miércoles, 7 de diciembre de 2022

¿QUE ES LA TEORÍA DE LA DISTORSIÓN? LA TESIS QUE HA REVOLUCIONADO EL PENSAMIENTO OVNI…


Hoy, en Código Betelgeuse, publicamos una síntesis de la Teoría de la Distorsión, una tesis que, tal como plantea el título introductorio, ha revolucionado el pensamiento OVNI. Dicho trabajo es de la autoría del reconocido ufólogo e investigador español: José Antonio Caravaca. Esperamos que con este enfoque novedoso de abordar el fenómeno OVNI, queden respondidas muchas preguntas que, hasta el día de hoy, habían quedado sin respuestas.  


Vamos a intentar explicar brevemente cuáles son los principios básicos de la TEORÍA DE LA DISTORSIÓN (TD). Uno de los principales puntos que hay que aclarar, antes de comenzar, es que la TD NO defiende que el fenómeno OVNI tenga un origen puramente psicológico, sociológico o alucinatorio, sino que, por el contrario, es PRODUCIDO/PROVOCADO, en primera instancia, por la INTERACCIÓN/COMUNICACIÓN de un AGENTE EXTERNO DESCONOCIDO (AED), INTELIGENTE E INDEPENDIENTE AL SER HUMANO, con los eventuales testigos que describen experiencias con OVNIs. Para lograr sus objetivos, el AED “CONECTA” con la psique de los observadores para “extraer”, del inconsciente individual y privativo de los mismos, material intelectual (que se encuentra en los hobbies, cultura, cine, literatura, etc.), con el propósito de FABRICAR/PROYECTAR una experiencia de VISITACIÓN ALIENÍGENA FICTICIA (por ejemplo, el aterrizaje de un platillo volador y sus ocupantes). 


¿Qué hace exactamente el AED tras “contactar” con la psique de los testigos?
 
Tras obtener detalles ilustrativos y gráficos del inconsciente del testigo, como por ejemplo la forma de un cohete que vio en un programa de televisión, el casco que utiliza en su motocicleta, o, una llamativa ilustración de una indumentaria que ojeó en una revista, el AED, proyecta una “IMAGEN TRIDIMENSIONAL” (que en realidad son imágenes en movimiento como una “película”), del aterrizaje de un OVNI, pero conteniendo en su “estética” los elementos “robados” de la psique del testigo, pero, distorsionados (modificados/alterados). De esta forma, el observador verá un OVNI con la forma distorsionada del cohete de la televisión, del que descienden unos humanoides, con un tipo de escafandra distorsionada a partir del casco de la moto, o vistiendo una indumentaria estrafalaria que el testigo ha visto en el dibujo de la revista (a veces solo encontramos un detalle distorsionado claramente, pero pueden ser varios como en este ejemplo). Los seres y la nave, aportados por la “creatividad” unida del AED y el testigo, son incluidos en una “base modificable” (un aterrizaje OVNI), a modo de plantilla, que también es aportada por el AED y que sirve para la posterior elaboración de toda la experiencia. Por tanto, es lógico que las descripciones de los ocupantes de los platillos volantes, así como las de las propias aeronaves, contengan matices tan dispares y diferentes, en tamaño, colores y formas, de un suceso a otro, imposibles de confrontar y etiquetar, y que confluyen en un alocado e interminable listado de presuntos alienígenas y naves espaciales. Ya que se trataría de un proceso altamente “creativo”, prácticamente infinito en resultados y variantes posibles, determinado por la participación de la psique de los observadores, como componentes singulares, impredecibles e irrepetibles, donde los “elementos a desarrollar” sugeridos por el agente externo, en el caso que nos ocupa “visitante extraterrestre” y “platillo volador”, pueden sufrir todo tipo de variaciones, combinaciones y alteraciones tipológicas, morfológicas o anatómicas en base a la información inconsciente de los testigos.

Pero, los OVNIs dejan huellas, provocan daños en los testigos, se detectan en las pantallas de un radar, ¿Cómo explica esto la Teoría de la Distorsión?
 
En ocasiones, las proyecciones creadas por el AED pueden contener “MATERIA” (lo que hace que los elementos proyectados tengan corporeidad y puedan producir huellas, quemaduras, pisadas, etc.) para hacer creer a los observadores que están presenciando, in situ, el desembarco de una aeronave extraterrestre. La proyección PUEDE SER OBSERVADA POR MÁS PERSONAS y se comporta como si realmente estuvieran allí todos los elementos puestos en juego por el AED; humanoides, nave, luces, etc. moviéndose y actuando como seres independientes y con aparente inteligencia propia. Una recreación perfecta y completa, en todos y cada uno de sus detalles expuestos. Incluso el testigo puede tocar los elementos de la escena representada.
Aunque en muchos casos la proyección carece de materia (o solo la posee en determinados momentos), y es por ello que se anotan muchísimos efectos desconcertantes e “inexplicables” durante algunos encuentros OVNIs: el aterrizaje no deja huellas, la nave atraviesa objetos (árboles o postes del tendido eléctrico) sin producir ruidos o movimientos, se registran muy pocas marcas sobre el terreno, etc. Además, la proyección puede detectarse en las pantallas de un radar, y provocar, por las “energías” puestas en funcionamiento por el AED para la creación de diferentes efectos sobre los testigos, tales como quemaduras, ceguera, mareos, vómitos, etc.).

¿Qué sucede con la proyección cuando termina la experiencia OVNI?

En ningún momento, (ni antes, ni durante, ni después de su encuentro) el testigo es consciente de que muchos de los “ingredientes” de esa escenografía (forma de la nave, morfología de los seres, comportamiento, detalles especiales, etc.) han sido “desenterrados” de su propio inconsciente, pero incorporados a la proyección de forma “DISTORSIONADA” para que no sean reconocibles. Por tanto, resulta obvio que, al tratarse de una proyección, NADA de lo sucedido durante la experiencia OVNI obedece a una realidad empírica, ni tiene una continuidad física en nuestro universo después de que el encuentro haya concluido. O sea, los humanoides, la nave y las acciones registradas durante la experiencia NO TIENEN UNA EXISTENCIA REAL, más allá de su proyección ante los testigos. Sencillamente porque nada de lo representado EXISTE fuera de la ilusión creada para la momentánea ocasión. Es una especie de “película” proyectada ante los ojos de los observadores. Y al igual que los personajes de un film no tiene prolongación cuando el metraje termina.

¿Cómo es el agente externo desconocido?
 
Probablemente, ninguno de los aspectos físicos o acciones que expone el AED en sus múltiples y erráticas manifestaciones ante los seres humanos (apariciones marianas, fantasmas, aparecidos, seres criptozoológicos, OVNIs, etc.) es reflejo de su verdadera apariencia o propósito. Y al implicar la “construcción” de estas manifestaciones la participación de una persona, es natural que contengan detalles únicos e intransferibles que no volverán a repetirse en otro encuentro OVNI.

¿Pero, quién o qué es el AED?
 
El AED puede ser algún tipo de ENTIDAD ENERGÉTICA PARASITARIA que necesita de las creencias humanas, o de la interacción con las personas para “alimentarse” o “subsistir”. Es muy factible que el AED sea el INSTIGADOR de muchos mitos y folclores presentes en la humanidad y haya utilizado diferentes máscaras y ropajes para presentarse a la humanidad a lo largo de los siglos. Aunque este “camuflaje”, no es sinónimo de una hábil y grandiosa manipulación psíquica, como han pretendido algunos investigadores, sino que, al utilizar los contenidos inconscientes de los testigos, es obvio que las manifestaciones del AED tienen que ser SINCRÓNICAS a los intereses, pensamientos, imaginario y avances de la época. Tampoco puede descartarse que, en ocasiones, el AED se limite a utilizar el folclore local o creencias latentes en la sociedad para su propio “beneficio”, desarrollándolas en sus eventuales contactos con los testigos. 

¿El AED influye con sus manifestaciones en los acontecimientos o en el devenir de los seres humanos? 

El AED utiliza continuos SUBTERFUGIOS Y ENGAÑOS en sus diferentes contactos con la humanidad y no parece querer influir de forma velada, para realizar grandes cambios sociales, políticos, ni parece mostrar el menor interés por el devenir de la especie humana. El AED, aunque aparente lo contrario, no pretende, bajo ningún concepto, la transmisión de algún tipo de mensaje científico o filosófico, más allá de los conocimientos desarrollados por el propio ser humano en un proceso que, en realidad, es una “retroalimentación” de información. Si en algún caso concreto, los visitantes han intercedido o comunicado algún tipo de mensaje que ha interferido de forma notable en el devenir del testigo y su entorno, es porque esta información ya se encontraba soterrada en el inconsciente de la persona afectada por el contacto. Podrían denominarse como “efectos colaterales” o “epifenómenos” (fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal y que no tiene influencia sobre él) de los “contactos”, pero que, en sí, no son el objetivo esencial de las experiencias. De hecho, en la inmensa mayoría de las ocasiones, la influencia de este tipo de experiencias en la vida de los observadores es más bien superflua y carente de significación especial en un ámbito más allá de lo personal. Hay que tener en cuenta que tan sólo, por pura estadística, debido a la existencia de gran cantidad de episodios OVNIs, es indudable que la posibilidad de que algunos de estos encuentros con el AED puedan acarrear algún tipo de cambio/injerencia de mayor repercusión en el testigo o su entorno es viable. Pero sólo es consecuencia de la presencia de una determinada persona (con gran potencial imaginativo, creativo, social, político, empresarial, etc.) que tenía esa información a desarrollar.

¿Por qué muchos encuentros cercanos con OVNIs tienen un carácter absurdo e ilógico?

La proyección tridimensional tutelada por el AED es “producida” por un “mecanismo desconocido”, pero que en su desarrollo utiliza un proceso similar al de los sueños donde las imágenes y las sensaciones son entrelazadas y presentadas de forma iconográfica. Por tanto, al igual que ocurre en las experiencias oníricas humanas (los sueños), el factor absurdo o las incoherencias están muy presentes en los encuentros cercanos con OVNIs, pero eso sí, controlado en todo momento por el AED (que actúa como el “director” de una “película”) para no salirse en exceso del guión prefijado de la Visitación Alienígena. Bajo este paradigma, estas piezas ilógicas, consideradas por muchos investigadores como unos elementos característicos y reveladores del fenómeno OVNIs indescifrables, muestran su verdadero y desnudo significado. Son simplemente consecuencia del complejo proceso mental que surge de la “simbiosis” de la mente humana y el AED, para la creación de las proyecciones. Evidencia per si de la implicación mental humana en la creación de unas experiencias desconcertantes.
Esta es la síntesis de la Teoría de la Distorsión…

Si quieren más información, pueden visitar su blog:
http://caravaca.blogspot.com

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