viernes, 17 de marzo de 2023

Señales de trascendencia: La ecuación seres humanos-OVNIs.



Por Peter M. Rojcewicz.


Cuando se trata de un engaño, una falsa percepción o una psicosis, los raptos hechos por OVNIs entrañan una separación entre el consciente y un factor X (con o sin la presencia de naves y extraterrestres). Debido a que la experiencia del rapto incluye factores mentales sujetos a la influencia personal y cultural, así como propiedades físicas que pueden ser observadas y registradas, no existe un sistema de conocimientos capaz de comprender totalmente el fenómeno OVNI. Se necesita un enfoque con una metodología que comprenda los hallazgos de las ciencias conductistas, físicas, sociales para entender la naturaleza paradójica de la experiencia con un OVNI. Dicha experiencia no es totalmente subjetiva. Los raptos por OVNIs exhiben una naturaleza múltiple que quizás pueda examinarse mejor en el contexto del conocimiento y de lo cognoscible.

Existe la idea generalizada de que todo conocimiento comienza por los sentidos. Es posible que el conocimiento comience en los sentidos, pero no deriva de ellos. Es necesario realizar una clasificación de datos sensoriales. Heredamos “mapas de cultura” que nos proveen de imágenes de lo que es real en el mundo. Por lo general, comprendemos a la realidad exclusivamente a través de un “mapa sensorial”, lo cual significa que consideramos real sólo lo que percibimos a través de los sentidos. La manera en que percibimos el mundo es fruto de una colaboración creativa entre nosotros y él; puesto que lo que vemos está influenciado por nuestros “mapas”. Una explicación de la realidad que surja de una sola de estas perspectivas (cualquiera de ellas), no será capaz de sobrevivir por mucho tiempo a la verificación de la experiencia.



Es necesario que entendamos la contribución de la mente a la realidad, para poder apreciar el modo en que ella organiza e inventa lo que es real. Hay un umbral de percepción más allá del cual nuestros sentidos no pueden llegar. Debemos aprender a observar, puesto que los ojos son selectivos. No existe una correlación fotográfica exacta entre lo que percibe la mente y lo que percibe la vista. Lo que vemos está significativamente influenciado por lo que ya hemos visto, es decir por las leyes de “nuestros mapas de cultura”. El cerebro dirige la selección que realizan los ojos y suma o resta información, de manera que lo que finalmente percibimos tenga sentido. Pero en realidad lo que percibimos es sólo una alucinación puesto que no podemos poseer el conocimiento total de la realidad absoluta. 

La naturaleza interactiva de las experiencias misteriosas, las tradiciones y las creencias.

 La manera en que el testigo del rapto describe e interpreta sucesos anormales entraña un juego de factores psicológicos y materiales. Ambos factores están circunscritos por el contexto social. El hecho de que los valores psicológicos y culturales le den un carقcter especial a la narración del rapto no necesariamente invalida la realidad básica del suceso. Simplemente significa que debemos elaborarlo más para poder desvelarlo. No nos estamos refiriendo aquí a un deseo insatisfecho, ni a realizaciones culturales, ni a una folie á deux (locura de dos) ni al contagio histérico, pero no debemos dejar de tenerlos en cuenta.

La estructura psicológica y cultural de los testigos se verá reflejada en sus relatos, así que debemos recordar varios puntos. Necesitamos conocer las características comunes y los patrones que aparecen en los informes sobre OVNIs en general, y sobre los raptos en particular, para poder establecer de ese modo un modelo narrativo. Una vez que sabemos esto, debemos ubicar tal conocimiento dentro del extenso marco del folklore y la etnología, de tal forma que consigamos percibir los antecedentes tradicionales del tema y la tipología. Es igualmente importante conocer las reglas de la forma y contenido de la etnografía, así como tener cierta familiaridad con el periodismo literario, para poder distinguir cuánto hay de adaptación personal y parcialidad debida a los investigadores y escritores de los informes sobre la experiencia real. También resulta de gran utilidad contar con un perfil psicológico del testigo, y quizás de su familia, realizado por un profesional. Y por último será de gran ayuda una familiaridad general con la literatura sobre los procesos creativos. Si conocemos el punto de vista perceptual e interpretativo del investigador, del psicólogo, del autor y del testigo, podremos calcular la verosimilitud de la elaboración y la variación del individuo.

El investigador tiene que estar preparado para aceptar cierta variación en el relato sobre los OVNIs cuando éste se cuenta a gente diversa en distintos contextos sociales. El modo en que un testigo le cuenta la experiencia a un amigo no es el mismo que emplea cuando se dirige a una persona que le está interrogando –aunque ésta no le presione- ni cuando habla con un desmitificador, que por regla general es francamente hostil. Tales variaciones no significan que el testigo esté faltando a la verdad ni que esté sufriendo una disociación mental. La gente aprende a dar ciertas respuestas en ciertos contextos y no en otros. Además, se sabe que las personas otorgan distintos grados de credibilidad al mismo suceso, lo cual indicaría la ambigüedad del término “creencia” como herramienta de descripción.

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