El 25 de agosto de 1974, se produjo en Coyame, en el estado mexicano de Chihuahua, un avistamiento ovni que dejó a los habitantes del lugar desconcertados.
Una de las versiones dadas hasta el momento, plantea que el suceso comenzó cuando un avión militar estadounidense que se dirigía a El Paso, Texas, entró en el espacio aéreo mexicano a través de un corredor aéreo establecido. De repente, los pilotos notaron en su radar la presencia de un objeto no identificado que volaba cerca de ellos. Los controladores aéreos mexicanos también detectaron el objeto y alertaron a dos aviones militares mexicanos que se encontraban en la zona.
Los pilotos mexicanos encontraron el objeto y lo describieron como un gran disco plateado con una cúpula transparente en la parte superior. El objeto parecía estar flotando en el aire sin hacer ningún tipo de ruido. Los aviones militares intentaron comunicarse con el objeto a través de señales luminosas, pero no hubo respuesta.
En un momento dado, el objeto comenzó a moverse rápidamente y los aviones militares lo persiguieron. Sin embargo, el objeto parecía ser demasiado rápido para ellos y pronto desapareció. Los pilotos aterrizaron en sus bases mientras seguían asombrados por lo que habían presenciado.
El incidente fue investigado por las autoridades mexicanas y estadounidenses, pero los detalles del caso se mantuvieron en secreto hasta que fue revelado por el investigador Jaime Maussan en 1997. El caso de Coyame es uno de los casos más intrigantes de avistamientos de ovnis en México. Según los informes, dos objetos voladores no identificados se estrellaron en el desierto de Coyame en 1974. Uno de los ovnis parecía ser de origen humano y el otro parecía tener un diseño alienígena.
El incidente involucró a varios miembros del ejército mexicano, quienes encontraron al menos dos cuerpos extraterrestres en el lugar del accidente. Los cuerpos fueron llevados a la Ciudad de México para su análisis e investigación.
El gobierno de México ha negado oficialmente la existencia de este incidente y ha afirmado que los informes son simplemente rumores sin fundamento. Sin embargo, muchos ufólogos y teóricos de la conspiración creen que el gobierno está encubriendo la verdad sobre este incidente.
A pesar de la falta de pruebas sólidas, el caso de Coyame sigue siendo una fuente de fascinación para muchos aficionados a los ovnis y a la vida extraterrestre.
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