológico aquí tratado, puedan ser anticipados experimentos espaciales terrestres – ocultos – cabe en el terreno de la conjetura. Los partidarios de tales historias entienden, que lo básico es tener acceso, o disponer de archivos voluminosos y desclasificados, hoy celosamente guardados.

La alegada influencia sobre los destinos futuros de la humanidad, están interpretados con coherencia en el caso del satélite “fantasma”, a pesar de la dosis de subjetividad periodística o el rumor infundado, tiene el mérito de haber aportado algo al entendimiento recíproco. Y lo anterior es para mí algo más que una simple sospecha.

Por último, el expediente del Príncipe Negro puede que no esté cerrado. La experiencia de hoy no debe permitir tamaña negligencia.


Reflexiono que, el satélite aguarda por otras señales, para abrirse a la humanidad toda cuando esta lo necesite. (20)

 

 

Continuará

 


1- El caso del cubano Gustavo González (1954) en Petare, Venezuela, es un ejemplo elocuente.

2- El 24 de agosto del año 2006 Plutón dejó de ser un planeta, por consenso de la Unión Astronómica Internacional.

3- En su misiva el Mayor Keyhoe subraya que a la opinión pública no se le está explicando la verdad del fenómeno OVNI.

4- Algunos autores le llaman también el Caballero Negro. Príncipe Negro fue acuñado, por el relevante científico e intelectual ruso Alejandro Kazántsev. El sostuvo que la sonda era solar, de color negro originalmente, absorbía toda la energía luminosa, aprovechada utilizando termo elementos. Sugería a su vez el investigador moscovita, que una tecnología tan avanzada no debía estar diseñada para aborver la energía de la luz para su provecho con apoyo de baterías de foto elementos solares ya que las mismas resultarían arcaicas.  

5- Según una auténtica nota escrita por un astrónomo del Monte Wilson, a finales del año 1946, se llevaron a cabo pruebas en White Sands, con la finalidad de poner en órbita terrestre un proyectil. Y en otros medios fueron divulgados los experimentos con cohetes V2, para lanzar en la parte más elevada de su trayectoria, -250 kilómetros- proyectiles pequeños, propulsados por “cargas huecas” de un explosivo no conocido, más allá de la atmósfera. Estos proyectiles entonces estarían gravitando alrededor del globo. Fueron (o son) en tal caso, lunitas artificiales.

6- La realidad de la labor hecha por Cooper, parece estar bien determinada en un conocido artículo realizado por el investigador español Bruno Cardeñosa. En otro orden de cosas, podemos añadir que el conocido Proyecto Y, dirigido por Richard Miethe, hubo de iniciarse en 1955.

7- El Ex Secretario de la Defensa estadounidense James Forestal, había estado investigando las posibilidades de construir, incluso, una estación satélite en el espacio. Probablemente, un estudio inicial del satélite artificial, ya clasificaba como secreto, contemplándose su utilización estratégica en caso de conflicto bélico. Es conocido que antes, en 1929, había sido proyectado un Observatorio Artificial espacial, por Hermann Noordnung. Hubo proyectos como el de Sanger y Brendt, que consistían en un cohete gigante alado, el cual podría ser capaz de alcanzar 19,000 kms y elevarse 145 kms, circunvalando el mundo en 4 horas. Dicho cohete, de unas 100 T, con una longitud de 93 metros, tendría su piloto, pudiendo ser teledirigido, logrando los 16,200 kms/hora.

8- De hecho, pudo haberse superado. Uno puede utilizar la lógica y razona, basándose en los datos que se poseen. Que Plutón ya no sea considerado un planeta, no quiere decir necesariamente que no exista el Príncipe Negro. Son dos cosas muy diferentes. Y la importancia del descubrimiento del “noveno planeta” marcó un hito en la Astronomía mundial de aquél momento.

9- El cuerpo fragmentado pudo haber sido una sonda que se autodestruyó, o una nave mayor que antes de partir, hizo explotar su módulo de investigación. O, ¿tuvo un accidente?

10- Las teorías de Horbiger fueron uno de los pilares en que se basó la ciencia preconizada por Alemania durante la etapa previa a la Segunda Guerra Mundial.

11- Desde el observatorio astronómico Adhara, en Argentina.
El 14 de noviembre del 1964, seguía con el telescopio al Eco 2, - que va del polo Norte al polo Sur -, apareciendo de repente un cuerpo misterioso a las 20h .45¨ siguiendo una ruta perpendicular a la trayectoria del satélite y al plano de su trayectoria. Después de describir verdaderas piruetas alrededor del Eco 2, desapareció, junto a su compañero espacial en el horizonte Sur.
Las características del nada discreto acompañante eran: color verde, incluyendo su torre superior, (visión telescópica) círculo central de color amarillo y azules en los bordes. En ocasiones ocupaba todo el campo del telescopio y “resultaba más grande que la Luna llena”. La velocidad de Eco 2 era de 25000 km/h, y según los numerosos testigos especializados, el OVNI viajaba aproximadamente a 100,000 km/h., por los trayectos que calcularon, llevados a cabo, al mismo nivel de altura que el satélite.
Todos los que vivieron la experiencia no tuvieron la menor duda de haber asistido a un acontecimiento extraordinario.
El prestigioso sacerdote – astrónomo, en conferencia de prensa, realizada en 1975, cerca de Buenos Aires, exhibió un trozo de material que, según expuso, pertenecía a un OVNI, el cual se había estrellado muy cerca de Neuquén.

12- La sonda Cassini fotografió un extraño objeto mientras orbitaba el planeta Saturno, el 11 de Julio del 2004. Mientras la Cassini-Huygins estudiaba los anillos del hoy sexto miembro del Sistema Solar, sus cámaras captaron un cuerpo brillante y enorme.
Por otra parte, el observatorio espacial SOHO, dedicado a estudiar el sol, ha transmitido imágenes de fenómenos luminosos en forma de discos, con aparente movimiento, de vastas proporciones, además de girar.
Estos “fenómenos” propagan resplandor y provienen desde diferentes ángulos y direcciones, algunos tienen luz pulsante y con frecuencia se han observado salir, desde uno de sus extremos, un peculiar escape.

13-Lo que, si se ha podido constatar, es que la Fuerza Aérea USA estaba sumamente interesada en la problemática relacionada con los vuelos espaciales.
Hasta 1955 se mantenían algunos récords de altura. En vuelo para propulsión convencional, lo tenía el italiano Mario Pezze, que en 1938 se elevó 56,046 pies en un biplano Caproni. Y, en globo, durante 1935, los norteamericanos Albert Stevens y Orvil Anderson, cuando hubieron de elevarse hasta 72,395 pies.

14-Durante los años 50 del siglo pasado, ciertos científicos incursionaban en teoría, respecto a la existencia de un material denominado por ellos “contra terreno”. Decían que la materia contra terrena, era un material construido al revés. Si esta materia choca – alegaban ellos – con la terrena, produciría explosiones incalculables. Por esa razón no han sido descubierto ningún fragmento de tales bolas verdes y brillantes, ya que dicha materia (contra terrena) desaparecería mágicamente. La hipotética materia, en lugar de tener en el núcleo atómico carga positiva, esta sería negativa. Igualmente, los electrones (contra terrenos) tendrían cargas positivas y no serían por tanto negativas.
Por otra parte los meteoros no contienen cobre debido a que el mismo se oxida cuando estos (meteoros) penetran en la atmósfera. Sin embargo, se pudo hallar grandes concentraciones de partículas de cobre en el área donde se vieron las bolas verdes.

15-Una raza moribunda, pero con tecnología sofisticada, necesita de manera desesperada de nuestras energías, sangre, glándulas, órganos, minerales, agua, etc.

16-Desde época tan temprana como 1953 se hablaba de objetos orbitando la tierra. No sólo los observatorios estaban al tanto de las oleadas. Por supuesto los Cuerpos Terrestres de Observación (C.T.O), de la Fuerza Aérea estadounidense, también han tenido históricamente interés en el enigma OVNI, y en otros momentos lo tuvieron en el Libro Azul. Era conocida la función que desempeñaba el Centro de Inteligencia Aéreo Técnico de la Base Wright – Patterson, en Ohio. El CIAT realizó un análisis – no censurado – de unos 1000 avistamientos de enero del 1952 a enero del año siguiente, 1953. El resultado fue que un 21 % del total de casos eran definitivamente de origen desconocido, y, a su vez, un 20.75 % de ellos había sido realizada por observadores debidamente adiestrados. O sea, un total de 200 experiencias no tuvieron explicación. Y, en pleno siglo XXI, se continúa insistiendo que apenas si los hechos inexplicables alcanzan el 1 %. Y en un año – 1952-53-, un centro, encargado de explicarlo todo, no puede decir que pasó con 200 expedientes X.

17- Algunos piensan que los círculos aparecidos en trigales, pueden tratarse de mensajes enviados desde el espacio. En verdad hasta hoy no deja de ser una conjetura que se aplica sólo en la ufología, aunque ya se conocen varias pruebas y/o experimentos, para tratar de explicar ciertos dibujos. Algunos parecen que tienen explicación, pero… ¿y los demás?

18- El astronauta Aldrin, del Apolo XI, - según se ha dado a conocer – ha revelado que durante el vuelo les pareció ver un UFO.

19-El poder científico y militar entran en conjunción. Las grandes potencias estarían mejor preparadas para el encuentro, contándose con la mejor tecnología de punta que jamás ha existido, y personal adiestrado. En octubre del año 2001, la Fuerza Aérea de E.U. se cohesionó con NASA para ampliar técnicas de lanzamiento, en ingenios reutilizables. También hubo de formarse el Comando Espacial de la Fuerza Aérea, en Colorado Springs, y se creó otro Centro, destinado a Operaciones del Aire y el Espacio, (AOC) ubicado nada menos que en la Base Nellis, de la Fuerza Aérea en Nevada.

20- Si retomamos la historia basados en las nuevas realidades, debemos admitir que estamos en presencia de acontecimientos renovados. Cuando la tripulación del trasbordador espacial Atlantis, denunció la presencia de un misterioso objeto negro, el cual hizo abortar sus planes más inmediatos, se estaba inaugurando la actual asamblea general de las Naciones Unidas, en un momento de gran incertidumbre mundial. Fecha: 20/9/2006.

(*) Nota: Astrónomos del proyecto NEO (Objetos Cercanos a la Tierra) dirigido por la NASA, informaron en su momento, que un objeto, codificado J002 E3 S-IVB, descubierto orbitando la Tierra a comienzos de octubre del 2002, no se trataba de otra luna, sino de la hasta entonces extraviada tercera etapa del cohete Saturno V, utilizado por el Apolo 12.

 

ALGUNAS FUENTES CONSULTADAS

Archivo del autor.

Agencia A.F.P (Londres) 24 de Julio / 2006.

Chispazos Aéreos (órgano oficial de los Cuerpos Terrestres de Observación). Publicación de la Fuerza Aérea norteamericana, enero 1953. (U.S.A).

Enciclopedia Soviética (Cosmonáutica). Editorial MIR. Moscú, 1969. (Ex URSS).

El Fenómeno OVNI: Evidencia Innegable. (Primera Parte).
Autor: Jaime E. Rodríguez Tanguay.
Andina Ediciones, Guayaquil. Ecuador. (1996).

El Mundo de la Ciencia (2da Edición, 1965)
Dirigido por Jacques Bergier.
Salvat Editores S.A. España. Pág. 324.

El Viaje Informático y el Contacto entre Civilizaciones.
(Una Hipótesis). Autor: Eduardo del Pozo García.
Revista SIGNOS. Año 2000 no. 45, Villa Clara. CUBA.

La Tropa de la Galaxia.
Autora: Angela Swafford.
Revista MUY INTERESANTE. Mayo 2002, no. 252.
Págs 185-88. España.

Life Magazine. 7 de abril del año 1952. (E.U.)

Los Visitantes. Autor: J.J. Benítez.
Grupo Editorial PLANETA de Méjico. 1993.
Misterios del Aire. Autor: Guillermo de Novellana.
Ediciones G.P. Enciclopedia Pulga. Barcelona s/fecha.
(España).

MISTERY LINK.COM

Mundo Misterioso.com
La leyenda del gran conspirador
Por: Bruno Cardeñosa.

Operación Caza.
Carlos Alberto Machado. MILENIO X no.8 (págs. 31-33) San Juan, Puerto Rico.

OVNIAVENTURA.CL (CIFAE) Chile. Agradecimientos especiales a los investigadores chilenos, señor Eric Martínez, director de CIFAE, señor Juan Soto y a sus colegas. (2006).

Ovnis cubanos. Agradecimiento al señor Carlos Heredero. 2002 director de la web cubana.

¿Platos Voladores Alemanes en Argentina? Autor: Fabio Picasso. Sección Espacio Abierto al Universo, Revista Investigación. 2002. Argentina.

Popular Mechanics. October/1955.
“He Spies on satellites. By Thomas E. Stimson Jr.
(E.U)

Popular Science. Mayo 1955 (E.U.)

Revista O¨ Cruzeiro febrero de 1958. J. Martins. Brasil.

Revista Perspektive (P.M.) 1/2003
Gefahr Ausdem Cosmos. Autores: Von Jochen Malms y Martin Tzschasehel. Págs 43-47. Alemania.

The UFO ANUAL (1955). Edited by Morris K. Jessup. New York The Citadel Press, First Edition, 1956. (E.U).

The Hunt For Zero Point. Autor: Nick Cook Arrow 2002. Aerospace Consultant Jane´s Defence Weekly. (Inglaterra)

 

 

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