Hoy, en
Código Betelgeuse, publicamos una
síntesis de la Teoría de la Distorsión, una tesis que, tal como plantea el
título introductorio, ha revolucionado el pensamiento OVNI. Dicho trabajo es de
la autoría del reconocido ufólogo e investigador español: José Antonio
Caravaca. Esperamos que con este
enfoque novedoso de abordar el fenómeno OVNI, queden respondidas muchas
preguntas que, hasta el día de hoy, habían quedado sin respuestas.
Vamos a intentar explicar brevemente cuáles son los
principios básicos de la TEORÍA DE LA DISTORSIÓN (TD). Uno de los principales
puntos que hay que aclarar, antes de comenzar, es que la TD NO defiende que el
fenómeno OVNI tenga un origen puramente psicológico, sociológico o
alucinatorio, sino que, por el contrario, es PRODUCIDO/PROVOCADO, en primera instancia, por la INTERACCIÓN/COMUNICACIÓN de un
AGENTE EXTERNO DESCONOCIDO (AED), INTELIGENTE E INDEPENDIENTE AL SER HUMANO,
con los eventuales testigos que describen experiencias con OVNIs. Para lograr
sus objetivos, el AED “CONECTA” con la psique de los observadores para
“extraer”, del inconsciente individual y privativo de los mismos, material
intelectual (que se encuentra en los hobbies,
cultura, cine, literatura, etc.), con el propósito de FABRICAR/PROYECTAR una
experiencia de VISITACIÓN ALIENÍGENA FICTICIA (por ejemplo, el aterrizaje de un
platillo volador y sus ocupantes).
¿Qué hace
exactamente el AED tras “contactar” con la psique de los testigos?
Tras obtener detalles ilustrativos y gráficos del
inconsciente del testigo, como por ejemplo la forma de un cohete que vio en un
programa de televisión, el casco que utiliza en su motocicleta, o, una llamativa ilustración de una indumentaria que
ojeó en una revista, el AED, proyecta una “IMAGEN TRIDIMENSIONAL” (que en
realidad son imágenes en movimiento como una
“película”), del aterrizaje de un OVNI, pero conteniendo en su “estética” los
elementos “robados” de la psique del testigo, pero, distorsionados
(modificados/alterados). De esta forma, el observador verá un OVNI con la forma
distorsionada del cohete de la televisión, del que descienden unos humanoides,
con un tipo de escafandra distorsionada a partir del casco de la moto, o vistiendo una indumentaria estrafalaria que el
testigo ha visto en el dibujo de la revista (a veces solo encontramos un detalle distorsionado claramente, pero
pueden ser varios como en este ejemplo). Los seres y la nave, aportados por la
“creatividad” unida del AED y el testigo, son incluidos en una “base
modificable” (un aterrizaje OVNI), a modo de plantilla, que también es aportada
por el AED y que sirve para la posterior elaboración de toda la experiencia. Por
tanto, es lógico que las descripciones de los ocupantes de los platillos volantes,
así como las de las propias aeronaves, contengan matices tan dispares y
diferentes, en tamaño, colores y formas, de un suceso a otro, imposibles de
confrontar y etiquetar, y que confluyen en un alocado e interminable listado de
presuntos alienígenas y naves espaciales. Ya que se trataría de un proceso
altamente “creativo”, prácticamente infinito en resultados y variantes
posibles, determinado por la participación de la psique de los observadores, como
componentes singulares, impredecibles e
irrepetibles, donde los “elementos a desarrollar” sugeridos por el agente
externo, en el caso que nos ocupa “visitante extraterrestre” y “platillo
volador”, pueden sufrir todo tipo de variaciones, combinaciones y alteraciones
tipológicas, morfológicas o anatómicas en base a la información inconsciente de
los testigos.
Pero, los
OVNIs dejan huellas, provocan daños en los testigos, se detectan en las
pantallas de un radar, ¿Cómo explica esto la Teoría de la Distorsión?
En ocasiones, las proyecciones creadas por el AED
pueden contener “MATERIA” (lo que hace que los elementos proyectados tengan
corporeidad y puedan producir huellas, quemaduras, pisadas, etc.) para hacer
creer a los observadores que están presenciando, in situ, el desembarco de una
aeronave extraterrestre. La proyección PUEDE SER OBSERVADA POR MÁS PERSONAS y
se comporta como si realmente estuvieran allí todos los elementos puestos en
juego por el AED; humanoides, nave, luces, etc. moviéndose y actuando como
seres independientes y con aparente inteligencia propia. Una recreación
perfecta y completa, en todos y cada uno de sus detalles expuestos. Incluso el
testigo puede tocar los elementos de la escena representada.
Aunque en muchos casos la proyección carece de
materia (o solo la posee en determinados momentos), y es por ello que se anotan
muchísimos efectos desconcertantes e “inexplicables” durante algunos encuentros
OVNIs: el aterrizaje no deja huellas, la nave atraviesa objetos (árboles o
postes del tendido eléctrico) sin producir ruidos o movimientos, se registran
muy pocas marcas sobre el terreno, etc. Además,
la proyección puede detectarse en las pantallas de un radar, y provocar, por
las “energías” puestas en funcionamiento por el AED para la creación de diferentes efectos sobre los testigos, tales como
quemaduras, ceguera, mareos, vómitos, etc.).
¿Qué sucede
con la proyección cuando termina la experiencia OVNI?
En ningún momento, (ni antes, ni durante, ni después de su encuentro) el testigo es
consciente de que muchos de los “ingredientes”
de esa escenografía (forma de la nave, morfología de los seres, comportamiento,
detalles especiales, etc.) han sido “desenterrados” de su propio inconsciente,
pero incorporados a la proyección de forma “DISTORSIONADA” para que no sean
reconocibles. Por tanto, resulta obvio que, al
tratarse de una proyección, NADA de lo sucedido durante la experiencia OVNI
obedece a una realidad empírica, ni tiene una continuidad física en nuestro
universo después de que el encuentro haya concluido. O sea, los humanoides, la
nave y las acciones registradas durante la experiencia NO TIENEN UNA EXISTENCIA
REAL, más allá de su proyección ante los testigos. Sencillamente porque nada de
lo representado EXISTE fuera de la ilusión creada para la momentánea ocasión.
Es una especie de “película” proyectada ante los ojos de los observadores. Y al
igual que los personajes de un film no tiene prolongación
cuando el metraje termina.
¿Cómo es el
agente externo desconocido?
Probablemente, ninguno de los aspectos físicos o
acciones que expone el AED en sus múltiples y erráticas manifestaciones ante
los seres humanos (apariciones marianas, fantasmas, aparecidos, seres
criptozoológicos, OVNIs, etc.) es reflejo de su verdadera apariencia o
propósito. Y al implicar la “construcción” de estas manifestaciones la
participación de una persona, es natural que contengan detalles únicos e
intransferibles que no volverán a repetirse en otro encuentro OVNI.
¿Pero, quién
o qué es el AED?
El AED puede ser algún tipo de ENTIDAD ENERGÉTICA
PARASITARIA que necesita de las creencias humanas, o de
la interacción con las personas para “alimentarse” o “subsistir”. Es muy
factible que el AED sea el INSTIGADOR de muchos mitos y folclores presentes en
la humanidad y haya utilizado diferentes máscaras y ropajes para presentarse a
la humanidad a lo largo de los siglos. Aunque este “camuflaje”, no es sinónimo de una hábil y grandiosa manipulación
psíquica, como han pretendido algunos investigadores, sino que, al utilizar los
contenidos inconscientes de los testigos, es obvio que las manifestaciones del
AED tienen que ser SINCRÓNICAS a los intereses, pensamientos, imaginario y
avances de la época. Tampoco puede descartarse que, en ocasiones, el AED se
limite a utilizar el folclore local o creencias
latentes en la sociedad para su propio “beneficio”, desarrollándolas en sus
eventuales contactos con los testigos.
¿El AED
influye con sus manifestaciones en los acontecimientos o en el devenir de los
seres humanos?
El AED utiliza continuos SUBTERFUGIOS Y ENGAÑOS en
sus diferentes contactos con la humanidad y no parece querer influir de forma velada,
para realizar grandes cambios sociales, políticos, ni parece mostrar el menor
interés por el devenir de la especie humana. El AED, aunque aparente lo
contrario, no pretende, bajo ningún concepto, la
transmisión de algún tipo de mensaje científico o filosófico, más allá de los
conocimientos desarrollados por el propio ser humano en un proceso que, en
realidad, es una “retroalimentación” de información. Si en algún caso concreto,
los visitantes han intercedido o comunicado algún tipo de mensaje que ha
interferido de forma notable en el devenir del testigo y su entorno, es porque
esta información ya se encontraba soterrada en el inconsciente de la persona
afectada por el contacto. Podrían denominarse como “efectos colaterales” o
“epifenómenos” (fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal y que no
tiene influencia sobre él) de los “contactos”, pero que, en sí, no son el
objetivo esencial de las experiencias. De hecho, en la inmensa mayoría de las
ocasiones, la influencia de este tipo de experiencias en la vida de los
observadores es más bien superflua y carente de significación especial en un
ámbito más allá de lo personal. Hay que tener en cuenta que tan sólo, por pura
estadística, debido a la existencia de gran cantidad de episodios OVNIs, es
indudable que la posibilidad de que algunos de estos encuentros con el AED
puedan acarrear algún tipo de cambio/injerencia de mayor repercusión en el
testigo o su entorno es viable. Pero sólo es
consecuencia de la presencia de una determinada persona (con gran potencial
imaginativo, creativo, social, político, empresarial, etc.) que tenía esa
información a desarrollar.
¿Por qué muchos
encuentros cercanos con OVNIs tienen un carácter absurdo e ilógico?
La proyección tridimensional tutelada por el AED es
“producida” por un “mecanismo desconocido”, pero que en su desarrollo utiliza
un proceso similar al de los sueños donde las imágenes y las sensaciones son
entrelazadas y presentadas de forma iconográfica. Por tanto, al igual que
ocurre en las experiencias oníricas humanas (los sueños), el factor absurdo o
las incoherencias están muy presentes en los encuentros cercanos con OVNIs,
pero eso sí, controlado en todo momento por el AED (que actúa como el
“director” de una “película”) para no salirse en exceso del guión prefijado de
la Visitación Alienígena. Bajo este paradigma, estas piezas ilógicas,
consideradas por muchos investigadores como unos elementos característicos y
reveladores del fenómeno OVNIs indescifrables, muestran su verdadero y desnudo
significado. Son simplemente consecuencia del complejo proceso mental que surge
de la “simbiosis” de la mente humana y el AED, para la creación de las
proyecciones. Evidencia per si de la implicación mental humana en la creación
de unas experiencias desconcertantes.
Esta es la síntesis de la Teoría de la Distorsión…
Si
quieren más información, pueden visitar su blog:
http://caravaca.blogspot.com
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