Por Orestes Girbau Collado
En anteriores trabajos he
dirigido la atención hacia hechos concretos y objetivos.
El presente caso
demuestra cuán equivocados pueden estar aquellos que presumen tener la verdad
entre sus manos. Aun cuando el portento volador que sobrevoló Puerto Rico,
pueda tratarse de un prototipo único (la nave Aurora, por ejemplo) pilotado por
fríos y entrenados terrestres, la suspicacia se diluye para darle entrada a una
pasmosa realidad.
Entre los testigos,
existe uno de mucha solvencia, precisamente un ufólogo, atribuyéndose el doble
mérito: el haber presenciado un OVNI triangular dando a conocer a la opinión pública
que los objetos volantes con tales características, no son simples charadas,
tratándose de una manifestación material en ciertos casos, probablemente
foránea, es decir, extraterrestre o interdimensional, y quizás podamos agregar,
por qué no, otros etc. no terráqueos.
Eran las 7.45 p.m. del
día 28 de diciembre del año 1988. Un enorme número de testigos ubica dos en la
zona oeste puertorriqueña, dieron testimonio del encuentro entre aviones jet y
un descomunal UFO triangular; parecido al descrito por el experto e
investigador estadounidense Edgar Fouché, con una luz redonda iluminada en su
sección inferior. Los aviones interceptores persiguieron al no identificado,
deteniéndose el último en la baja atmósfera. Cuando todo parecía que ocurriría
la inevitable colisión, un jet hubo de volatizarse ante los numerosos y
asombrados lugareños que testimoniaron lo sucedido posteriormente. Fue
seguidamente, cuando se esfumó el segundo aparato terrestre, que el
impresionante ingenio volador estaba ya suspendido a 100 pies, cercano de la
Laguna Cartagena, produciendo una gran luminosidad de pronto, y dividiéndose en
dos máquinas triangulares emitiendo cada una colores diferentes, desapareciendo
rápidamente ambas hacia el norte y este de un lugar conocido como Samán, acorde
con las denuncias realizadas por testigos de aquella zona.
Hasta aquí conocemos lo siguiente:
Nuevamente la Marina de
E.U. niega el hecho. ¿Negación oficial? Sencillamente niegan y eso puede
hacerlo cualquier ámbito militar. Es más, están conscientes de su actuación.
Se conoció que en la
misma fecha y hora estaban efectuándose maniobras aéreas.
Pudo confirmarse la
desaparición de los dos aviones de combate.
Pero, recordemos que
alguien más estaba presente en aquel momento, junto a familiares suyos. Wilson
Sosa, investigador del fenómeno OVNI, ofreció mayor veracidad al avistaje.
Precisamente, desde Cabo
Rojo, lugar situado dentro del territorio en que se llevó a efecto la
demostración del flamante aparato, el reconocido investigador boricua pudo
presenciar ese insólito hito ufológico. Pero todavía hay quienes niegan toda
posibilidad al hecho mismo, de que tales triángulos sofisticados puedan ser
transferencia tecnológica no terrestre. Si es cierto, y no debemos ponerlo en
duda en esencia el relato anterior, estamos en presencia de una tecnología
futurista, empleada, fuera de los EE.UU., en maniobras inquietantes, ya que aparatos F-14 parecen haber
implosionado y la correspondiente materia transferida. ¿Hacia qué lugar?
Consultas y agradecimientos:
"Vieques, Polígono
del 3er Tipo" Autor: Jorge Martin CEDICOP, San Juan, Puerto Rico. Año
2001.
Agradecimiento al amigo y
colega Jorge Martin y al también investigador Wilson Sosa.
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